Grecia: un ba?o de realidad a las primeras de cambio
La promesa de bajar impuestos del nuevo Ejecutivo de Mitsotakis choca con la exigencia de los acreedores de lograr las metas fiscales fijadas en el tercer rescate
Cada noche de verano, sectores enteros de Atenas se quedan a oscuras. El funcionamiento intensivo de los aparatos de aire acondicionado en hoteles y apartamentos tur¨ªsticos, sumado al de las casas particulares, provoca una sobrecarga en la red el¨¦ctrica, cuyo estado de conservaci¨®n y distribuci¨®n es m¨¢s que calamitoso. La compa?¨ªa estatal (DEI, en sus siglas griegas) acumula impagos desde que empez¨® la crisis, en 2009, y no tiene capacidad financiera, seg¨²n sus responsables, para instalar siquiera un par de torres de alta tensi¨®n que alivien los apagones. Los griegos deben a la DEI casi 3.000 millones de euros, lo que supone el porcentaje m¨¢s alto de Europa de morosos energ¨¦ticos: son deudores m¨¢s del 40% de los helenos.
Tras la salida del tercer rescate, hace un a?o, todo parec¨ªa encarrilado en t¨¦rminos econ¨®micos para Grecia: un crecimiento del 1,9% en 2018, m¨¢s un desempleo del 18,1% en marzo pasado, el porcentaje m¨¢s bajo desde 2011 (en el culmen de la crisis super¨® el 27%). Pero la econom¨ªa real se empecina en poner trabas al optimismo con muestras de inanici¨®n: la citada indigencia energ¨¦tica; 40% de paro juvenil (el m¨¢s alto de la UE y la OCDE); un poder adquisitivo un tercio inferior a la media europea, seg¨²n Elstat, la autoridad estad¨ªstica helena; la gran morosidad de las empresas y, como corolario, una deuda externa del 181% del PIB, contra la que nada han podido las recetas impuestas por los tres rescates desde 2010 (280.000 millones de euros en conjunto). Si hay algo de recuperaci¨®n en el empleo y, por tanto, el consumo (en 2018 este aument¨® un 1%), es gracias ¡ªo a pesar de¡ª a la generalizaci¨®n del modelo de la gig economy entre j¨®venes y no tan j¨®venes: con trabajos vol¨¢tiles y sueldos de miseria.
El nuevo primer ministro griego, el conservador Kyriakos Mitsotakis, gan¨® las elecciones el 7 de julio con mayor¨ªa absoluta gracias a una promesa central: bajar los impuestos para aliviar la presi¨®n sobre la clase media y los aut¨®nomos, los m¨¢s castigados por la pol¨ªtica impositiva que se vio obligado a implementar, a instancias de Bruselas, el Gobierno precedente mediante, por ejemplo, aumentos del IVA hasta el 24% en su tramo m¨¢ximo, el aplicable a muchos productos alimenticios.
La econom¨ªa crece y el paro baja, pero a¨²n quedan lastres: la deuda externa y la morosidad
Respaldado por la c¨®moda mayor¨ªa absoluta, Mitsotakis se las promet¨ªa muy felices para aplicar el anhelado alivio fiscal. Pero el primer d¨ªa de mandato del nuevo Ejecutivo, el 8 de julio, lleg¨® un rotundo no de Bruselas, v¨ªa reuni¨®n del Eurogrupo: no hay rebaja posible al objetivo del 3,5% del PIB de super¨¢vit primario ¡ªexcluyendo los intereses de la deuda¡ª hasta 2022, y del 2,2% en adelante; precisamente la rebaja con la que contaba Mitsotakis como margen de maniobra para bajar impuestos. Pese a la salida del rescate, la supervisi¨®n t¨¦cnica de los acreedores (la troika formada por Comisi¨®n Europea, BCE y FMI) contin¨²a, y todos insisten en la estricta observancia de las metas fiscales para acabar de sanear las finanzas.
Medidas
El plan fiscal de Mitsotakis contempla, entre otras medidas, reducir el impuesto de sociedades del 28% al 20% para facilitar la inversi¨®n y la creaci¨®n de empleo; recortar un 30% en dos a?os el impopular impuesto sobre la propiedad inmobiliaria que dej¨® como herencia el segundo rescate (2012), y una rebaja del IVA al 11% y el 22% frente a los actuales 13% y 24%. El nuevo Ejecutivo tambi¨¦n pretende acabar progresivamente con el llamado impuesto de solidaridad creado por el precedente para paliar la crisis humanitaria, as¨ª como rebajar en 1.000 euros por cada nuevo hijo el m¨ªnimo fiscal exento, en un pa¨ªs con 11 millones de habitantes y un envejecimiento demogr¨¢fico galopante (y del que han huido cientos de miles de j¨®venes por falta de expectativas de futuro). Las nuevas autoridades tambi¨¦n pretenden reducir a 500.000 la cifra actual de desempleados, de 800.000.
El primer d¨ªa de su mandato Mitsotakis se encontr¨® con un no rotundo de Bruselas
Pero, por activa y por pasiva, v¨ªa Eurogrupo o a trav¨¦s del Mecanismo de Estabilidad Financiera (ESM, en sus siglas inglesas), el mensaje a Atenas es igual de firme: no ha lugar para menores objetivos fiscales. Este martes, el director gerente del ESM, Klaus Regling, insisti¨® en su primera ?reuni¨®n con Mitsotakis en que los recortes de impuestos que el nuevo Gobierno planea aplicar deber¨¢n combinarse con la ampliaci¨®n de la base tributaria y el respeto de los objetivos fiscales acordados.
Seg¨²n el responsable del ESM, el plan gubernamental para reducir el impuesto sobre la renta a los asalariados y jubilados con ingresos por debajo de los 10.000 euros anuales del 22% al 9% ¡ªotra de las promesas de campa?a¡ª debe acompa?arse de la reducci¨®n del m¨ªnimo exento de imposici¨®n de los 8.640 euros actuales a los 5.700. Esta medida, aprobada por insistencia de los acreedores en 2017, deb¨ªa aplicarse a partir del 1 de enero de 2020, pero fue revocada en mayo ¡ªcon las elecciones ya en el horizonte¡ª por el Gobierno de Alexis Tsipras. Seg¨²n c¨¢lculos del nuevo Ejecutivo, dicha reducci¨®n tendr¨ªa un coste fiscal de 800-900 millones al a?o.
Con las manos atadas por los compromisos con la troika, el nuevo Gobierno del conservador Kyriakos Mitsotakis hereda tambi¨¦n otros lastres, como la gesti¨®n del programa de privatizaciones y, en concreto, el desbloqueo de Hellinikon, la joya de la corona de ese programa impuesto por el tercer rescate (2015, 86.000 millones) y que, te¨®ricamente, deb¨ªa suponer al Estado griego un total de 50.000 millones de euros por la venta de propiedades p¨²blicas, de aeropuertos a edificios hist¨®ricos o puertos, como el del Pireo (controlado al 100% por la china Cosco).
Entre las tareas est¨¢ desbloquear el proyecto Hellinikon y avanzar en las privatizaciones
Hellinikon, que toma el nombre del ¨¢rea que rodea el antiguo aeropuerto de Atenas, es un megaproyecto inmobiliario y urban¨ªstico presupuestado en 8.000 millones que pretende levantar en seis millones de metros cuadrados de la Riviera ateniense apartamentos, hoteles, centros comerciales, zonas verdes y campos de golf, lo que dar¨ªa trabajo a 75.000 personas. El estudio de los arquitectos Foster & Partners figura como principal dise?ador de una intervenci¨®n tras la que se halla el Global Investment Group, integrado por la compa?¨ªa de inversi¨®n china Fosun Group ¡ªGrecia es la puerta grande de la Nueva Ruta de la Seda en Europa¡ª; la firma Eagle Hills, de Emiratos ?rabes Unidos, y el grupo local Latsis.
Pese a las credenciales de lujo, Hellinikon ha sido hasta ahora el cuento de la lechera: un ed¨¦n de zonas verdes y edificios futuristas e inteligentes, ba?ado por el Mediterr¨¢neo y a pocos kil¨®metros de Atenas, que durante los cuatro a?os del Gobierno de Syriza no ha pasado de su fase virtual. Prueba de la importancia que ambos asuntos, la quiebra funcional de DEI y el bloqueo de Hellinikon, revisten para el nuevo Ejecutivo es el hecho de que el ministro responsable de Desarrollo e Inversiones y el de Energ¨ªa abordaron esos dosieres en su primer d¨ªa de trabajo. Con un cheque en blanco de cuatro a?os, Grecia inaugura esta etapa sin saber c¨®mo va a pagar la factura del cambio.
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