Periodismo en Venezuela: atacado y acorralado por el chavismo
Medios digitales, reporteros y periodistas en el exilio tratan cada d¨ªa de sortear la censura para seguir informando
En los kioscos de Venezuela ya casi no se ven peri¨®dicos. En poco m¨¢s de una d¨¦cada, 110 medios de papel han dejado de circular en el pa¨ªs. El periodismo venezolano ha vivido una transici¨®n forzada y anticipada al mundo digital, como una v¨ªa de escape al cerco que ha ido estrechando el chavismo a los medios de comunicaci¨®n, pero incluso en internet es dif¨ªcil escapar de las amenazas. Portales web, iniciativas callejeras y nuevos formatos se imponen al periodismo tradicional para mantener viva la labor de informar en un pa¨ªs cada vez m¨¢s desconectado y ensimismado en su lucha diaria por sobrevi...
En los kioscos de Venezuela ya casi no se ven peri¨®dicos. En poco m¨¢s de una d¨¦cada, 110 medios de papel han dejado de circular en el pa¨ªs. El periodismo venezolano ha vivido una transici¨®n forzada y anticipada al mundo digital, como una v¨ªa de escape al cerco que ha ido estrechando el chavismo a los medios de comunicaci¨®n, pero incluso en internet es dif¨ªcil escapar de las amenazas. Portales web, iniciativas callejeras y nuevos formatos se imponen al periodismo tradicional para mantener viva la labor de informar en un pa¨ªs cada vez m¨¢s desconectado y ensimismado en su lucha diaria por sobrevivir a la precaria situaci¨®n econ¨®mica.
Cerco a la prensa
Dos hitos simbolizan el declive de la libertad de expresi¨®n en Venezuela. En 2007, un Hugo Ch¨¢vez inc¨®modo con la cr¨ªtica orden¨® cerrar RCTV (Radio Caracas Televisi¨®n), el canal que hab¨ªa iniciado la era de la televisi¨®n en el pa¨ªs. En 2021, Diosdado Cabello, n¨²mero dos del chavismo, se ha quedado este mayo con la sede del peri¨®dico El Nacional, una instituci¨®n cultural con 77 a?os de historia, tras un largo y cuestionado proceso judicial que acab¨® con el embargo del edificio.
En medio de esos dos hechos ha habido decenas de emisoras cerradas, periodistas detenidos, agredidos, exilados y emigrantes, encarcelamiento de tuiteros, bloqueos de portales de noticias, cierres de m¨¢s peri¨®dicos, compras de grandes cadenas de medios con su consecuente cambio de l¨ªnea editorial a una a favor del Gobierno, la desaparici¨®n de las coberturas en vivo de noticias y la autocensura de los canales privados por la presi¨®n gubernamental.
El chavismo, poco a poco, ha ido arrinconando al periodismo venezolano. En la reducida redacci¨®n de El Nacional, que en los ¨²ltimos a?os ha pasado de una plantilla de casi mil empleados a tan solo veintena, ya se esperaban lo que ocurri¨® la semana pasada con el embargo de su sede tras un pleito con Cabello.
Isaac Gonz¨¢lez lleg¨® como becario a la p¨¢gina web de El Nacional en el a?o 2014. Con el tiempo, se incorpor¨® a la emblem¨¢tica redacci¨®n del impreso, considerada como una escuela de periodismo dentro del gremio. ¡°Mi sue?o era firmar ah¨ª. Pero solo pude estar seis meses en la fuente de Cultura. A finales de 2018, el peri¨®dico, que en ese entonces ya solo ten¨ªa un cuerpo de 16 p¨¢ginas, dej¨® de circular¡±, recuerda.
Las presiones para conseguir papel ¡ªcuya importaci¨®n y venta controla el Gobierno¡ª han asfixiado a los impresos venezolanos. De acuerdo con el Instituto de Prensa y Sociedad (Ipys) este 2021 solo circulan 20 peri¨®dicos en Venezuela, algunos solo de lunes a viernes, o cada dos d¨ªas, o cuando pueden conseguir combustible para hacer una tirada y distribuirla. Hay 10 Estados del pa¨ªs donde ya no circula ninguno.
Gonz¨¢lez tiene 28 a?os. En el desgaste que ha vivido El Nacional por la crisis del papel, el quiebre econ¨®mico y la demanda de Diosdado Cabello por publicar informaci¨®n de otros medios que lo se?alaban en investigaciones sobre narcotr¨¢fico, termin¨® siendo el jefe de apertura de la web que a¨²n sigue en l¨ªnea. Tiene a cargo a cuatro reporteros en la ma?ana que a diario sufren cortes de luz y ca¨ªdas de internet que dificultan su trabajo. ¡°Es triste ver el gran peri¨®dico de Venezuela reducido a su m¨ªnima expresi¨®n. Pero seguir aqu¨ª es un s¨ªmbolo de resistencia. Estamos bajo un Gobierno autoritario, pero uno le sigue preservando este espacio a la democracia¡±, explica.
Cabello tom¨® posesi¨®n, por orden judicial, del enorme complejo con varias oficinas y un amplio taller donde reposa la enorme maquinaria donde en otros tiempos se imprim¨ªa el diario. No le pareci¨® suficiente. Esta semana, el diputado ha asegurado que el inmueble no cubre la indemnizaci¨®n por ¡°da?os morales¡± impuesta por el tribunal en 237.000 petros, la criptomoneda creada por Nicol¨¢s Maduro, equivalentes a 13,2 millones de d¨®lares. Ahora amenaza con pedir una nueva valoraci¨®n, por lo que podr¨ªa buscar el embargo de m¨¢s bienes para saldar el pago.
Desde que comenz¨® la pandemia, como ocurri¨® en muchas Redacciones, los periodistas de El Nacional se fueron a casa. Las restricciones de las cuarentenas, sumadas a la prolongada crisis econ¨®mica venezolana, tambi¨¦n han golpeado al periodismo. Algunos medios han cerrado sus oficinas ante la incertidumbre. Venezuela a¨²n no tiene un horizonte de la vuelta a cierta normalidad. El Gobierno de Nicol¨¢s Maduro ni siquiera ha anunciado un plan de vacunaci¨®n. Lisseth Boon, jefa de investigaci¨®n del portal Runrunes, ha decidido no quedarse en casa y cada d¨ªa va a su lugar de trabajo. Est¨¢ sola en la Redacci¨®n.
El refugio en internet
Boon vivi¨® un momento de cambio en los medios tradicionales. Trabajaba en la Cadena Capriles, due?a del tabloide popular ?ltimas Noticias, cuando fue comprada por empresarios cercanos al chavismo. La l¨ªnea editorial cambi¨®, lo que provoc¨® una estampida de periodistas de la enorme y modernizada sala de redacci¨®n de la empresa. De ese operaci¨®n nacieron un pu?ado de medios independientes digitales como ¡®El Pitazo¡¯ y ¡®Efecto Cocuyo¡¯. Es en peque?as redacciones donde hoy late el periodismo venezolano.
En estos a?os, dice Boon, ha habido grandes p¨¦rdidas, pero tambi¨¦n ganancias. ¡°Ocurri¨® un cambio completo de paradigma en el sistema de medios. Se perdi¨® la especializaci¨®n, porque en medios tan peque?os ya no hay coberturas de fuentes y por tanto no se est¨¢ formando a nuevas generaciones como lo hac¨ªan los grandes diarios. Los cuerpos de econom¨ªa eran potentes en un pa¨ªs petrolero como este y ya no se cubre ese sector¡±, explica desde su oficina. ¡°Parad¨®jicamente se ha fortalecido el periodismo de investigaci¨®n, porque han surgido portales como Armando Info y los nuevos medios digitales han insistido en tener unidades de investigaci¨®n. Hay mucha m¨¢s censura, menos acceso a las fuentes y como respuesta se ha desarrollado m¨¢s el periodismo de investigaci¨®n¡±, agrega.
En estos espacios digitales tambi¨¦n ha interferido el Gobierno. El Ipys alert¨® esta semana, con ocasi¨®n del D¨ªa Mundial del Internet, que en 2020 hubo m¨¢s de 4.200 episodios de censura digital que afectaron a por lo menos 153 medios de comunicaci¨®n, 67 nacionales y 86 extranjeros. El portal para el que trabaja Boon sufre bloqueos sistem¨¢ticos, al igual que Armando Info y El Pitazo, ganador de un Ortega y Gasset en 2019. ¡°Somos medios independientes pero estamos supeditados al control estatal del espectro digital en un pa¨ªs como Venezuela, donde el acceso a internet llega al 50% de la poblaci¨®n, hay cortes de luz y carencias terribles de servicios b¨¢sicos. Somos periodistas en el siglo XXI pensando en volver a la tradici¨®n, al preg¨®n o a lo comunitario, a cosas como las que hace El Bus TV para poder llegar a la gente¡±, apunta la periodista.
La vuelta del pregonero
El Bus TV puede ser la imagen que mejor describe la situaci¨®n de la libertad de expresi¨®n en Venezuela. Este medio alternativo, que se caracteriza por ser offline (fuera de internet), surgi¨® en 2017 en el marco de las protestas gubernamentales, cuando se cumpl¨ªan 10 a?os del cierre de RCTV. Se ha sostenido a medida que avanza la desinformaci¨®n como una denuncia diaria de la censura. Reporteros, en su mayor¨ªa estudiantes de periodismo, se suben a autobuses a narrar noticias a viva voz ¨Dahora con micr¨®fonos y cornetas como una medida de seguridad en pandemia¨D con un marco de cart¨®n que simula un televisor. En medio de la crisis humanitaria, logran llevar informaci¨®n a ocho ciudades del pa¨ªs para atender a parte del grueso de desconectados de un pa¨ªs donde solo cuatro de cada 10 personas tiene una l¨ªnea de m¨®vil. En Venezuela m¨¢s de cinco millones de personas viven en desiertos informativos, seg¨²n Ipys.
En el viaje en bus, ese tr¨¢nsito cotidiano en la tarea de supervivencia en la que est¨¢ sumida la mayor¨ªa en Venezuela, han encontrado la oportunidad para difundir informaci¨®n. Su cofundadora, la periodista Laura Helena Castillo, destaca que en el ¨²ltimo a?o, a pesar de la pandemia, triplicaron el n¨²mero de personas a las que informan en esta especie de periodismo cuerpo a cuerpo. No solo con las emisiones ambulantes, sino con papel¨®grafos (peri¨®dicos murales hechos con papel y marcadores) que se pegan en sitios con gran afluencia como supermercados y farmacias, noticieros que realizan en comunidades usando los balcones de los vecinos como escenario y con otros canales como los grupos de WhatsApp.
La precariedad en la que se ejerce el periodismo en Venezuela los ha juntado, insiste Boon. ¡°Las alianzas colaborativas son una de las f¨®rmulas adoptadas en Venezuela para vencer la censura, reunir recursos, agrupar esfuerzos, reforzar la seguridad jur¨ªdica, digital e incluso f¨ªsica y sortear las precariedades y limitaciones que enfrenta el periodismo venezolano¡±. Entre Runrunes, El Pitazo y Tal Cual integran la Alianza Rebelde Investiga (ARI). Se han unido con medios regionales como El Correo del Caron¨ª, muy presionado por el Gobierno, y El Bus TV tambi¨¦n les ha permitido distribuir sus investigaciones en formatos callejeros. ¡°La desinformaci¨®n es un reflejo del estado de la democracia y lo ocupa todo. Aunque hay un mont¨®n de medios digitales dando la pelea, aqu¨ª es muy dif¨ªcil incidir en la opini¨®n p¨²blica¡±, apunta Boon.
El exilio
El periodista Ewald Scharfenberg sali¨® de Caracas en 2017 con una maleta para unos d¨ªas y cuatro a?os despu¨¦s a¨²n no ha vuelto. Las investigaciones publicadas en Armando Info, el medio que fund¨® en 2014 junto a otros dos socios, sobre el empresario colombiano Alex Saab, presunto testaferro y operador econ¨®mico del Gobierno de Nicol¨¢s Maduro, desataron varias demandas que podr¨ªan llevarles hasta seis a?os a la c¨¢rcel. ¡°Todos me aconsejaron no volver¡±, explica por tel¨¦fono desde Bogot¨¢, donde ¨¦l y uno de sus socios, Roberto Deniz, se han establecido y desde donde mantienen su trabajo al frente del portal de investigaci¨®n. En Caracas dejaron a sus familias y a seis redactores, con los que a distancia a¨²n mantienen vivo el proyecto.
¡°Plataformas como la nuestra tienen un bloqueo casi permanente. En Twitter, de cada 10 personas que pueden dar clic a un enlace de nuestra p¨¢gina en Venezuela, solo una persona puede acceder. Hay muchos otros mecanismos de censura que lo que est¨¢n buscando es intimidarte y desalentarte, a los que producimos informaci¨®n y los que la consumen¡±, se?ala Scharfenberg, que desconf¨ªa de las se?ales de apertura que recientemente ha enviado Maduro sobre un posible di¨¢logo con la oposici¨®n. ¡°Da expresiones de apertura dirigidas a Washington, pero al interior hay cada vez m¨¢s amenazas y control a los pocos medios que quedan¡±.
Su caso no es ¨²nico, Scharfenberg calcula que hay unos 500 periodistas venezolanos exiliados en Colombia. ?l, en cierto modo, se considera un afortunado. Un acuerdo con la revista colombiana Semana les permiti¨® al principio seguir trabajando en sus temas venezolanos y cobrar el salario m¨ªnimo. La mayor¨ªa de los periodistas no tienen esa suerte. La salida de Venezuela suele obligar a abandonar el t¨ªtulo para buscarse la vida de lo que sea.
Armando Info ha logrado seguir con vida. Aqu¨ª vive Alex Saab, el reo m¨¢s famoso y vip de Cabo Verde es la investigaci¨®n que publican en el portal esta semana. El demandante de los periodistas, el propio Alex Saab, es por ahora el ¨²nico que acab¨® preso.
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