200 a?os de historia y drama europeo

Bajo un cielo nublado, Grecia conmemor¨® el jueves pasado con un desfile militar por el centro de Atenas los 200 a?os de su independencia del Imperio Otomano. El azote de la pandemia redujo al m¨ªnimo la presencia de personalidades extranjeras -s¨ª estuvo el pr¨ªncipe Carlos de Inglaterra, nieto de griegos- sin que a¨²n se hubieran disipado los ecos de las protestas callejeras contra la brutalidad policial y una pol¨¦mica ley que permite la entrada de las fuerzas de seguridad en los campus universitarios dictada por el Gobierno del primer ministro, el conservador Kyriakos Mitsotakis. Al final de la ma?ana, sali¨® el sol e ilumin¨® la efem¨¦ride del surgimiento de una naci¨®n que a¨²n convalece de las profundas heridas dejadas por la Gran Recesi¨®n la d¨¦cada pasada.

La crisis financiera de la Eurozona golpe¨® tr¨¢gicamente al pa¨ªs, que perdi¨® una cuarta parte de su PIB, llevando a la quiebra a miles de negocios y a la miseria a millones de griegos. La bancarrota y la implosi¨®n del viejo sistema pol¨ªtico aup¨® al poder en 2015 a una nueva izquierda representada por el carism¨¢tico Alexis Tsipras, c¨¦lebre por sus enfrentamientos con la pol¨ªtica de austeridad que dictaba Alemania en la Uni¨®n Europea, cuyos dirigentes no dejaban pasar la ocasi¨®n de humillar el orgullo nacional griego. Cuatro a?os m¨¢s tarde la derecha de Mitsotakis recuperaba el Gobierno al obtener su partido, Nueva Democracia, el 39,9% de los votos frente al 31,5% logrado por Syriza, el de Tsipras. Mitsotakis prometi¨® un programa de salvaci¨®n de las empresas y clases medias y una pol¨ªtica de mano dura contra los inmigrantes y la delincuencia sin que le haya temblado el pulso a la hora de intentar restringir algunas libertades como el derecho de manifestaci¨®n. La econom¨ªa comenz¨® una lenta recuperaci¨®n ¨Cel PIB creci¨® el 1,9% en 2019- que ahora la pandemia con una ca¨ªda del 8,2% el a?o pasado pone en riesgo agravando algunos problemas hist¨®ricos como el paro juvenil, que ronda el 40%, o la emigraci¨®n.

¡°El principal desaf¨ªo¡±, apunta Nikos Konstantaras, analista del diario griego Kathimerini, ¡°es desarrollar una econom¨ªa viable y reformar la administraci¨®n p¨²blica, atraer negocios y trabajadores, en lugar de ver a los griegos emigrar como ha ocurrido en la d¨¦cada pasada¡±. ¡°Grecia contin¨²a teniendo¡±, a?ade, ¡°muy altos niveles de deuda p¨²blica [180% del PIB en 2019, seg¨²n el FMI) y un problema demogr¨¢fico, que empeorar¨¢ a medida que cada vez m¨¢s gente salga de mercado laboral y haya cada vez menos trabajando para cubrir unos costes crecientes¡±.

En el frente externo, las amenazas permanecen. A las siempre tensas relaciones con Turqu¨ªa, miembro tambi¨¦n de la OTAN, y m¨¢s agresiva en los ¨²ltimos tiempos con la campa?a nacionalista del presidente Erdogan, que obliga a Grecia a mantener un enorme gasto en Defensa (el segundo m¨¢s alto de la OTAN en relaci¨®n con el PIB tras EE UU con un 2,68% frente al 1,17% de Espa?a), que a su vez agrava el problema de la deuda, se suma la crisis migratoria derivada de la guerra en Siria, que alcanz¨® su m¨¢ximo en 2015, cuando llegaron casi un mill¨®n de personas, y que actualmente se cifra en unos 50.000 refugiados en un pa¨ªs de 11 millones de habitantes.

La soluci¨®n para todos estos nubarrones que amenazan el horizonte griego, como se?alan los expertos consultados por este peri¨®dico, es m¨¢s Europa. ¡°Lo m¨¢s importante para Grecia es ayudar a definir una pol¨ªtica de la UE hacia Turqu¨ªa, que confine las tensiones y conduzca al mantenimiento de buenas relaciones. Es de la mayor importancia para Grecia que la UE camine hacia una mayor uni¨®n. Mi pa¨ªs necesita ser parte de una unidad pol¨ªtica y econ¨®mica m¨¢s grande que pueda sentir como propia¡±, resume Konstantaras. Porque, como dice este analista, tras 200 a?os de ruido y furia, de guerra y golpes de Estado, de reyes derrocados y exiliados, de interferencias extranjeras y crisis econ¨®micas, de hero¨ªsmo y sufrimiento, la historia de su pa¨ªs es tambi¨¦n la de la perseverancia de los griegos ¡°en su lucha por la democracia, en su deseo de libertad e independencia¡±.

Cuna de la civilizaci¨®n occidental, bizantina, cristiana ortodoxa, otomana, balc¨¢nica, europea, la historia de Grecia como naci¨®n independiente es una odisea moderna marcada por su compromiso con Europa desde su origen. Como se?ala el historiador brit¨¢nico Roderick Beaton, profesor em¨¦rito del departamento de Cl¨¢sicas del King¡¯s College de Londres y autor de Greece, Biography of a Modern Nation (¡±Grecia, biograf¨ªa de una naci¨®n moderna¡±) ¡°los griegos que se rebelaron contra el imperio turco otomano en 1821 pidieron ayuda al resto de Europa en una lucha que fueron capaces de presentar no solo como su propia batalla por su derecho de autodeterminaci¨®n sino como reivindicaci¨®n del legado de la civilizaci¨®n de la antigua Grecia para toda Europa. Las opiniones p¨²blicas de Europa y Am¨¦rica apoyaron en¨¦rgicamente a los griegos, acudieron voluntarios para luchar como el poeta Lord Byron que muri¨® all¨ª, pero otros, los llamados filohelenos, se quedaron en casa para formar grupos de presi¨®n y recaudar fondos para apoyar al Gobierno provisional griego¡±.

La guerra de liberaci¨®n alcanz¨® un punto de inflexi¨®n en octubre de 1827 cuando las potencias mar¨ªtimas con intereses en el Mediterr¨¢neo oriental ¨CGran Breta?a, Francia y Rusia- derrotaron a la Armada otomana en la batalla de Navarino. Finalmente, Grecia ser¨ªa reconocida como un Estado soberano e independiente en 1830. El legado de la antig¨¹edad cl¨¢sica, contin¨²a Beaton v¨ªa e-mail, ¡°dominar¨ªa la ret¨®rica, la arquitectura y la conciencia colectiva de los griegos reci¨¦n liberados ¨C el tribunal Supremo fue llamado Are¨®pago y la moneda, dracma como en la Atenas del siglo V antes de Cristo-, pero tanto el sistema legal como el monetario eran del siglo XIX por completo¡±.

Comenz¨® entonces como dice Thanos Veremis, historiador de la Universidad de Atenas y coautor de Greece: The Modern Sequel), ¡°el paso de una sociedad fragmentada, con los rebeldes luchando sus propias guerras civiles, a un Estado-naci¨®n moderno y despu¨¦s y lentamente a una democracia¡±. En ese itinerario extendi¨® su territorio varias veces ¨Cen 1864 incorpor¨® a las islas J¨®nicas; tras las guerras balc¨¢nicas de 1912-1913 a Macedonia, Creta y las islas del este del Egeo; en 1948, el Dodecaneso- y multiplic¨® su poblaci¨®n, pasando de 752.000 habitantes en 1838 a casi 10 millones en 1981, annus mirabilis en el que la izquierda lleg¨® por primera vez al poder de la mano de Andreas Papandreu y el Partido Socialista Panhel¨¦nico (PASOK) y el pa¨ªs se convirti¨® en el noveno miembro de la Comunidad Econ¨®mica Europea, actual UE. Tambi¨¦n hubo ¨¦pocas oscuras como la invasi¨®n nazi en 1941 con sus terribles secuelas como la hambruna de Atenas y la eliminaci¨®n de la comunidad jud¨ªa de Sal¨®nica, la guerra civil (1946-1949) entre mon¨¢rquicos y comunistas o la Dictadura de los Coroneles (1969-1974). La ca¨ªda de la dictadura marc¨® un nuevo renacer democr¨¢tico encabezado por Constantino Karamanlis con la proclamaci¨®n de una nueva Constituci¨®n y la abolici¨®n de la monarqu¨ªa apoyada en refer¨¦ndum por el 70% de los griegos.

Pero estos dos siglos de la Grecia moderna son algo m¨¢s. Como dice John Chrysulakis, secretario general para la Di¨¢spora Griega y la Diplomacia P¨²blica ¨Cunos siete millones, seg¨²n datos oficiales, la mayor¨ªa en Nueva York y Melbourne- ¡°1821 es tambi¨¦n una celebraci¨®n del helenismo¡±. No en vano, como se?ala el historiador Beaton, ¡°los griegos hablan hoy una forma moderna de la misma lengua que us¨® Homero hace casi 3.000 a?os; una lengua que, como solo ocurre con el chino y el hebreo, nunca dej¨® de ser hablada y escrita en todos los tiempos. Ese es el verdadero legado de la Grecia antigua a la moderna, un idioma que nos permite acceder a las mentalidades de muy diferentes ¨¦pocas del pasado perdidas para la mayor¨ªa de nosotros en el mundo de hoy¡±.