Hait¨ª agrava su crisis con la dimisi¨®n del primer ministro
El secuestro de un grupo de religiosos y sus familiares, entre ellos dos franceses, provoca la dimisi¨®n de Joseph Jouthe y profundiza el caos pol¨ªtico en el que est¨¢ sumergido el pa¨ªs caribe?o
El presidente de Hait¨ª Jovenel Mo?se intent¨® cortar la hemorragia de seguridad y crisis pol¨ªtica que vive el pa¨ªs caribe?o con la dimisi¨®n este mi¨¦rcoles del primer ministro, Joseph Jouthe. El ministro de Asuntos Exteriores y Cultos, Claude Joseph, ser¨¢ el nuevo hombre fuerte del Gobierno con el objetivo de frenar la ola de secuestros y la delincuencia urbana como primera prioridad, confirm¨® en Twitter el presidente Mo?se: ¡°La renuncia del Gobierno, que acept¨¦, permitir¨¢ abordar el flagrante problema de la inseguridad y continuar las discusiones con miras a alcanzar los consensos necesarios para la estabilidad pol¨ªtica e institucional de nuestro pa¨ªs¡±, escribi¨® en la red social al referirse al sexto primer ministro desde 2017.
El dimitido Joseph Jouthe era tambi¨¦n el encargado de la presidencia de la Polic¨ªa pero apenas estuvo un a?o en el cargo. Hab¨ªa sido nombrado en marzo de 2020 pero ni siquiera fue ratificado por el legislativo, como ordena la Constituci¨®n, ya que el parlamento est¨¢ clausurado desde enero de 2020, al no haberse celebrado las elecciones previstas para 2019.
Durante su tiempo en el puesto y a pesar de las promesas de Mo?se fue incapaz de frenar la inseguridad, los robos y la violencia de las bandas organizadas que act¨²an con impunidad principalmente en la capital Puerto Pr¨ªncipe. Su dimisi¨®n tiene lugar en medio de otro grave esc¨¢ndalo nacional e internacional tras el secuestro el pasado fin de semana de 12 monjas y sacerdotes, entre ellos dos franceses.
A este secuestro colectivo, la Iglesia cat¨®lica respondi¨® indignada con un llamado a huelga para el pr¨®ximo jueves en sus instituciones, incluidas escuelas y universidades. ¡°Los bandidos que act¨²an tranquilamente parecen tener m¨¢s poder que el Estado y la Polic¨ªa¡±, lamentaron los l¨ªderes religiosos, se?alando que ¡°ni los ni?os se salvan¡± de los secuestros. ¡°Los poderes p¨²blicos que no hacen nada para resolver esta crisis no son inmunes a la sospecha. Denunciamos la complacencia y la complicidad vengan de donde vengan¡±, dijo la Iglesia en un comunicado.
Al problema de seguridad que aterra a la poblaci¨®n y ha disparado el n¨²mero de secuestros, se suma el escenario de grave crisis pol¨ªtica en la que debe afrontarse la lucha contra la delincuencia ya que la oposici¨®n no reconoce la legitimidad del presidente Mo?se y se niega a participar en la redacci¨®n de la nueva Constituci¨®n que impulsa el mandatario.
La inestabilidad pol¨ªtica viene de lejos. En febrero, Mo?se denunci¨® un intento de golpe de Estado en su contra y confirm¨® su intenci¨®n de continuar como presidente hasta febrero de 2022, cuando ¨¦l considera que vence su periodo. El origen de la confusi¨®n sobre la duraci¨®n del mandato de Mo?se est¨¢ en las elecciones de 2017. Un a?o antes, Michel Martelly finaliz¨® su gesti¨®n, pero los ca¨®ticos comicios obligaron a nombrar un presidente provisional durante un a?o hasta que Mo?se asumi¨® el cargo. La oposici¨®n contabiliza ese a?o como parte de la gesti¨®n del actual presidente haitiano.
No queda claro si la salida del primer ministro fue una dimisi¨®n o un cese. Joseph hab¨ªa tenido ruidosos enfrentamientos con un asesor cercano al mandatario, R¨¦nald Lub¨¦rice, que fueron ventilados en las redes sociales y radios locales. Cuando en otras ocasiones Lub¨¦rice ha criticado al primer ministro, estos han perdido el pulso con el poderoso asesor presidencial.
Hasta el momento, el apoyo m¨¢s importante con el que cuenta Mo?se proviene de la comunidad internacional, principalmente de Estados Unidos. Despu¨¦s de una gesti¨®n cercana a Donald Trump, el mandatario de 52 a?os, hijo de un comerciante y una costurera de origen humilde, ha logrado el respaldo de la nueva Administraci¨®n de Joe Biden cuyo equipo defendi¨® que su gesti¨®n se prolongara hasta 2022. Sin embargo, tambi¨¦n desde el exterior la di¨¢spora haitiana, principalmente en Florida, presiona para forzar su salida del poder.Los t¨ªmidos gestos de Mo?se hacia la oposici¨®n tampoco han encontrado eco y las conversaciones para desbloquear la situaci¨®n pol¨ªtica no avanzan.
Este martes la oficina de la ONU en Hait¨ª advirti¨® que el proceso de consultas sobre el borrador de la nueva Constituci¨®n no es ¡°lo suficientemente inclusivo, participativo o transparente¡±. Mo?se, mientras tanto, sigue adelante con la celebraci¨®n de las elecciones legislativas y presidenciales en septiembre a las que asegura no se presentar¨¢, confirm¨® en una entrevista reciente con EL PA?S. Estados Unidos teme que acelerar su ca¨ªda agrave la crisis migratoria que pretende evitar a toda costa.
Sin embargo, al margen de la crisis pol¨ªtica el problema que hunde en el p¨¢nico a la poblaci¨®n es el crecimiento y la fuerza que han adquirido las bandas violentas. Los secuestros y robos son habituales en la capital y organizaciones como M¨¦dicos Sin Fronteras (MSF) han tenido que suspender en distintos momentos las consultas en algunos barrios de la capital, por la frecuencia de tiroteos a cualquier hora del d¨ªa. A falta de informes fiables sobre cifras de secuestros, los expertos consultados por este peri¨®dico coinciden en que hay m¨¢s armas que nunca distribuidas entre la poblaci¨®n.
El secretario general de la Organizaci¨®n de Estados Americanos, Luis Almagro, critic¨® ¡°el deterioro de la situaci¨®n de seguridad y en concreto el resurgimiento de secuestros y asesinatos¡±. Tambi¨¦n pidi¨® al gobierno haitiano que investigue las masacres recientes en barrios populares.
Cuestionado por este asunto, Mo?se atribuy¨® el aumento de la criminalidad a poderosas bandas que se aprovechan de la mano de obra barata para ejecutar sus cr¨ªmenes. ¡°Cuando usted ve a una persona con los pies descalzos y un arma de miles de d¨®lares en la mano, entiende que trabajan para grupos delictivos¡±, respondi¨® a EL PA?S. ¡°Luchamos contra un importante negocio de armas¡±, justific¨®.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.