Arabia Saud¨ª baja el tono a las mezquitas
Los altavoces deber¨¢n limitar su volumen y ce?irse a la llamada a la oraci¨®n
Arabia Saud¨ª, la cuna del islam, ha decidido limitar el uso y el volumen de altavoces externos en las mezquitas para convocar a la oraci¨®n. El meg¨¢fono solo podr¨¢ utilizarse para la llamada propiamente dicha (adhan) y para la se?al que indica el inicio del rezo (iqamah), pero no para difundir las plegarias enteras o el serm¨®n que sigue a algunas de ellas, seg¨²n una reciente orden del Ministerio de Asuntos Isl¨¢micos. Adem¨¢s, el volumen no podr¨¢ exceder de un tercio de la potencia total del ...
Arabia Saud¨ª, la cuna del islam, ha decidido limitar el uso y el volumen de altavoces externos en las mezquitas para convocar a la oraci¨®n. El meg¨¢fono solo podr¨¢ utilizarse para la llamada propiamente dicha (adhan) y para la se?al que indica el inicio del rezo (iqamah), pero no para difundir las plegarias enteras o el serm¨®n que sigue a algunas de ellas, seg¨²n una reciente orden del Ministerio de Asuntos Isl¨¢micos. Adem¨¢s, el volumen no podr¨¢ exceder de un tercio de la potencia total del aparato. No todo el mundo est¨¢ contento.
La llamada del almu¨¦dano marca el transcurso de la jornada en muchas ciudades de Oriente Pr¨®ximo igual que en el pasado lo hicieron las campanas de las iglesias en Europa. Cinco veces al d¨ªa, su canto m¨¢s o menos afortunado se impone sobre el bullicio urbano para convocar a los fieles al rezo. Ni Estambul, ni El Cairo, ser¨ªan las mismas sin esas interrupciones.
Pero ya hace mucho tiempo que la voz del muec¨ªn se amplifica a trav¨¦s de altavoces que compiten en potencia con los de las mezquitas vecinas, cuando no se sustituye por una grabaci¨®n de calidad variable. Las quejas de los vecinos por la cacofon¨ªa han llevado a regular su uso en algunos pa¨ªses. A menudo, se trata de una medida m¨¢s pol¨ªtica que religiosa o guiada por el bienestar de los ciudadanos.
Tambi¨¦n la decisi¨®n saud¨ª se ha interpretado en el contexto de las reformas que ha introducido el heredero, el pr¨ªncipe Mohamed Bin Salm¨¢n, desde la llegada al poder de su padre, el rey Salm¨¢n. ¡°Es otro paso m¨¢s de la p¨¦rdida de peso de los religiosos¡±, conf¨ªa un analista. El pr¨ªncipe, gobernante de hecho del reino, ya redujo su control de la sociedad cuando sac¨® a la polic¨ªa religiosa de las calles y suaviz¨® algunas restricciones como la segregaci¨®n de sexos o la prohibici¨®n de la m¨²sica en los lugares p¨²blicos.
Muchos saud¨ªes, sobre todo los j¨®venes que suman dos tercios de la poblaci¨®n, celebraron esos cambios en las redes sociales. Quienes discrepaban guardaron silencio. Ahora, sin embargo, los cr¨ªticos est¨¢n haciendo ruido, a pesar del riesgo que supone cuestionar las pol¨ªticas oficiales. Bajo la etiqueta en ¨¢rabe ¡°Llamada a la oraci¨®n. Demanda popular¡± (#???_??????_????_????), cuelgan v¨ªdeos con esos c¨¢nticos en diferentes mezquitas y mensajes en los que abogan por que se mantenga la difusi¨®n de las plegarias.
Uno de los detractores m¨¢s activos, que se identifica como Mohamed al Yehya, tuite¨®: ¡°En tanto que se ha silenciado la lectura del Santo Cor¨¢n a trav¨¦s de los altavoces con la excusa de que molesta a algunas personas, esperamos que se preste atenci¨®n a un amplio segmento de la poblaci¨®n al que molesta la m¨²sica alta en restaurantes y centros comerciales¡±.
Al Yehya, que se presenta, entre otras cosas, como un admirador de la cantante Fairuz, asegura que el pasado viernes hubo muchas quejas de creyentes que no pudieron seguir al imam en varias mezquitas. Debido a la covid, asist¨ªan a la plegaria de mediod¨ªa desde el exterior. Por ello, pide que se revise la medida.
Las quejas parecen haber llegado a lo m¨¢s alto, ya que el propio ministro de Asuntos Isl¨¢micos, Abdullatif al Sheikh, ha comparecido para defender la decisi¨®n. En un v¨ªdeo difundido por la cadena Al Ekhbariyah, reitera el argumento inicial de que responde a las quejas de la gente por el excesivo volumen de los altavoces, en especial de personas mayores y padres de ni?os a los que despierta la llamada a la oraci¨®n. ¡°Quienes quieren rezar no necesitan esperar a la voz del imam; deber¨ªan estar en la mezquita de antemano¡±, zanja, adem¨¢s de recordar que varios canales de televisi¨®n transmiten las plegarias.
Los propagandistas del r¨¦gimen se han apresurado a buscar jurisprudencia isl¨¢mica para respaldar la medida. ¡°Es una puesta en pr¨¢ctica del principio ¡®no hagas da?o a los dem¨¢s, ni los dem¨¢s debieran hacerte da?o a ti¡±, explicaba el diario Saudi Gazette.