La oposici¨®n israel¨ª se prepara para formar un Gobierno tras el fracaso de Netanyahu
El centrista Lapid tendr¨¢ que coordinar a partidos enfrentados si el presidente de Israel le asigna el encargo
El primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu ¡ªde 71 a?os, 15 de ellos al tim¨®n del poder en Israel¡ª fracas¨® en la medianoche de este martes en su cuarto intento de formar Gobierno desde 2019. Tras vencer el plazo legal, el bloqueo pol¨ªtico instalado en las instituciones a pesar de las sucesivas repeticiones electorales trunc¨® su prop¨®sito. El presidente del Estado israel¨ª, el tambi¨¦n conservador Reuven Rivlin, dispondr¨¢ ahora de tres d¨ªas para designar a otro parlamentario que aspire a conformar una coalici¨®n gubernamental con mayor¨ªa. El l¨ªder de la oposici¨®n, el centrista Yair Lapid, se perfila como el candidato con m¨¢s opciones. En las ¨²ltimas semanas ha emprendido rondas de negociaciones con los partidos del llamado Bloque del Cambio para prepararse a tomar el relevo si el jefe del Estado decide pasarle el testigo.
¡°Ha llegado el momento de un nuevo Gobierno de cambio¡±, anticip¨® Lapid el martes, un exministro de 57 a?os que salt¨® a la pol¨ªtica en 2013 desde la plataforma de popularidad de la televisi¨®n. Impuls¨® desde el Gobierno (entre 2013 y 2015) reformas legales en favor del laicismo que le convirtieron en el gran rival de los ultrarreligiosos. Su oferta de Ejecutivo de amplia coalici¨®n, centrado en la gesti¨®n de la crisis econ¨®mica que se deriva de la pandemia, puede estar respaldada por una mayor¨ªa absoluta sostenida por hasta ocho de los 12 partidos de la Kneset (Parlamento de 120 esca?os).
Despu¨¦s de m¨¢s de dos a?os de bloqueo pol¨ªtico y de cuatro comicios legislativos consecutivos sin resultados concluyentes, Netanyahu hab¨ªa entrado en la deriva de una nueva convocatoria a las urnas en oto?o. Pero la clase pol¨ªtica y la sociedad Israel¨ª no parecen estar esta vez dispuestas a permitir que el bucle electoral se eternice. ¡°A Netanyahu se le est¨¢n acabando los conejos en la chistera¡±, resaltaba desde su columna en el diario Maariv el analista pol¨ªtico Ben Caspit.
El primer ministro que m¨¢s tiempo ha gobernado en la historia de Israel lo ha intentado todo con tal de seguir blindado desde el poder frente al juicio por corrupci¨®n que se desarrolla en su contra en Jerusal¨¦n. Cedi¨® el primer turno como jefe del Ejecutivo¡ª en un eventual pacto de coalici¨®n con rotaci¨®n¡ª, a algunos de sus principales rivales del centroderecha; ha alentado con promesas a un peque?o partido islamista ¡ªuno de cada cinco ciudadanos israel¨ªes es ¨¢rabe de origen palestino¡ª para que le invistiera en la Kneset, e incluso ha tratado de cambiar las reglas de juego electoral en el ¨²ltimo instante, con una propuesta de ley presentada sin ¨¦xito en la tarde del martes ante la C¨¢mara, para que el jefe del Gobierno sea elegido directamente por los votantes y no por el Parlamento.
Pese a que su partido, el Likud, fue el m¨¢s votado (30 esca?os) en las elecciones del 23 de marzo, el bloque con dos formaciones pol¨ªticas de la comunidad ultraortodoxa jud¨ªa (16 esca?os) y otra de la ultraderecha religiosa (seis), solo suma 52 diputados. Y se precisa inexorablemente el voto de 61 de los 120 diputados de la Kneset para la investidura.
Otras fuerzas de la derecha, como los nacionalistas religiosos de Yamina (siete esca?os), encabezados por el exministro Naftali Bennett, de 49 a?os, tampoco le garantizan la mayor¨ªa. Bennett, adem¨¢s, ha estado negociando con Lapid un eventual pacto para descabalgar del poder a Netanyahu y alternarse al frente del Gabinete, con el fin de evitar la convocatoria de las quintas elecciones.
El presidente Rivlin parece inclinado a otorgar el encargo de formar Gobierno a Lapid, seg¨²n adelanta en la madrugada del mi¨¦rcoles (poco antes de la media noche en la Espa?a peninsular) la prensa hebrea, a pesar de que su partido centrista, Yesh Atid, el segundo m¨¢s votado en los ¨²ltimos comicios, solo dispone de 17 esca?os. Contar¨ªa para ello con un plazo m¨¢ximo de cuatro semanas antes de que Rivlin tuviera que traspasar finalmente la misi¨®n al propio Parlamento, que deber¨ªa negociar por s¨ª mismo durante otras tres semanas una salida al bloqueo pol¨ªtico. Si se agotase este ¨²ltimo plazo sin resultados tangibles, las leyes fundamentales israel¨ªes prev¨¦n la convocatoria autom¨¢tica de nuevas elecciones legislativas.
El Bloque por el Cambio liderado por Lapid espera aglutinar a dos partidos conservadores (partidarios de los asentamientos en Cisjordania); a dos fuerzas centristas que chocan entre s¨ª; al hist¨®rico Partido Laborista (hoy en horas bajas), a la izquierda pacifista enfrentada a los colonos jud¨ªos, y a cuatro partidos ¨¢rabes, ahora divididos en dos corrientes.
Por encima de irreconciliables diferencias program¨¢ticas y las consabidas exigencias de carteras ministeriales y altos cargos, parecen estar de acuerdo en un m¨ªnimo com¨²n denominador: apear a Netanyahu del poder. El analista pol¨ªtico de la cadena p¨²blica de radio KAN, Yoav Karkovsky, pronosticaba ante su audiencia, de acuerdo con la transcripci¨®n de Reuters, que Israel ¡°tiene un 40% de probabilidades de contar con un nuevo Gobierno y un 60% de dirigirse hacia otras elecciones¡±.
De figura ceremonial a ¨¢rbitro decisivo
El presidente de Israel es una figura ceremonial que ante el bloqueo pol¨ªtico adquiere facultades arbitrales decisivas. Cuando est¨¢ pr¨®ximo a expirar su mandato, Reuven Rivlin, de 81 a?os, se dispone a tomar una decisi¨®n que puede dar un gran giro a la pol¨ªtica israel¨ª. Las maniobras de ¨²ltima hora del primer ministro han levantado una cortina de humo a trav¨¦s de la cual deber¨¢ discernir este veterano pol¨ªtico con su experiencia de d¨¦cadas como ministro y parlamentario.
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