Estados Unidos reabre sus heridas en el juicio por la muerte de George Floyd
El millonario acuerdo de Minneapolis con la familia del fallecido y la delicada selecci¨®n del jurado marcan el inicio del proceso contra el agente Chauvin, un hito en el movimiento por la justicia racial
El viernes, la corporaci¨®n municipal de Minneapolis votaba un¨¢nimemente pagar 27 millones de d¨®lares (unos 22,6 millones de euros) a la familia de George Floyd, que lleva casi un a?o tratando de conciliar el duelo y la desdicha con las exigentes consecuencias de que el finado se haya convertido en m¨¢rtir del gran movimiento social estadounidense. Se trata de la cantidad m¨¢s alta jam¨¢s alcanzada en un acuerdo prejudicial en un caso de violencia policial. ¡°Este ¨²ltimo a?o ha cambiado dr¨¢sticamente la trayectoria de nuestra ciudad y la jornada de hoy marca otro hito en la formaci¨®n de un futuro m¨¢s justo para Minneapolis. Nuestro acuerdo con la familia de George Floyd refleja un compromiso com¨²n de avanzar en la justicia racial y un esfuerzo sostenido por el progreso¡±, declaraba el alcalde, Jacob Frey, despu¨¦s de firmar el pacto prejudicial. Dos calles m¨¢s abajo, en una sala de los juzgados del condado de Hennepin, se sentaba Derek Chauvin, exagente de polic¨ªa de 44 a?os, al que el mundo entero vio asfixiar en el suelo a George Floyd. Est¨¢ acusado de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado. En otra sala, sus abogados y el equipo de la fiscal¨ªa eleg¨ªan al s¨¦ptimo de los 14 miembros del jurado, 12 titulares y dos suplentes, que habr¨¢n de pronunciar un veredicto que marcar¨¢ otro hito en la confrontaci¨®n de un pa¨ªs con sus fantasmas, detonada hace ya casi un a?o por los mismos hechos que se juzgan.
La dif¨ªcil misi¨®n de ese jurado ser¨¢ abstraerse del ruido y determinar, en funci¨®n ¨²nicamente de lo que se muestre y cuente en el juicio, cu¨¢l fue la causa de la muerte de George Floyd: si muri¨®, como sostiene la fiscal¨ªa y parece indicar el v¨ªdeo, por la presi¨®n de la rodilla de Chauvin, o si su fallecimiento fue consecuencia, como argumenta la defensa, de su mala salud coronaria (la autopsia revel¨® que ten¨ªa al menos tres arterias gravemente bloqueadas) y las drogas (fentanilo, metanfetamina y THC) que llevaba en su sangre aquel ¨²ltimo d¨ªa de su vida, cuando un tendero le acus¨® de pagar con un billete de 20 d¨®lares falso.
¡°El equilibrio del jurado ser¨¢ tan pol¨ªtico como el propio veredicto¡±, opina James Lance Taylor, profesor de Pol¨ªticas de la universidad de San Francisco y expresidente del Congreso de Polit¨®logos Negros. ¡°Todo el proceso est¨¢ bajo la mirada atenta de la comunidad afroamericana. El juicio forma parte del gran teatro de la raza estadounidense. Tendr¨¢ un impacto emocional a escala nacional y un resultado decepcionante sin duda galvanizar¨ªa al movimiento. Pero, para nuestra comunidad, este caso es solo una mosca en el trasero de un elefante. Para nosotros, el patr¨®n de que el sistema no funciona igual para todos es una experiencia constante, que en alg¨²n momento adquiere escala nacional. Si Chauvin es exonerado, ser¨¢ desgarrador, pero los estudiosos de la historia negra ya no tienen fe en el sistema. Aunque funcione esta vez, ha habido cuatro casos recientes de polic¨ªas exonerados por casos semejantes. Celebrarlo ser¨ªa celebrar un fracaso¡±.
Despu¨¦s de 10 meses de movilizaci¨®n por la justicia racial y de un a?o de pandemia, que se ha cebado con especial virulencia con la poblaci¨®n afroamericana, el juicio a Chauvin reabrir¨¢ heridas. Las protestas, que llegaron a producirse en 140 ciudades por todo el pa¨ªs, remitieron en oto?o. Pero el movimiento Black Lives Matter (BLM), catalizador de millonarias donaciones econ¨®micas, ha financiado el activismo de base en una nueva generaci¨®n que no est¨¢ dispuesta a dejar que la llama se apague.
El movimiento se ha apuntado numerosas victorias estos meses, en los niveles local, federal y corporativo. Varios Estados han prohibido t¨¦cnicas policiales como la de la asfixia que supuestamente mat¨® a Floyd, algunas ciudades han redirigido parte de los fondos asignados a la polic¨ªa a proyectos comunitarios. Se han deshecho de fiscales que se consideraban hostiles al movimiento. Las empresas han revisado y enmendado sus pr¨¢cticas respecto a la diversidad. Y la semana pasada, el Congreso aprob¨® la conocida como ley George Floyd de justicia en la polic¨ªa, que proh¨ªbe ciertas t¨¦cnicas y promueve la rendici¨®n de cuentas de los agentes. Pero, adem¨¢s, la huella de lo que aconteci¨® aquel 24 de mayo en Minneapolis, en la que ahora es la plaza de George Floyd, se puede encontrar en casi todos los extraordinarios acontecimientos que han sacudido estos meses la vida p¨²blica en Estados Unidos.
¡°En las elecciones de noviembre, los afroamericanos estuvieron en la vanguardia del movimiento anti-Trump¡±, recuerda el profesor Taylor. ¡°La insurgencia de nuestros j¨®venes fue la que llev¨® al presidente al b¨²nker. El asalto al Capitolio del 6 de enero en parte fue una reacci¨®n a las protestas de junio, a esa imagen de la diversidad uni¨¦ndose. Esa diversidad es lo que les dio miedo. Fue diferente a todo. Yo soy estudioso de Martin Luther King, pero nada de lo que hizo se pareci¨® a esto. Su movimiento nunca fue tan diverso. Lo que vimos este verano fue una verdadera secci¨®n transversal del pa¨ªs. Y ese es el futuro de Estados Unidos¡±.
Hay indicios, sin embargo, de que esa diversidad y ese ins¨®lito alcance del movimiento que explot¨® con la muerte de Floyd se est¨¢n mitigando. Seg¨²n una encuesta de USA Today e Ipsos de principios de este mes, la confianza en el movimiento BLM ha bajado de un 60% en junio a un 50% hoy. En junio, un 60% describ¨ªa la muerte de Floyd como un asesinato. Hoy, solo un 36% lo define como asesinato, calificativo que utiliza el 28% de los blancos y el 64% de los negros. El 54% de los negros considera que las relaciones raciales han empeorado en el ¨²ltimo a?o, frente al 40% de los blancos.
Otro estudio reciente, de la Universidad de California, revela la persistencia de la discriminaci¨®n hacia las personas de piel negra independientemente del estatus social. Mientras en los hombres blancos los aumentos de renta son inversamente proporcionales a la percepci¨®n de discriminaci¨®n, los hombres negros siguen reportando altos niveles de discriminaci¨®n a pesar de las subidas en sus ingresos. ¡°En Estados Unidos, mucha gente cree que los niveles m¨¢s altos de ingresos o de educaci¨®n proporcionan alivio contra el ser tratado de manera diferente o injusta¡±, explica Susan Cochran, coautora de estudio. ¡°Los resultados de nuestra investigaci¨®n muestran que eso es cierto para los hombres blancos, pero claramente no para los negros. Las barreras estructurales limitan los beneficios de los logros econ¨®micos de los hombres negros, y los aumentos en la discriminaci¨®n percibida incrementan el riesgo de efectos adversos en la salud mental y f¨ªsica¡±.
Todo eso est¨¢ en juego en el juicio a Derek Chauvin en Minneapolis. Todo, desde la selecci¨®n del jurado hasta el veredicto, estar¨¢ bajo un intenso escrutinio. Lo dijo, en un comunicado al arranque del juicio, la cofundadora de Black Lives Matter Patrisse Cullors: ¡°Necesitamos comprender que el fanatismo, el supremacismo blanco y la autocomplacencia est¨¢n tambi¨¦n siendo juzgados¡±.
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