Biden escenifica su acercamiento a una Europa reticente por la era Trump
El presidente de EE UU llega a Bruselas para asistir a la cumbre de la OTAN y mantener su primera cumbre bilateral con los l¨ªderes de la Uni¨®n Europea
Bruselas acoge este lunes la primera visita de Joe Biden como presidente de Estados Unidos con una expectaci¨®n como no se recordaba desde el aterrizaje de Barack Obama en las pistas comunitarias en 2014. El estadounidense, que el lunes asiste a la cumbre de la OTAN y el martes a la cumbre bilateral UE-EE UU, se encontrar¨¢ un Viejo Continente bastante desconcertado por su inesperado ¨ªmpetu pol¨ªtico y escamado por los vaivenes geoestrat¨¦gicos de la Casa Blanca tras el paso de Donald Trump. La cita de la OTAN estar¨¢ marcada por la resistencia de los aliados europeos a embarcarse en una guerra fr¨ªa contra China como pretende Washington. El encuentro con la UE aspira a poner fin a las guerras comerciales desencadenadas por Donald Trump y a consolidar un eje transatl¨¢ntico frente a la beligerancia de Vlad¨ªmir Putin.
La visita de Obama se produjo durante el segundo mandato de un presidente de mediana edad y bals¨¢mico para el orden internacional. A Europa llega ahora un septuagenario reci¨¦n elegido que en los primeros meses en el poder ha desbordado la capacidad de reacci¨®n de los l¨ªderes europeos, que a duras penas pueden seguir las continuas iniciativas de Biden en pol¨ªtica exterior, econ¨®mica, sanitaria o fiscal.
¡°Nos ha pasado por la izquierda varias veces en estos primeros meses de su mandato¡±, concede un alto cargo europeo, en alusi¨®n a las posiciones de Washington en asuntos como la violencia de Israel en Gaza, la fiscalidad de las empresas o el debate de las patentes sobre las vacunas contra la covid-19. Incluso en la vigilancia del Estado de derecho dentro de la UE: Washington acaba de imponer sanciones por casos de corrupci¨®n pol¨ªtica a Bulgaria, socio del club comunitario desde 2007, mientras Bruselas se ve incapaz de disciplinar a otros socios como Hungr¨ªa, Polonia o Eslovenia.
El desconcierto de los socios europeos se puso de manifiesto durante la ¨²ltima cumbre de la UE (24 y 25 de mayo). Algunos primeros ministros, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, expresaron su resquemor por el intento de Biden de asumir un liderazgo moral en la lucha global contra la pandemia mientras manten¨ªa bloqueada la exportaci¨®n de vacunas. Y, sobre todo, lamentaron las continuas iniciativas unilaterales de un presidente de EE UU que parece dar por descontado el respaldo europeo.
¡°Los contornos de la pol¨ªtica europea de Biden todav¨ªa no est¨¢n claros¡±, apunta Rosa Balfour, directora del centro de estudios Carnegie Europe, durante un encuentro virtual con varios medios internacionales celebrado el pasado mi¨¦rcoles. Balfour se?ala que ¡°en Bruselas todav¨ªa no hay claridad sobre qu¨¦ espera Washington de la UE m¨¢s all¨¢ de un fuerte compromiso sobre China¡±.
El presidente de EE UU gir¨® de repente su posici¨®n sobre la propiedad intelectual de las vacunas contra la covid-19 y se desmarc¨® de la UE para alinearse en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio con los partidarios de suspender las patentes. Biden ha mantenido, adem¨¢s, decisiones unilaterales de Trump como la retirada de tropas de Afganist¨¢n (solo aplazada de mayo a septiembre) o el reconocimiento de la soberan¨ªa marroqu¨ª sobre el S¨¢hara Occidental. Y anunci¨® sin previo aviso, seg¨²n fuentes europeas, su reuni¨®n en Ginebra con el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, una cita de indudable repercusi¨®n para la seguridad del Viejo Continente.
El auge de China
Xi Jinping planea sobre toda esta visita de Biden a Bruselas, pero tambi¨¦n Vlad¨ªmir Putin. Daniel Hamilton, director del Programa Global Europeo del Wilson Center, uno de los centros de pensamiento de referencia de Washington, se refiri¨® esta semana ¨Den una mesa redonda sobre este viaje¨D a la ola de ciberataques sufridos en Estados Unidos recientemente, tanto actos contra agencias p¨²blicas atribuidos al Kremlin como los perpetrados por cibercriminales que buscan recompensa. ¡°Esta es una dimensi¨®n de la seguridad en la que la Alianza [Atl¨¢ntica] no ha hecho tanto como podr¨ªa hasta ahora y creo que les va a pedir [a sus miembros] que hagan m¨¢s¡±.
Luis Sim¨®n, director de la oficina del Real Instituto Elcano en Bruselas, a?ade que ¡°EE UU busca f¨®rmulas de implicar a la OTAN en el debate sobre el posible impacto estrat¨¦gico del auge chino¡±. Para Washington, que ha acu?ado el t¨¦rmino ¡°competici¨®n extrema¡± para referirse al gran rival asi¨¢tico, ¡°China es la ¨²nica potencia que puede desafiar de manera sostenida el orden internacional¡±, seg¨²n Sim¨®n.
Pero fuentes europeas insisten en la necesidad de ¡°mantener un planteamiento equilibrado en la relaci¨®n con China¡±. Bruselas organiza su relaci¨®n con Pek¨ªn sobre la base de un triple eje: como socio comercial, como competidor econ¨®mico y como rival sist¨¦mico.
Sim¨®n prev¨¦ que no ser¨¢ f¨¢cil encontrar el punto de consenso entre las dos orillas del Atl¨¢ntico porque ¡°muchos aliados europeos consideran que el auge de China no es un tema para la Alianza, dado su car¨¢cter militar y su priorizaci¨®n de la regi¨®n euroatl¨¢ntica¡±.
La UE, adem¨¢s, duda sobre la perdurabilidad de la era Biden a la vista del resultado electoral de 2020 y del intento de insurrecci¨®n de los partidarios de Trump que cristaliz¨® en el asalto al Capitolio en enero de este a?o. ¡°EE UU ha sido, es y ser¨¢ el aliado y socio esencial de la UE con independencia de qui¨¦n est¨¦ en la Casa Blanca¡±, apunta una fuente comunitaria. Pero la misma fuente precisa que esa estrecha alianza est¨¢ supeditada ¡°a que ambas partes sigan siendo democracias que comparten los mismos valores fundamentales¡±.
El martes Biden asistir¨¢ a la cumbre con la Uni¨®n Europea, representada por el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen. Sobre la mesa, algunas disputas comerciales entre Washington y Bruselas que deber¨¢n resolverse para que esta entente de democracias liberales que el estadounidense ans¨ªa pise sobre terreno firme.
La nueva Administraci¨®n estadounidense todav¨ªa no ha designado a sus embajadores permanentes ante la UE y la OTAN, dos puestos clave para canalizar las relaciones de la Casa Blanca con ambas instituciones. Trump tard¨® varios meses en cubrir ambas plazas, una dilaci¨®n que en Bruselas se interpret¨® como falta de inter¨¦s por las relaciones transatl¨¢nticas. No es el caso de Biden, cuyo inter¨¦s por colaborar con Europa parece evidente aunque no haya concretado todav¨ªa c¨®mo.
Bruselas y Washington esperan poner fin a las guerras comerciales de los ¨²ltimos a?os
Biden ha tenido el gesto de incluir la visita a Bruselas en su primera gira europea, a diferencia de Obama que ningune¨® las relaciones con el Viejo Continente y, en particular, con la UE, durante sus primeros a?os en la Casa Blanca. El actual presidente llega adem¨¢s en son de paz y concordia transatl¨¢ntica, a diferencia de su predecesor, Donald Trump.
Trump cultiv¨® con esmero y algo de sa?a la confrontaci¨®n con los socios de la UE y los desplantes a los aliados de la OTAN, una organizaci¨®n cuya supervivencia lleg¨® a poner en duda. El l¨ªder europeo que mejor resumi¨® qu¨¦ pod¨ªa hacer la UE con Donald Trump fue el franc¨¦s Emmanuel Macron en la v¨ªspera de la cumbre del G-7 de junio de 2018 (cumbre que resultar¨ªa tormentosa).
La prensa pregunt¨® entonces a Macron qu¨¦ le parec¨ªa que el estadounidense apostase por quedarse cada vez m¨¢s aislado de los aliados tradicionales de Washington y Macron respondi¨®: ¡°Dice que no le importa quedarse solo, quiz¨¢, pero nadie es eterno¡±.
Aquel G-7 acab¨® como el rosario de la aurora a cuenta de las tensiones comerciales. El que acaba de finalizar en Cornualles (Reino Unido), sin embargo, parece haber sentado las bases de un nuevo ciclo, con un acuerdo tan importante como el de un impuesto m¨ªnimo para sociedades que frene la competencia fiscal entre pa¨ªses. El comienzo, tal vez, de una gran amistad recuperada. El problema es que Biden, como Trump, tambi¨¦n es ef¨ªmero.
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