La diplomacia de las vacunas impulsa a China
Con el suministro de m¨¢s de 500 millones de dosis a decenas de pa¨ªses, Pek¨ªn da un impulso a su industria farmac¨¦utica y labra unas credenciales de potencia responsable
Esta semana, Hungr¨ªa comenzaba a inocular a su poblaci¨®n las primeras unidades de una partida de 550.000 dosis de la vacuna contra la covid de la farmac¨¦utica china Sinopharm. Un avi¨®n ha tomado tierra en Buenos Aires con otras 900.000. En Manila se esperaba este fin de semana el aterrizaje de 600.000 dosis de la vacuna de Sinovac, la primera partida que Pek¨ªn ha donado a ese pa¨ªs. ¡°Tengo que admitirlo. Si insisti¨¦ramos en utilizar [las] occidentales, a¨²n estar¨ªamos esperando a que llegaran¡±, subrayaba el portavoz presidencial filipino, Harry Roque.
Por delante de Rusia con su Sputnik V o, a menor escala, India gracias a su Covaxin, China se ha convertido en la gran alternativa para proveer de vacunas a muchos pa¨ªses, en desarrollo en la mayor¨ªa de los casos, para los que obtener los medicamentos les resulta complicado por motivos econ¨®micos o log¨ªsticos. El pa¨ªs donde se detectaron los primeros casos de la pandemia ha pactado suministrar sus sueros a docenas de pa¨ªses del sureste asi¨¢tico, Am¨¦rica Latina, ?frica o el Este de Europa: de ellos, 27 los comprar¨¢n y 53, de escasos recursos, recibir¨¢n donaciones, seg¨²n las cifras del Ministerio de Exteriores en Pek¨ªn. En total, seg¨²n datos de la Universidad de Duke, China ha comprometido m¨¢s de 500 millones de dosis, por encima de los m¨¢s de 300 millones de Mosc¨² o los 210 millones del mecanismo Covax, respaldado por la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) y que trata de garantizar un acceso equitativo de todos los pa¨ªses a la vacuna (Pek¨ªn ha prometido 10 millones de dosis para ese instrumento).
La disponibilidad de las f¨®rmulas chinas ayuda a aliviar una demanda aguda de vacunas en todo el mundo. Pero tambi¨¦n constituye una poderosa oportunidad para promover la capacidad de sus farmac¨¦uticas. Y favorece una imagen de potencia responsable ¨Dla misma que intent¨® entre abundancia de cr¨ªticas durante la primera ola de la pandemia con su ¡°diplomacia de las mascarillas¡±¨D, en contraste con la de un Occidente que canaliza sus ayudas a trav¨¦s de Covax y se centra en garantizar el acceso de sus propias poblaciones a los sueros inmunizadores.
China ¡°puede usar [sus medicamentos] para convertirse en un l¨ªder global en lo que respecta a garantizar el acceso equitativo a las vacunas, llenando el vac¨ªo entre pa¨ªses desarrollados y en desarrollo. Desde luego, esto mejorar¨ªa su imagen en esos pa¨ªses y proyectar¨ªa soft power [poder blando, capacidad de influencia]¡±, asegura Yanzhong Huang, del Consejo de Relaciones Internacionales estadounidense, en una videoconferencia organizada por el grupo de expertos Stimson Center. Su ¡°diplomacia de las vacunas¡± tambi¨¦n le permite intentar ¡°llenar el vac¨ªo dejado por el liderazgo estadounidense. La retirada estadounidense del liderazgo global ha creado oportunidades para que China llene ese hueco¡±, apunta este experto.
Para Pek¨ªn, el desarrollo de una vacuna se convirti¨® en una prioridad absoluta desde el comienzo de la pandemia. ¡°El ¨¦xito en pruebas cl¨ªnicas de f¨®rmulas de las que tenemos los derechos de propiedad intelectual encarna el progreso de nuestro pa¨ªs en ciencia y tecnolog¨ªa, encarna la imagen y responsabilidad de China como gran potencia y, sobre todo, su contribuci¨®n a la humanidad¡±, ha dicho la general Chen Wei, responsable del desarrollo de una vacuna en los laboratorios del ej¨¦rcito. El presidente chino, Xi Jinping, declaraba en mayo que esos medicamentos chinos ser¨ªan un ¡°bien p¨²blico global¡±.
Si en enero de 2020, China contaba ya con las primeras trazas de un suero, en verano, con una autorizaci¨®n para uso de emergencia y una docena de f¨®rmulas en distinto estado de progreso, empezaba a inocular las m¨¢s avanzadas a trabajadores en primera l¨ªnea de riesgo, desde militares hasta m¨¦dicos o empleados de transporte. El 31 de diciembre aprobaba la primera autorizaci¨®n para uso general entre la poblaci¨®n a una f¨®rmula de SinoPharm, con una eficacia del 79%, un mes despu¨¦s de la de Sinovac, con el 50,6%. A principios de febrero hab¨ªa inyectado a 22 millones de personas, o casi un 3% de su poblaci¨®n.
Esta semana ha intensificado sus progresos. Otras dos vacunas han recibido la luz verde para su uso general: una segunda versi¨®n de SinoPharm (efectividad del 72,5%) y la que la farmac¨¦utica CanSino ha desarrollado en colaboraci¨®n con el Ej¨¦rcito (65,28%). Al tiempo que cobra ritmo la administraci¨®n de dosis en sus principales ciudades, ha acelerado tambi¨¦n la entrega de partidas en el exterior: en los ¨²ltimos siete d¨ªas han recibido cargamentos, entre otros, Colombia, M¨¦xico, Chile y Uruguay; Senegal, Egipto y Argelia; Sierra Leona, Tailandia y Singapur. A finales de este a?o, seg¨²n la Asociaci¨®n Nacional de Fabricantes de Vacunas, se habr¨¢n producido 2.000 millones de dosis, y a finales de 2022 la capacidad ser¨¢ de 4.000 millones.
Para muchos pa¨ªses las vacunas chinas ¨Dexcepto la de CanSino, todas utilizan virus desactivados¨D son m¨¢s adecuadas a sus necesidades. No necesitan almacenarse a las bajas temperaturas de sus rivales de Pfizer o Moderna, y la versi¨®n de CanSino solo requiere una dosis. Adem¨¢s, varios de los acuerdos firmados con otros pa¨ªses, como Emiratos ?rabes Unidos o Indonesia, prev¨¦n que esas naciones puedan fabricar bajo licencia sus propios sueros. Es algo que ayudar¨¢ a responder a la fuerte demanda, al tiempo que sustenta las ambiciones de esos Estados de convertirse en centros de producci¨®n farmac¨¦utica en sus respectivas regiones.
Pek¨ªn niega cualquier inter¨¦s geopol¨ªtico en su estrategia. ¡°China no convertir¨¢ las vacunas contra la covid en ning¨²n tipo de arma pol¨ªtica o herramienta diplom¨¢tica, y se opone a cualquier politizaci¨®n del desarrollo de vacunas¡±, asegura la agencia oficial Xinhua en un editorial. El Gobierno de Xi Jinping asegura que, simplemente, se limita a ¡°solucionar una carest¨ªa de vacunas ante el absentismo de Occidente¡±, como titulaba el jueves el peri¨®dico Global Times, propiedad del Partido Comunista.
Mayor disponibilidad
Ese punto de vista ha encontrado eco en los pa¨ªses receptores. Adem¨¢s de las declaraciones del portavoz Roque en Filipinas, el presidente de Senegal, Macky Sall, ha subrayado la falta de disponibilidad de inyecciones a trav¨¦s de Covax y la imposibilidad de esperar para explicar que su pa¨ªs haya apostado por las vacunas chinas, en un argumento repetido una y otra vez desde el Cono Sur hasta el mar del Sur de China. Hasta tal punto que la semana pasada, el presidente franc¨¦s, Emmanuel Macron, instaba a Occidente a poner m¨¢s vacunas a disposici¨®n de los pa¨ªses en desarrollo, en una entrevista concedida al Financial Times.
¡°Es una aceleraci¨®n sin precedentes de la desigualdad global y tambi¨¦n es pol¨ªticamente insostenible, porque abre el camino a una guerra de influencia sobre las vacunas¡±, declaraba el jefe de Estado galo. ¡°Puedes ver la estrategia china, y la estrategia rusa tambi¨¦n¡±.
No est¨¢ en juego ¨²nicamente el prestigio como potencia. La vacuna es igualmente un negocio, y muy jugoso: a un precio en torno a los 20 d¨®lares (16,5 euros) por dosis en Indonesia, que ha encargado 125 millones de dosis de las dos primeras f¨®rmulas chinas aprobadas, ¡°eso hace 2.500 millones de d¨®lares¡[m¨¢s de 2.000 millones de euros], las compa?¨ªas chinas van a ingresar un mont¨®n de dinero¡±, apunta Huang, el experto del Consejo de Relaciones Internacionales.
Tal y como han hecho la rob¨®tica o la inteligencia artificial para promocionar la tecnolog¨ªa de China, las f¨®rmulas contra la covid pueden impulsar su industria farmac¨¦utica, hasta ahora por detr¨¢s de competidores como India, rival geopol¨ªtico y una potencia del sector. Seg¨²n apunta la experta Akriti Vasudeva, del Stimson Center, no es casualidad que Nueva Delhi haya ofrecido su suero a pa¨ªses en su entorno ¡°en los que China mantiene, o aspira a tener, una importante influencia¡±, como Sri Lanka, Myanmar o Camboya.
La acogida inicial no ha estado ausente de reticencias. Seg¨²n explica Robert Blake, exembajador de Estados Unidos en Indonesia, ¡°China no cuenta con el mismo historial [de ventas farmac¨¦uticas] como otros pa¨ªses, es un competidor m¨¢s reciente. Adem¨¢s, no ha sido tan transparente como otros a la hora de publicar sus datos o someterlos a revisi¨®n ajena¡±.
La relativa baja eficacia de las f¨®rmulas chinas tambi¨¦n es un factor que juega en contra de estas vacunas. Adem¨¢s del riesgo individual de no quedar debidamente inmunizado, puede hacerse m¨¢s dif¨ªcil o requerir m¨¢s dosis ¨Dcon el gasto extra subsiguiente¨D el alcanzar la so?ada inmunidad de reba?o. Y alargar durante mucho m¨¢s tiempo las medidas de distancia social y de protecci¨®n de la salud p¨²blica. Este viernes, trabajadores sanitarios protestaban ante el Hospital General de Manila contra los planes de inocularles con la f¨®rmula de Sinovac y exig¨ªan vacunas ¡°m¨¢s seguras¡±.
Pero, pese a los inconvenientes, la realidad es que ¡°los pa¨ªses est¨¢n intentando conseguir tantas dosis como puedan¡±, recuerda Blake. ¡°No pueden darse el lujo de escoger, necesitan inocular a su poblaci¨®n cuanto antes¡±.
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