El presidente de Paraguay evita ser destituido ante la petici¨®n de un juicio pol¨ªtico por el manejo de la pandemia
Tras dos semanas de protestas, el partido en el poder rechaz¨® el intento de la oposici¨®n de enjuiciar al mandatario Mario Abdo Ben¨ªtez
La mayor¨ªa en el Congreso de Paraguay ha rechazado la solicitud para destituir en un juicio pol¨ªtico al presidente, Mario Abdo Ben¨ªtez, por su gesti¨®n de la pandemia. La oposici¨®n paraguaya, que pidi¨® enjuiciar al mandatario, han asegurado que el manejo de la crisis sanitaria ha sido ¡°corrupto e inoperante¡±.
Las manifestaciones en contra de Mario Abdo Ben¨ªtez, en el poder desde agosto de 2018, se concentraron este mi¨¦rcoles fuera del Congreso paraguayo. La polic¨ªa carg¨® contra algunos manifestantes con balas de goma, gases lacrim¨®genos y chorros de agua. El centro de Asunci¨®n volvi¨® a convertirse en un apocalipsis, visto hace un par de semanas cuando inici¨® el estallido de las protestas. Vidrios de comercios rotos, algunos saqueos y una veintena de detenidos y heridos fue el saldo de una noche que los j¨®venes manifestantes concluyeron con la quema de la sede de la Asociaci¨®n Nacional Republicana (ANR), el nombre oficial del Partido Colorado, la formaci¨®n conservadora que gobierna Paraguay desde 1954, con la excepci¨®n del Gobierno progresista de 2008-2012. Las llamas fueron sofocadas por los bomberos y la polic¨ªa.
Un pa¨ªs que vive en crisis
Pese a los datos macroecon¨®micos que el Gobierno difunde y que los organismos internacionales aceptan sin cuesti¨®n, como el crecimiento medio y sostenido del PIB al 4% anual o una inflaci¨®n contenida en el 5%, la inmensa mayor¨ªa del pa¨ªs, siete de cada 10, gana menos del salario m¨ªnimo de dos millones de guaran¨ªes (un d¨®lar equivale a 7.000 guaran¨ªes) y el 46% de la poblaci¨®n vive de trabajos irregulares sin alta en la seguridad social y por tanto sin seguro m¨¦dico.
Antes de que comenzar¨¢ la pandemia de la covid-19, Paraguay ya sufr¨ªa dos epidemias: el dengue con m¨¢s de 200.000 contagios, y que incluso el presidente Mario Abdo Ben¨ªtez sufri¨® en enero de 2020; y la otra: la corrupci¨®n.
Paraguay es el pa¨ªs con el ¨ªndice de autopercepci¨®n de la corrupci¨®n m¨¢s alta en Am¨¦rica del Sur despu¨¦s de Venezuela, seg¨²n el estudio anual elaborado por Transparencia Internacional. El pa¨ªs lleva desde 1954 gobernado por la misma formaci¨®n pol¨ªtica, el Partido Colorado, excepto entre 2008 y 2012, cuando el presidente fue el exobispo ¡°de los pobres¡± Fernando Lugo del Frente Guasu (izquierda), que gan¨® sorpresivamente, aliado con el tradicional opositor Partido Liberal (centro-derecha). El Gobierno de Lugo termin¨® un a?o antes de lo que correspond¨ªa porque fue sometido a un juicio parlamentario que dur¨® 48 horas y fue destituido.
La crisis sanitaria ya exist¨ªa antes de la covid-19. Es tan habitual que los hospitales p¨²blicos de Paraguay no tengan medicamentos que muchas familias, sean de clase media o baja, los cuales tiene que recurrir a la venta de comida conocida como ¡°polladas¡± o ¡°hamburgueseadas¡± para sacar recursos.
¡°A la gente que no tiene medicamentos en los hospitales les obligan a conseguirlo en un mercado ilegal que domina el mismo partido de Gobierno¡±, cuenta a EL PA?S Julio Benegas Vidallet, escritor y periodista paraguayo que acaba de publicar La Cuarentena de ?asaindy, una novela sobre la pandemia en Paraguay. ¡°La gente est¨¢ muy sensible, vemos a pacientes en terapia intensiva y que sus familias buscan dinero para que no mueran. Todos tenemos un primo, una hermana o un sobrino con el virus, cosa que hace dos tres meses era solo algo de terrorismo medi¨¢tico¡±, a?ade Benegas Vidallet.
Paraguay fue de los primeros pa¨ªses de Am¨¦rica en cerrar sus fronteras, decretar cuarentenas y cancelar clases cuando la pandemia de la covid-19 comenz¨®. Pero cada vez hab¨ªa m¨¢s denuncias de desv¨ªo de medicamentos, las camas de terapia intensiva al l¨ªmite y ninguna perspectiva de llegada masiva de vacunas para la covid-19.
En la calle y en las redes sociales emergen escenas como la de un hombre mayor acerc¨¢ndose al presidente en un acto p¨²blico para suplicarle medicinas para su hermano convaleciente de la covid-19, los padres de una ni?a que necesita una cirug¨ªa protestando frente al hospital o cientos de madres que piden cannabis medicinal para la epilepsia y las enfermedades degenerativas de sus hijos.
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