Doble ¡®milagro¡¯: un sobreviviente de la tragedia a¨¦rea del Chapecoense se salva en un accidente con 21 muertos

¡°No me siento inmortal. Estoy asustado por todo lo que ha pasado¡±, dice Erwin Tumiri. Este joven boliviano es un sobreviviente. El 28 de noviembre de 2016, viajaba como t¨¦cnico de la tripulaci¨®n en el vuelo de la compa?¨ªa LaMia que se estrell¨® sin combustible cerca del aeropuerto de Medell¨ªn, Colombia, con el equipo brasile?o de f¨²tbol Chapecoense a bordo. Murieron 71 personas y Tumiri estuvo entre los seis que se salvaron. El martes, un autob¨²s se desbarranc¨® de madrugada en la carretera que une la ciudad de Cochabamba con Chimor¨¦. 21 personas murieron en el accidente. Erwin Tumiri estaba en el pasaje y, una vez m¨¢s, tuvo apenas unos rasgu?os.

¡°El bus iba con exceso de velocidad, as¨ª que present¨ª que algo iba a pasar¡±, relata. Cuando el veh¨ªculo se sali¨® de la carretera y comenz¨® a caer y a golpearse contra la monta?a, supo que deb¨ªa aferrarse lo m¨¢s fuerte que pudiera. Tumiri no pens¨® en su anterior accidente, no tuvo tiempo para eso. ¡°Solo me agarr¨¦ duro de los asientos¡±, indica. Cuando el bus dej¨® de dar vueltas, logr¨® salir de alguna manera que no recuerda bien. ¡°Otra gente no consigui¨® salir; yo s¨ª¡±, explica como si pidiera disculpas. Hace cuatro a?os, tambi¨¦n sali¨® caminando del avi¨®n estrellado en Colombia. Ayud¨® incluso a una aeromoza. Ambos fueron los dos ¨²nicos tripulantes vivos.

Su historia en el accidente de LaMia ha sido recogida tantas veces por los medios que Tumiri, despu¨¦s de unos meses de ocurrido, se neg¨® a conceder m¨¢s entrevistas. Su madre ahuyentaba a cualquier periodista que quisiera entrevistarlo. Hoy Erwin est¨¢ de nuevo en los titulares de la prensa. ?Se parecieron en algo ambos accidentes? Tumiri no duda: ¡°No, no fueron parecidos¡±, afirma.

Tumiri, empleado hoy como funcionario del Gobierno boliviano, dice que Dios lo ha salvado. Luego del accidente de LaMia dio su testimonio en muchas Iglesias. ¡°Pap¨¢ Dios existe, est¨¢ ah¨ª. Yo pregunto por qu¨¦ Se?or me diste bendici¨®n a m¨ª, si a m¨ª me da flojera leer hasta literatura y todo eso. A veces cuando estoy en mi casa me pongo a pensar y cuestionar cosas. Ese momento no es f¨¢cil de llevar. Pero, gracias a los muchos amigos que he tenido y a quienes en esos momentos estaban conmigo, pude. Para m¨ª fue de gran bendici¨®n¡±, dijo a sus correligionarios en una de estos ¡°avivamientos¡±, seg¨²n el relato del periodista Sergio de la Zerda en El Deber.

¡°Mi mam¨¢ estaba destrozada [en el primer accidente], ahora est¨¢ m¨¢s tranquila¡±, cuenta aliviado. Se recupera en Cochabamba rodeado de sus hermanas y sobrinas, que son las que establecen los enlaces con los periodistas que llaman de varias partes del mundo. Pronto volver¨¢ a su trabajo en la Direcci¨®n de Aeron¨¢utica Civil y, como los otros funcionarios, tendr¨¢ que viajar nuevamente por aire y por tierra. A Tumiri le sigue encantando volar. Si hubiera nacido en una familia con dinero, sin duda ser¨ªa piloto.

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