?Qu¨¦ fue del expresidente paraguayo Fernando Lugo?
El exobispo, destituido en 2008, renueva su banca en el Senado y se sobrepone a la irrelevancia pol¨ªtica
Cuando las carencias de un pa¨ªs son muchas, es f¨¢cil para un pol¨ªtico con buenas intenciones imprimirse en la memoria de los m¨¢s pobres. El caso de Fernando Lugo es paradigm¨¢tico. En 2008, rompi¨® 70 a?os de hegemon¨ªa del Partido Colorado y gan¨® la presidencia en alianza con el partido Liberal. Cuatro a?os despu¨¦s, liberales y colorados lo sacaron del poder con un golpe parlamentario. Lugo pudo haber desaparecido para siempre de la historia de un pa¨ªs dominado por el bipartidismo y sin espacio para los experimentos pol¨ªticos. Pero su figura pervivi¨® en la memoria de los m¨¢s pobres. Y le bastaron para ello s¨®lo un par de gestos. ¡°Con Lugo hab¨ªa medicamentos en los hospitales y los jubilados recibieron una pensi¨®n¡±: la frase se escucha todo el tiempo en Asunci¨®n. Basta acercarse a los barrios de casas de madera que rodean la sede del Gobierno y el Parlamento. Lugo est¨¢ en en el recuerdo de toda esa gente. Y est¨¢ tambi¨¦n en el Senado, como presidente, por el Frente Guas¨², una alianza de partidos de izquierda. Lugo es hoy un hombre con poder.
Ese poder no ha cambiado sus rutinas. Lugo vive en una casa de clase media en Lambar¨¦, a unos 15 minutos del centro de Asunci¨®n. All¨ª mantiene la pulcritud de su pasado como sacerdote. Su perfil es bajo y apenas da entrevistas a la prensa, pese al cargo que ocupa y la dimensi¨®n de sus proyectos pol¨ªticos. Por ahora no puede ser candidato a la presidencia porque la Constituci¨®n se lo impide, pero est¨¢ en los planes del oficialismo convocar a una Constituyente el a?o pr¨®ximo para eliminar esa traba. No ser¨¢ f¨¢cil: un intento de enmienda en ese sentido fracas¨® el a?o pasado en medio de graves incidentes frente al Congreso, que termin¨® incendiado y con un muerto por bala policial dentro de la sede del Partido Liberal. Impedido de la presidencia, Lugo tiene por delante el fortalecimiento de las fuerzas que lidera.
En estas elecciones no le ha ido mal. El Frente Guas¨² sum¨® el domingo un senador a los cinco que ya ten¨ªa. Es la tercera fuerza parlamentaria detr¨¢s de los colorados y los liberales, con quienes volvi¨® a aliarse este a?o detr¨¢s de la figura de Efra¨ªn Alegre. Alegre perdi¨® la presidencia por menos de cuatro puntos contra el colorado Mario Abdo. Lugo, en tanto, gan¨® con comodidad y renov¨® su banca como senador. Si los acuerdos parlamentarios lo permiten, puede que incluso siga siendo el presidente del Senado en la nueva legislatura. ¡°Ese es un cargo de poder real. La Constituci¨®n dise?¨® un esquema de frenos y contra frenos al Poder Ejecutivo donde el Congreso es fundamental¡±, dice el analista pol¨ªtico Bernardino Cano Radil. Con una experiencia de nueve a?os como diputado por el Partido Colorado, Cano Radil conoce bien los entretelones del poder parlamentario. ¡°Lugo tiene plenitud de derechos e influencia en la pol¨ªtica, con capacidad para tomar decisiones. Claro que todo depende de las alianzas que pueda cerrar¡±, agrega.
La llegada de Lugo a la presidencia del Senado fue fruto de esas alianzas, muy cambiantes y a veces sorprendentes. Desde ese sitio, el exobispo lidera una fuerza de izquierda que intentar¨¢ convertir en alternativa de poder sin necesidad de acordar con los liberales, aquellos que lo traicionaron en 2012. El desaf¨ªo es enorme, porque Paraguay goza de un modelo bipartidista heredado del siglo XIX, que ha sobrevivido incluso a 35 a?os de dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). ¡°La ¨²nica salida es que se arme una fuerza parlamentaria que rompa el eje, una alternativa con fuerza electoral. Hay miles de partiditos y coaliciones, hay capacidad de construir nuevos partidos, pero pierden votos por la divisi¨®n que tienen¡±, dice la historiadora Milda Rivarola.
La izquierda representada en el Frente Guaz¨² es rural m¨¢s que urbana, y eso puede ser un l¨ªmite complejo de superar. El resto se reparte entre agrupaciones de origen variado. ¡°No es f¨¢cil crear un tercer espacio. Lo que quiere Lugo es una alternativa de izquierda para ocupar el centro ideol¨®gico, pero no queda claro si el frente es una izquierda moderna o premoderna. Hay sectores socialdem¨®cratas, pero tambi¨¦n los hay clasistas, no hay una unidad¡±, explica Cano Redil. Mientras tanto, Lugo mantiene casi intacta su popularidad, pese a su salida anticipada del poder. Tampoco le afectaron los juicios por paternidad que enfrent¨® en el pasado, que lo obligaron a reconocer dos hijos concebidos cu¨¢ndo era obispo. ¡°Tiene a¨²n su base electoral, porque lo que perdi¨® en 2012 no fue el apoyo de la gente sino el de los liberales, que eran su alianza pol¨ªtica. Nadie puede gobernar Paraguay si tiene dos tercios del Congreso en contra¡±, dice.
Lugo seguir¨¢ en el Senado. D¨ªas atr¨¢s dijo que no guarda rencor ¡°contra nadie¡± por aquellos sucesos de hace seis a?os y este martes celebr¨® los resultados electorales del Frente Guaz¨². ¡°Subimos de 5 a 6 esca?os en el Congreso, mientras que otros partidos est¨¢n disminuyendo (los colorados perdieron dos bancas). Estamos creciendo, eso es una luz de esperanza para los sectores populares¡±, dijo. El desaf¨ªo de Lugo ser¨¢ convertir esa opci¨®n pol¨ªtica en un frente electoral exitoso.
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