La justicia rusa ilegaliza las organizaciones de Navalni y las declara ¡°extremistas¡±

La justicia rusa ha dado este mi¨¦rcoles el golpe definitivo a las organizaciones vinculadas al l¨ªder opositor Alex¨¦i Navalni. Un juez de Mosc¨² ha declarado ¡°extremistas¡± a su Fundaci¨®n Anticorrupci¨®n (FBK) y al movimiento pol¨ªtico vinculado al disidente, que cumple pena de c¨¢rcel por otro caso. La etiqueta, de aplicaci¨®n inmediata, no solo proh¨ªbe estas entidades y fulmina las esperanzas de sus miembros de participar como candidatos independientes en las pr¨®ximas elecciones parlamentarias de septiembre; tambi¨¦n, y acompa?ada de un nuevo marco legal m¨¢s represor aprobado en los ¨²ltimos meses y dise?ado casi a medida, abre la v¨ªa para la en¨¦sima y m¨¢s dura persecuci¨®n judicial contra los aliados de Navalni, los empleados de sus organizaciones, sus simpatizantes activos y hasta sus donantes. Pueden enfrentarse ahora a penas de m¨¢s de una d¨¦cada en prisi¨®n y cuantiosas multas. El abogado principal del caso, Ivan Pavlov, ha anunciado que recurrir¨¢n al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo.

Navalni, el cr¨ªtico m¨¢s feroz contra el Kremlin, y sus aliados denuncian que el proceso que liquida sus organizaciones tiene como objetivo silenciarles y borrarles del mapa pol¨ªtico ruso. Pese a eso, ha recalcado el opositor este mi¨¦rcoles en una publicaci¨®n en Instagram enviada a trav¨¦s de su equipo desde prisi¨®n, su lucha por otra Rusia seguir¨¢ ah¨ª, activa. ¡°No somos un nombre, ni un trozo de papel, ni una oficina. Somos un grupo de personas que unimos y organizamos a los ciudadanos de Rusia que est¨¢n en contra de la corrupci¨®n, por lograr unos tribunales justos e igualdad de todos ante la ley. Hay millones de ellos¡±, dicho el disidente, ¡°y no iremos a ninguna parte¡±.

Navalni est¨¢ en prisi¨®n, condenado a dos a?os y ocho meses por vulnerar los t¨¦rminos de la libertad condicional de un caso antiguo ¨Dy pol¨¦mico¡ª mientras estaba en Alemania recuper¨¢ndose del grav¨ªsimo envenenamiento que sufri¨® el pasado verano en Siberia y tras el que Occidente ve la mano del Kremlin. Aprovechando su encierro, las autoridades rusas se han afanado por erradicar a sus aliados, perseguir y disuadir a sus partidarios y fulminar a cualquier voz disidente y opositora ¨Dpol¨ªtica, social o medi¨¢tica¡ª antes de las cruciales elecciones legislativas de septiembre.

La decisi¨®n de este mi¨¦rcoles de declarar ¡°extremistas¡± a estas organizaciones, y que ha llegado tras m¨¢s de 12 horas de vista que se ha prolongado hasta bien entrada la noche, implica su total ilegalizaci¨®n. Aunque en previsi¨®n, y ante el temor a nuevos procesos ¡ªy despu¨¦s de que la Fiscal¨ªa suspendiera de forma cautelar sus operaciones¡ª, los aliados de Navalni decidieron a finales de abril cerrar la fundaci¨®n (creada en 2011), que ya hab¨ªa sido declarada ¡°agente extranjero¡± el a?o pasado ¡ªotra traba legal y econ¨®mica para operar¡ª. Tambi¨¦n clausurar las oficinas que el movimiento pol¨ªtico vinculado al opositor hab¨ªa forjado en m¨¢s de 40 ciudades de Rusia; desde Vladivostok hasta Kaliningrado.

Navalni, uno de los enemigos pol¨ªticos m¨¢s visibles del presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, jam¨¢s logr¨® registrar un partido pol¨ªtico, pero a trav¨¦s de su fundaci¨®n y de las potentes y medi¨¢ticas investigaciones sobre la corrupci¨®n de la ¨¦lite pol¨ªtica y econ¨®mica rusa s¨ª teji¨® una malla de oficinas y delegaciones, in¨¦dita en la ¡°democracia controlada¡± rusa y muy activa en la pol¨ªtica local que ha conseguido impulsar protestas multitudinarias contra el Kremlin. Acorralados, el plan de muchos de los aliados de Navalni pas¨® a ser el activismo independiente. Algunos, como su n¨²mero dos Lybov Sobol, aspiraban a presentarse como independientes en las parlamentarias de oto?o.

El caso ha sido juzgado con pruebas declaradas secretas a puerta cerrada (y custodiada por ocho polic¨ªas) y los jueces no han permitido el testimonio de Navalni por videoconferencia desde prisi¨®n. En el juicio, la Fiscal¨ªa Superior de Mosc¨² ha acusado a las entidades vinculadas a Navalni de estar ¡°coordinadas¡± por centros extranjeros que llevan a cabo ¡°acciones destructivas¡± contra Rusia y organizar protestas para derrocar al Gobierno; tambi¨¦n al llamado ¡°cuartel general de Navalni¡± (el movimiento pol¨ªtico) de ¡°implicar¡± en ello a menores.

Este mi¨¦rcoles, la Fiscal¨ªa acus¨® a los asociados de Navalni de ir ¡°m¨¢s all¨¢ de las cr¨ªticas al Gobierno¡±, seg¨²n la transcripci¨®n publicada por el equipo de abogados del opositor. ¡°Est¨¢n sacando a la gente a la calle para cambiar el Gobierno por la fuerza¡±, a?adi¨®.

La lista rusa de ¡°organizaciones extremistas¡± incluye grupos de ultraderecha, organizaciones islamistas, pero tambi¨¦n a los testigos de Jehov¨¢, por ejemplo, que se enfrentan a la persecuci¨®n y a condenas en todo el pa¨ªs. La etiqueta se ha convertido, seg¨²n las organizaciones de derechos civiles, en una f¨®rmula m¨¢s de represi¨®n y una herramienta para silenciar a la disidencia.

La designaci¨®n y condena de este mi¨¦rcoles contra las entidades vinculadas al destacado l¨ªder opositor corta la trayectoria pol¨ªtica de sus aliados y les condena pr¨¢cticamente al ostracismo gracias una nueva ley rubricada por Putin hace unos d¨ªas, que proh¨ªbe participar en las elecciones durante cinco a?os a cualquier persona que haya tenido relaci¨®n con una ¡°organizaci¨®n extremista¡± ¡ªno solo a sus l¨ªderes o miembros, tambi¨¦n a quienes hayan dado apoyo financiero, ¡°organizativo, metodol¨®gico, consultivo¡±¡ª hasta tres a?os antes de haber sido etiquetada as¨ª e ilegalizada.

La oposici¨®n y la disidencia, acorraladas

La decisi¨®n de este mi¨¦rcoles, que da la estocada final a las entidades de Navalni y a sus aliados, se produce en uno de los puntos m¨¢s ¨¢lgidos de las maniobras represivas del Kremlin contra la disidencia. Y puede elevar a¨²n m¨¢s la tensi¨®n entre Rusia y Occidente en v¨ªsperas de la hist¨®rica cumbre entre el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, y el estadounidense, Joe Biden, prevista para dentro de una semana en Ginebra (Suiza) y en la que est¨¢ sobre la mesa entre otros graves asuntos el caso Navalni.

El Kremlin niega que est¨¦ llevando a cabo una campa?a contra la oposici¨®n, pero el golpe contra las organizaciones de Navalni forma parte de una amplia estrategia represiva del Gobierno ruso contra la disidencia, se?ala Rachel Denber, directora para Europa y Asia Central de Human Rights Watch. En los ¨²ltimos meses, las autoridades han iniciado nuevos registros y detenciones contra opositores y activistas cr¨ªticos con el Kremlin, que llegan acompa?ados de nuevas leyes que atenazan a¨²n m¨¢s a las organizaciones sociales. Tambi¨¦n otra oleada de casos contra medios independientes.

El activista Andrei Pivovarov, hasta hace poco ¡ªcuando orden¨® su disoluci¨®n para tratar de evitar el procesamiento de sus miembros¡ª director de Rusia Abierta, una organizaci¨®n civil opositora fundada por el oligarca exiliado Mija¨ªl Jodorkovski, lleva en prisi¨®n preventiva m¨¢s de una semana; est¨¢ acusado de colaborar con una organizaci¨®n ¡°indeseable¡± ¡ªetiqueta impuesta a Rusia Abierta¡ª un delito penal. El exdiputado liberal Dmitri Gudkov, que aspiraba a presentarse a las legislativas como independiente ¡ªsu formaci¨®n, el Partido de los Cambios no ha logrado registrarse¡ª, fue detenido tambi¨¦n la semana pasada y declarado sospechoso en un caso de delitos a la propiedad que denuncia como ¡°inventado¡±. El lunes decidi¨® salir de Rusia ante el temor de acabar entre rejas.

Incluso el l¨ªder de grupo de abogados que defiende a las organizaciones vinculadas a Navalni, Ivan Pavlov, est¨¢ procesado. Pocos d¨ªas despu¨¦s de empezar a ocuparse de la causa por extremismo y tras recalcar que tratar¨ªa de revelar la mayor cantidad de informaci¨®n posible sobre el caso, pese a que las pruebas han sido declaradas secretas, el conocido letrado, que encabeza Equipo 29, una destacada organizaci¨®n que trabaja con casos de libertad de pensamiento, expresi¨®n y sobre la seguridad del Estado, fue acusado de revelar informaci¨®n clasificada de otro proceso de alto nivel, el que se desarrolla contra el periodista de investigaci¨®n, Iv¨¢n Safronov, acusado de espiar para la OTAN.