La oposici¨®n israel¨ª se al¨ªa para desalojar del poder a Netanyahu
El conservador Bennett ofrece al centrista Lapid apoyo decisivo en un pacto de coalici¨®n
La oposici¨®n israel¨ª se dispone a cerrar un pacto para formar un Gobierno de amplia coalici¨®n con el objetivo de desalojar del poder al actual primer ministro en funciones, el derechista Benjam¨ªn Netanyahu, de 71 a?os, quien ocupa el cargo desde 2009. El dirigente de la oposici¨®n Naftali Bennett, un nacionalista conservador, anunci¨® el domingo en el Parlam...
La oposici¨®n israel¨ª se dispone a cerrar un pacto para formar un Gobierno de amplia coalici¨®n con el objetivo de desalojar del poder al actual primer ministro en funciones, el derechista Benjam¨ªn Netanyahu, de 71 a?os, quien ocupa el cargo desde 2009. El dirigente de la oposici¨®n Naftali Bennett, un nacionalista conservador, anunci¨® el domingo en el Parlamento que va a aportar su decisivo apoyo a ¡°un Gabinete de unidad nacional¡± con el centrista Yair Lapid. Antes tendr¨¢n que cerrar un pacto con siete partidos, de la derecha a la izquierda pacifista, adem¨¢s de contar con el respaldo externo de dos fuerzas pol¨ªticas ¨¢rabes en la C¨¢mara.
Bennett ofreci¨® un discurso de apelaci¨®n a la unidad y justific¨® su decisi¨®n en la dificultad de conformar un Ejecutivo solo con los partidos de la derecha. ¡°Las ¨²nicas opciones son un Gobierno de unidad o unas nuevas elecciones¡±, advirti¨®.
Netanyahu le replic¨® pocos minutos despu¨¦s en una comparecencia en televisi¨®n calificando de ¡°peligro para la seguridad nacional¡± un Gobierno de izquierdas de Lapid y Bennett. ¡°?Qu¨¦ va a pasar en Ir¨¢n o en Gaza? ?Qu¨¦ tipo de disuasi¨®n militar va a suponer?¡±, aleg¨®. ¡°Es la estafa del siglo¡±, clam¨® el primer ministro en funciones mientras tachaba de veleta e inconsistente al l¨ªder de Yamina. Tambi¨¦n consider¨® una ¡°traici¨®n¡± a los electores de la derecha que Bennett sume sus siete esca?os a una coalici¨®n de centroizquierda.
Si finalmente fragua el nuevo Gobierno de unidad, en una decisi¨®n que tiene que adoptarse antes de la medianoche del mi¨¦rcoles y logra poner fin a la era de Netanyahu al tim¨®n de Israel, el Gabinete tendr¨¢ que lidiar con la debilidad que conlleva su propia diversidad.
La presencia de fuerzas hasta ahora abiertamente antagonistas con ideolog¨ªas antit¨¦ticas obligar¨¢ al nuevo Ejecutivo a desarrollar un programa pragm¨¢tico y de consenso, centrado en la recuperaci¨®n econ¨®mica tras la pandemia y en la consolidaci¨®n del alto el fuego con el que concluy¨® hace apenas 10 d¨ªas la mayor escalada b¨¦lica en la franja de Gaza de los ¨²ltimos siete a?os.
Los analistas pol¨ªticos de la prensa hebrea no le auguran larga duraci¨®n. Las cuestiones m¨¢s sensibles, como las negociaciones de paz con los palestinos o las pol¨¦micas imposiciones de las autoridades religiosas jud¨ªas que pesan sobre la sociedad civil laica, tendr¨¢n que quedar forzosamente aparcadas.
Netanyahu maniobr¨® durante toda la jornada para intentar recuperar el apoyo de los nacionalistas de Yamina, liderados por el exministro Bennett, y de Nueva Esperanza, partido derechista dirigido por el exministro Gideon Saar. A ambos les ofreci¨® presidir por turno un Gabinete de la derecha unida, con tres cabezas visibles. Ambos rechazaron de plano la oferta de ¨²ltima hora.
Saar, que rompi¨® hace un a?o con la disciplina del partido del primer ministro, lo hizo de forma tajante: ¡°Nuestra posici¨®n no ha cambiado, vamos a poner fin a los mandatos de Netanyahu¡±. Bennett convoc¨® a su grupo parlamentario antes de confirmar con el apoyo de todos sus diputados que se encaminaba ¡°hacia un Gobierno del cambio¡±, como se denomina en Israel a la coalici¨®n alternativa de casi toda la oposici¨®n, como ¨²nica posibilidad frente a la convocatoria de las quintas elecciones generales. Ese es el argumento que ha esgrimido Bennett para negarse a pactar con su antiguo mentor y aliado Netanyahu.
Al asumir el reto de formar Gobierno en Israel, despu¨¦s de que Netanyahu fracasara en un primer intento, Lapid, que recibi¨® el mandato el 4 de mayo, ofreci¨® preferencia a la hora de ocupar el cargo de primer ministro a Bennett, a quien dobla en n¨²mero de esca?os en la Kneset (Parlamento). Con tal de poner fin a m¨¢s de dos a?os de bloqueo pol¨ªtico en el que se han sucedido cuatro elecciones legislativas, el l¨ªder centrista se sacrific¨®.
Lapid es un radical laico que defiende la soluci¨®n de los dos Estados para el conflicto con los palestinos. Sin embargo, Bennett es un derechista religioso, partidario de la anexi¨®n a Israel de gran parte de Cisjordania, y ha estado tradicionalmente adscrito al bloque de Netanyahu, junto con los ultraortodoxos y la extrema derecha.
Para convencerle de que se sume a una coalici¨®n con la izquierda y respaldada por los partidos ¨¢rabes, el l¨ªder centrista le tuvo que ceder la direcci¨®n del Gobierno en primer lugar, mientras ¨¦l se reservaba la cartera de Asuntos Exteriores. En 2023, en la mitad de la legislatura, ambos tendr¨ªan que rotar en sus puestos, si finalmente se cierra un acuerdo.
Despu¨¦s de seis a?os de estrategia de oposici¨®n a ultranza frente a Netanyahu, Lapid ofrece ahora un perfil de consenso y moderaci¨®n. Abandon¨® el Ejecutivo del l¨ªder del Likud ¡ªen el que se desempe?¨® como ministro de Finanzas entre 2013 y 2015¡ª y le desafi¨® cinco veces en las urnas.
El jefe de filas del partido Yesh Atid (Hay Futuro) tiene tras de s¨ª a su propio partido, a tres formaciones conservadoras escindidas del Likud (incluida la de Bennett), al Partido Laborista, a Meretz (izquierda pacifista) y a los diputados de la Lista Conjunta y Maan (coaliciones ¨¢rabes que representan a la principal minor¨ªa israel¨ª, con un 20% de la poblaci¨®n).
Antes del mi¨¦rcoles, cuando expira el plazo para que forme Gobierno, tendr¨¢ que confirmarle al presidente del Estado de Israel, Reuven Rivlin, que se presenta a la investidura con posibilidades de ¨¦xito. En caso contrario, el cron¨®metro empezar¨¢ a correr para la convocatoria de nuevas elecciones en oto?o.
Lapid permaneci¨® en silencio a la espera de que el acuerdo que ha negociado fructifique definitivamente. Cuando recibi¨® el encargo de intentar sellar un pacto de coalici¨®n fue mucho m¨¢s expl¨ªcito: ¡°Hace falta un Gobierno que refleje que no nos odiamos unos a otros. Despu¨¦s de dos a?os de par¨¢lisis pol¨ªtica, la sociedad israel¨ª est¨¢ sufriendo. Un Gobierno de unidad no es un compromiso ni un ¨²ltimo recurso; es un objetivo que necesitamos¡±.
¡°El pueblo quiere este Gobierno de cambio¡±
Del esp¨ªritu de unidad en el proyecto de coalici¨®n entre fuerzas pol¨ªticas tan diversas, que adem¨¢s necesita el apoyo externo de dos partidos ¨¢rabes, da idea el mensaje cruzado entre dos diputadas situadas en las ant¨ªpodas de la pol¨ªtica israel¨ª.
La parlamentaria y exl¨ªder de Meretz Tamar Zandberg, representante de la izquierda pacifista, se dirigi¨® a la exministra y diputada del partido Yamina (nacionalista radical) Ayelet Shaked diciendo estas palabras: ¡°Desde mi visi¨®n desde la izquierda tambi¨¦n veo que el pueblo de Israel ¡ªde centro, de derecha y de izquierda¡ª quiere este Gobierno del cambio¡±.
La primera est¨¢ llamada a ejercer la cartera de Medio Ambiente y la segunda a ser la titular de Interior, si se alcanza el acuerdo definitivo de coalici¨®n, en un mismo Gabinete. Zandberg puede equipararse con una militante del partido espa?ol izquierdista Unidas Podemos, y Shaked bien podr¨ªa encuadrarse en las filas del partido ultraderechista Vox. Las dos pol¨ªticas creen, sin embargo, que Israel necesita ahora poner fin a la larga era de Benjam¨ªn Netanyahu en el poder.
¡°La atm¨®sfera de miedo que Netanyahu ha generado a su alrededor¡±, est¨¢ detr¨¢s de este cambio de actitud en la clase pol¨ªtica israel¨ª, argumentaba en su columna en el peri¨®dico Yedioth Ahronoth el prestigioso analista Nahum Barnea. ¡°Desde que lleg¨® al poder por primera vez, hace ahora 25 a?os, Israel se ha convertido en un r¨¦gimen semimon¨¢rquico¡±, razona Barnea. ¡°Ya es hora de restaurar las cosas en su estado anterior y de que volvamos a ser una rep¨²blica normal¡±.