Keiko Fujimori recorta distancias y roza el empate con Pedro Castillo en las presidenciales peruanas

Entre uno y dos puntos porcentuales. As¨ª de peque?a es la brecha que separa a Keiko Fujimori de Pedro Castillo, candidatos a la presidencia de Per¨² que se enfrentan este domingo en la segunda vuelta. El ¨²ltimo lleva toda la campa?a dominando la carrera hasta el Palacio de Gobierno, pero en el ¨²ltimo mes la candidata de la derechista Fuerza Popular ha conseguido arrastrar a buena parte de los indecisos. Castillo contaba desde la casilla de salida con casi la mitad de los votos efectivos; Fujimori part¨ªa con menos de un tercio y con la carga de su apellido y de su propio pasado. Para superar esta distancia, la hija del expresidente Alberto Fujimori se ha apoyado en la polarizaci¨®n.

Pedro Castillo ha labrado una carrera pol¨ªtica fuera de los canales habituales de la ¨¦lite pol¨ªtica lime?a. Desde el sindicalismo educativo y alejado de la capital, super¨® la primera vuelta de las elecciones, celebrada el 11 de abril, para sorpresa de muchos. Tras conocerse que ser¨ªa el rival de Fujimori, Castillo desembarc¨® en la carrera hacia la segunda vuelta de las presidenciales con posturas de izquierda en el aspecto econ¨®mico, envueltas en conservadurismo moral y ret¨®rica de pueblo despojado contra, precisamente, esa ¨¦lite lime?a a la que pertenece su adversaria. Para contrarrestar esa ret¨®rica, Fujimori ha centrado todo su discurso en la l¨®gica del orden (ella) frente al caos, tratando de identificar a Castillo con las derivas autoritarias y antimercado de pa¨ªses vecinos, particularmente Venezuela. Con ello, la candidata ha confiado en que el miedo o el rechazo ideol¨®gico fueran lo suficientemente importantes como para atraerse a votantes que, m¨¢s que elegirla a ella, escoger¨ªan a cualquiera antes que a Pedro Castillo. Seg¨²n los datos, la polarizaci¨®n est¨¢ funcionando justamente en este sentido.

Adem¨¢s de las encuestas cl¨¢sicas de intenci¨®n de voto, en las que se permite a los encuestados mostrar indecisi¨®n o elegir el voto en blanco, las principales casas demosc¨®picas peruanas realizan en la recta final lo que llaman simulacros de votaci¨®n: estudios que cuentan con las mismas garant¨ªas de representatividad que las encuestas, pero en los que adem¨¢s se restringe la elecci¨®n a dos candidatos con una papeleta simulada. De ah¨ª se extrae un c¨¢lculo de votos v¨¢lidos emitidos para cada candidato, reduciendo al m¨¢ximo las posibilidades de duda del encuestado. El promedio de los ¨²ltimos cuatro simulacros de voto publicados eleva al m¨¢ximo la incertidumbre con respecto al resultado electoral: 50,4% de intenci¨®n de voto para Castillo, apenas 0,7 puntos menos para Fujimori (49,7%).

Esta min¨²scula diferencia se ha venido haciendo m¨¢s peque?a en la segunda mitad de mayo. Los primeros simulacros de votaci¨®n mostraban huecos que, aunque dentro o alrededor del margen de error, eran m¨¢s significativos: entre 3 y 5 puntos porcentuales. En una de las simulaciones, Fujimori se sit¨²a por delante de Castillo aunque apenas por 1,4 puntos.

La tendencia individualizada de cada simulacro tambi¨¦n apunta en esta misma direcci¨®n. Por ejemplo, el elaborado por la encuestadora Ipsos Per¨² marc¨® una p¨¦rdida de 1,5 puntos para Castillo entre el 21 y el 28 de mayo (de 52,6% a 51,1%) y un ascenso del mismo valor para Fujimori (de 47,4% a 48,9%). En el realizado por Datum, el que otorgaba la mayor ventaja a Castillo (6,4 puntos: 53,2% vs. 46,8%), la contienda se sald¨® con un empate virtual (50,5% vs. 49,5%) en solo una semana.

Basado en estos mismos datos, el pron¨®stico estad¨ªstico de la plataforma independiente C¨¢lculo Electoral elabora un pron¨®stico que discrimina y corrige los sesgos y las calidades de las encuestas. Dicho ejercicio sirve, m¨¢s que como mecanismo de predicci¨®n indiscutible, como herramienta para calibrar la incertidumbre: ?c¨®mo de segura o insegura es una victoria del candidato que lidera las encuestas a una semana de la votaci¨®n?, ?cu¨¢ndo se inicia la limitaci¨®n normativa que se aplica a los medios radicados en territorio peruano para publicarlas? La respuesta de los analistas Ricardo Viteri, Sebasti¨¢n Naranjo y Carolina Viteri es que Castillo tiene unas posibilidades de seis sobre diez de ganar las elecciones, mientras que Fujimori cuenta con las cuatro restantes. Es decir, la certidumbre respecto al resultado es escasa cuando se transita por m¨¢rgenes de intenci¨®n de voto tan estrechos.

La extremada polarizaci¨®n de estas elecciones es, de hecho, la raz¨®n que explica que la decisi¨®n sobre a qui¨¦n no votar pese tanto o m¨¢s que la elecci¨®n del candidato a qui¨¦n s¨ª se va a conceder el voto. El electorado peruano se est¨¢ movilizando de una manera extraordinaria, y el equilibrio al que se tiende es la divisi¨®n del pa¨ªs en dos mitades. Se trata en cierta medida de una ilusi¨®n que los dos candidatos han alimentado pero que tiende a desdibujarse fuera de la carrera hacia la Presidencia de Fujimori y Castillo. Esta ilusi¨®n, sin embargo, se percibe como real en los ojos y las mentes de los electores llamados a las urnas pues se les emplaza a deshacer un empate t¨¦cnico entre los rivales. Y para ello cada voto cuenta.

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