La familia de un poeta birmano cr¨ªtico con la junta militar denuncia su muerte tras ser detenido

¡°Disparan a la cabeza, pero no saben que la revoluci¨®n est¨¢ en el coraz¨®n¡±. Esa era una de las frases m¨¢s aplaudidas del poeta birmano Khet Thi, de 45 a?os, declarado opositor a la junta militar que se impuso en Myanmar tras dar un golpe de Estado el 1 de febrero. El escritor muri¨® este pasado fin de semana, mientras se encontraba detenido por los militares. Seg¨²n su esposa, que tambi¨¦n fue arrestada y liberada despu¨¦s, cuando el domingo fue avisada para recoger a su marido en el hospital, le entregaron un cuerpo sin vida y con los ¨®rganos extirpados.

¡°Fui interrogada. ?l tambi¨¦n. Me dijeron que se encontraba en la sala de interrogatorios. Pero nunca regres¨®, solo su cuerpo¡±, asegur¨® Chaw Su, la esposa de Khet Thi, al servicio birmano de la BBC. Los dos fueron detenidos el s¨¢bado por soldados y polic¨ªas en la ciudad de Shwebo, en la regi¨®n de Sagaing ¨Cun importante basti¨®n de la resistencia a la asonada en el noroeste del pa¨ªs-. ¡°Me llamaron [el domingo] por la ma?ana y me dijeron que me encontrara con ¨¦l en el hospital de Monywa [la ciudad m¨¢s grande de Sagaing, a unos 100 kil¨®metros de Shwebo]. Pens¨¦ que se habr¨ªa roto un brazo o algo¡­ Pero cuando llegu¨¦, estaba en la morgue y sus ¨®rganos hab¨ªan sido extirpados¡±, asegur¨® la mujer al medio brit¨¢nico.

Seg¨²n la Asociaci¨®n para la Asistencia a Prisioneros Pol¨ªticos de Myanmar, un grupo independiente que lleva el recuento de las v¨ªctimas mortales a causa de la represi¨®n militar y policial desde el golpe, Khet Thi ¡°falleci¨® en el hospital despu¨¦s de ser torturado durante el interrogatorio¡±. La asociaci¨®n cifra en 780 el n¨²mero de civiles muertos desde la asonada, entre ellos docenas de menores.

Chaw Su asegura que en el hospital le dijeron que su marido hab¨ªa sufrido un problema cardiaco, pero que no se molest¨® en leer el informe m¨¦dico porque ¡°estaba segura de que no era verdad¡±, seg¨²n publica la agencia Reuters, que a?ade que no ha logrado contactar con el hospital para contrastar la informaci¨®n. La mujer afirma que el Ej¨¦rcito hab¨ªa planeado enterrarle, pero que suplic¨® para llevarse su cuerpo, sin explicar c¨®mo supo que los ¨®rganos de su marido hab¨ªan sido extra¨ªdos.

Khet Thi es el tercer poeta contrario al r¨¦gimen encabezado por el general Min Aung Hlaing que muere desde que los militares tomaron el mando. Uno de sus amigos, el tambi¨¦n poeta K Za Win, de 39 a?os, falleci¨® tras recibir un disparo en la cabeza durante una protesta en Monywa a comienzos de marzo. La junta golpista lanz¨® una campa?a contra artistas, adem¨¢s de blogueros, el pasado abril, publicando una lista con m¨¢s de un centenar de nombres de aquellos buscados por ¡°socavar la estabilidad¡± del pa¨ªs debido a su apoyo a las manifestaciones que se suceden casi a diario desde febrero. Se desconoce si Khet Thi estaba en esa lista.

El poeta hab¨ªa ejercido como ingeniero antes de dejar su trabajo en 2012 para dedicarse a la poes¨ªa. Como apoyo a su actividad literaria, vend¨ªa tambi¨¦n helados y pasteles, y recientemente hab¨ªa manifestado inter¨¦s por la m¨²sica. La asonada, que interrumpi¨® diez a?os de transici¨®n democr¨¢tica, deteniendo a la l¨ªder de facto del Gobierno civil, Aung San Suu Kyi -a¨²n bajo arresto y pendiente de juicio el pr¨®ximo 24 de mayo-, hizo que el trabajo de Khet Thi se tornara m¨¢s pol¨ªtico.

¡°No quiero ser un h¨¦roe, no quiero ser un m¨¢rtir, no quiero ser un debilucho, no quiero ser un tonto¡±, escribi¨® dos semanas despu¨¦s del golpe en las redes sociales. ¡°No quiero apoyar la injusticia. Si tengo solo un minuto de vida, quiero que mi conciencia est¨¦ limpia durante ese ¨²nico minuto¡±. Aunque se hab¨ªa declarado pacifista en el pasado, en las ¨²ltimas semanas empez¨® a reconsiderar su posici¨®n. ¡°Mi pueblo est¨¢ siendo disparado y yo solo puedo escribir poemas¡±, lament¨®. ¡°Pero cuando est¨¢s seguro de que tu voz no es suficiente, es cuando tienes que elegir un arma con cuidado. Disparar¨¦¡±, hab¨ªa amenazado.

Como el poeta, un n¨²mero indeterminado de manifestantes ha ido adoptando un enfoque m¨¢s defensivo en las protestas contra los militares. Centenares o miles de civiles, dependiendo de las fuentes, participan en campamentos de entrenamiento militar en las zonas del pa¨ªs donde operan milicias de minor¨ªas ¨¦tnicas. Muchas de ellas est¨¢n enfrentadas al Ej¨¦rcito birmano ¨Cconocido como el Tatmadaw- desde hace d¨¦cadas, y algunas han manifestado su apoyo a las protestas e intensificado su ofensiva contra los militares.