Bukele desaf¨ªa las cr¨ªticas al anunciar que seguir¨¢ tomando el control de instituciones de El Salvador hasta ¡°que se vayan todos¡±
Europa se une a Estados Unidos y la OEA al calificar de ¡°preocupante¡± el rumbo autoritario del mandatario tras la destituci¨®n del fiscal general y de varios magistrados
A Nayib Bukele, presidente de El Salvador, no le ha temblado el pulso. A todas las cr¨ªticas nacionales e internacionales que lo acusan de estar construyendo una dictadura y terminar con la divisi¨®n de poderes tras su decisi¨®n de destituir al fiscal general y sustituir a los jueces de la Corte Constitucional, ha respondido con un v¨ªdeo de corte mesi¨¢nico acompa?ado de la frase ¡°estamos construyendo una nueva historia¡±. En el mismo, una voz en off celebra el surgimiento de un nuevo pa¨ªs ¡°verdaderamente libre y soberano¡± y resume su pol¨¦mica decisi¨®n como ¡°un punto de quiebre entre lo viejo y lo nuevo¡±. A lo que Bukele considera ¡°viejo¡± son las instituciones que decidi¨® cargarse el s¨¢bado poco despu¨¦s de que sus diputados tomaron posesi¨®n del cargo agravando, de esta forma, una de las crisis m¨¢s profundas de la historia reciente del pa¨ªs centroamericano.
A todas las cr¨ªticas Bukele respondi¨® envolvi¨¦ndose en la bandera del ¡°pueblo¡± y anunci¨® que seguir¨¢ con la sustituci¨®n de funcionarios. ¡°El pueblo no nos mand¨® a negociar. Se van. Todos¡±, escribi¨® este lunes sin precisar qu¨¦ funcionarios siguen en la mira del parlamento, donde su partido controla 61 de los 84 esca?os.
Aunque el v¨ªdeo publicado ha servido para dar argumentos a sus seguidores para hablar de una nueva ¨¦poca no ha logrado frenar la presi¨®n internacional y la catarata de cr¨ªticas llegadas de gobiernos extranjeros, organismos de Derechos Humanos, las Naciones Unidas (ONU) o la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) ante lo que consideran una preocupante decisi¨®n que no cumple ni siquiera con los m¨¢s m¨ªnimos requisitos est¨¦ticos. No hab¨ªa pasado ni una hora desde que los diputados de su partido, Nuevas Ideas, tomaron posesi¨®n del esca?o el s¨¢bado ¡ª resultado de las elecciones de febrero que gan¨® por abrumadora mayor¨ªa¡ª y ya estaban fuera del cargo los jueces que alg¨²n d¨ªa le plantaron cara.
Desde Bruselas, el ¨²ltimo en sumarse a las cr¨ªticas, Josep Borrell, encargado de la pol¨ªtica exterior de la Uni¨®n Europea, dijo estar ¡°preocupado¡± por el funcionamiento del Estado de derecho y la separaci¨®n de poderes as¨ª como ¡°la seguridad jur¨ªdica y f¨ªsica de los magistrados¡±. Desde Estados Unidos la vicepresidenta, Kamala Harris, defendi¨® la importancia de ¡°un poder judicial independiente para una democracia sana y una econom¨ªa fuerte¡±, escribi¨® en Twitter.
En el mismo sentido, el secretario de Estado, Antony Blinken, habl¨® con Bukele para expresarle sus ¡°serias preocupaciones¡± y Juan Gonz¨¢lez, el enviado de Joe Biden para Am¨¦rica Latina, resumi¨® el sentir de la comunidad internacional en cuatro palabras: ¡°As¨ª no se hace¡±. A la cadena de reproches se uni¨® el relator especial de la ONU sobre la independencia de los jueces, Diego Garc¨ªa-Say¨¢n, quien conden¨® los intentos de Bukele ¡°para desmantelar y debilitar la independencia judicial¡±. Desde Human Rights Watch o la OEA, Santiago Cant¨®n, jefe de la delegaci¨®n que cubri¨® El Salvador, critic¨® a Bukele ¡°por continuar deteriorando la fr¨¢gil democracia salvadore?a¡±.
A todos ellos, el teleg¨¦nico presidente centroamericano, contest¨® tuiteando compulsivamente durante el fin de semana y hasta se enzarz¨® en un surrealista intercambio de reproches con el l¨ªder opositor de Venezuela, Julio Borges, mano derecha de Juan Guaid¨®, quien escribi¨®: ¡°No hay dictaduras de derecha o izquierda: hay dictadura. No hay dictaduras buenas o malas: hay dictadura¡±, escribi¨® Borges. La menci¨®n no gust¨® a Bukele, parad¨®jicamente asesorado por publicistas cercanos a Guaid¨®, que respondi¨®: ¡°Si ustedes quieren llegar al poder para dejar al fiscal de Maduro y a la Corte de Maduro, mejor d¨ªganle al pueblo la verdad. D¨ªganles que apoyarlos a ustedes es igual que apoyar a Maduro. En El Salvador, nos cost¨® 30 a?os liberarnos del r¨¦gimen. No vamos a retroceder ahora¡±.
Seg¨²n Bukele, su Gobierno est¨¢ inmerso en lo que llama ¡°limpiar la casa¡± y que supuso, la destituci¨®n, con el apoyo del Congreso, de un grupo de jueces de la Corte Suprema y el fiscal general, encendiendo las alarmas sobre intentos de concentraci¨®n de poder. Las destituciones son la ¨²ltima respuesta a una larga lista de agravios contra magistrados y diputados opositores vali¨¦ndose de su mayor¨ªa absoluta. Todo indica que Bukele seguir¨¢ aplicando el rodillo y en los pr¨®ximos d¨ªas, correr¨¢n similar suerte los titulares de la Procuradur¨ªa para la Defensa de los Derechos Humanos, la Procuradur¨ªa General de la Rep¨²blica, el Tribunal Supremo Electoral y la Corte de Cuentas.
En febrero del a?o pasado, el mandatario salvadore?o ya intent¨® tomar la Asamblea Legislativa acompa?ado del Ej¨¦rcito cuando los diputados opositores frenaron un nuevo cr¨¦dito destinado a la lucha contra las pandillas. En esta ocasi¨®n el presidente se ha tomado el ?rgano Judicial a partir de la desarticulaci¨®n de la Sala de lo Constitucional. El sistema salvadore?o tiene mecanismos de control y de rendici¨®n de cuentas y durante los dos a?os que Bukele lleva en el poder se hab¨ªa convertido en una instituci¨®n que hab¨ªa controlado de manera efectiva los excesos del mandatario durante la pandemia y resultaba odiosa para el presidente.
El papel del nuevo fiscal general en el Gobierno de Bukele no tard¨® en aflorar: Rodolfo Delgado puso en duda la continuidad del trabajo de la comisi¨®n contra la Impunidad de la OEA en El Salvador y anunci¨® que revisar¨¢ el convenio existente con este organismo, uno de los pocos organismos que hasta el momento trabaja de forma libre e independiente en la era Bukele y que hab¨ªa identificado 12 casos de posible corrupci¨®n en su Gobierno.
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