Un polic¨ªa implicado en el homicidio de un abogado bajo custodia en Colombia se enfrenta a una pena de 20 a?os

Juan Camilo Lloreda Cubillos, uno de los dos patrulleros implicados el pasado septiembre en el homicidio del abogado Javier Ord¨®?ez bajo custodia policial en Bogot¨¢, un episodio de brutalidad que deton¨® una oleada de protestas contra la fuerza p¨²blica, ha aceptado su responsabilidad en un acuerdo con la Fiscal¨ªa de Colombia. El expolic¨ªa ser¨¢ formalmente condenado a 20 a?os de prisi¨®n a finales de este mes.

¡°Lloreda Cubillos admiti¨® los delitos de homicidio agravado y tortura agravada, y colaborar¨¢ con el pleno esclarecimiento de lo ocurrido. Adicionalmente, se comprometi¨® a realizar un acto p¨²blico de perd¨®n dirigido a las v¨ªctimas como componente de reparaci¨®n y muestra de arrepentimiento¡±, inform¨® este martes la Fiscal¨ªa. Su compa?ero, Harvy Dami¨¢n Rodr¨ªguez D¨ªaz, no alcanz¨® un acuerdo, se expone a una pena m¨¢s severa y enfrentar¨¢ un juicio penal por los mismos delitos de homicidio y tortura agravados.

Las im¨¢genes del momento en el que los polic¨ªas descargan en repetidas ocasiones sus pistolas taser contra Ord¨®?ez la madrugada del 9 de septiembre en Bogot¨¢ inundaron las redes sociales y conmocionaron a Colombia. En el video, se observa c¨®mo los patrulleros se arrodillan encima del ingeniero y abogado, padre de dos hijos, a semejanza del episodio de la muerte de George Floyd en Estados Unidos. Varios testigos grabaron la escena durante m¨¢s de dos interminables minutos, en los que se escuchan las s¨²plicas de Ord¨®?ez para que se detengan. ¡°Me ahogo¡±, advierte agitado en medio de los electrochoques. ¡°Les est¨¢ diciendo que por favor, los estamos grabando¡±, les advierten esos testigos a los patrulleros, que no se detuvieron hasta que llegaron m¨¢s uniformados a trasladarlo a un CAI cercano. All¨ª fue golpeado y falleci¨® antes de llegar a una cl¨ªnica.

Su muerte desat¨® la ira ciudadana, que se tradujo en dos ca¨®ticas jornadas de protestas, disturbios y represi¨®n policial que se saldaron con la muerte de 13 civiles en la capital colombiana y el vecino municipio de Soacha. Los CAI, esa suerte de peque?as estaciones policiales, se convirtieron en el principal blanco de los manifestantes. En el marco de las protestas, el Gobierno de Iv¨¢n Duque defendi¨® a la polic¨ªa como instituci¨®n, denunci¨® la supuesta infiltraci¨®n de organizaciones criminales y sostuvo que se debe individualizar la responsabilidad de los cr¨ªmenes perpetrados por uniformados las noches del 9 y 10 de septiembre. El mandatario incluso visit¨® en su momento un CAI y pos¨® con una chaqueta de la polic¨ªa en unas fotograf¨ªas que le valieron una avalancha de cr¨ªticas por ignorar a las v¨ªctimas de la brutalidad de la fuerza p¨²blica.

El uso excesivo de la fuerza y los abusos policiales se han instalado con fuerza en el debate p¨²blico en Colombia desde la oleada de manifestaciones contra el Gobierno de Duque a finales del 2019, antes de la irrupci¨®n de la pandemia del coronavirus. Durante esas masivas protestas, un disparo del Escuadr¨®n M¨®vil Antidisturbios (Esmad) de la polic¨ªa mat¨® durante una marcha pac¨ªfica en el centro de Bogot¨¢ a Dilan Cruz, un joven manifestante que se convirti¨® en un s¨ªmbolo. La imagen de las fuerzas de seguridad se ha resquebrajado en medio del clamor por reformas en la formaci¨®n de polic¨ªas y militares. Aunque la protesta social se ha visto desactivada en el ¨²ltimo a?o por las medidas de confinamiento, las denuncias de abusos policiales han sido frecuentes a¨²n en medio de la pandemia.