EE UU intenta reorientar la OTAN hacia una defensa de las democracias frente a China
Los aliados europeos se resisten a dirigirse hacia un choque frontal con el gigante asi¨¢tico
La primera visita a Bruselas del secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, se ha centrado este martes en buscar un giro de la OTAN hacia una defensa m¨¢s tajante de los sistemas democr¨¢ticos, erosionados durante los ¨²ltimos 20 a?os. Washington quiere el apoyo de Europa para plantar cara a una ofensiva autoritaria que antiguamente era liderada por la URSS y que ahora obedecer¨ªa, sobre todo, a los designios de China. La nueva orientaci¨®n de la OTAN cuenta con el apoyo entusiasta del Reino Unido o Canad¨¢, pero provoca serias reticencias en buena parte de los aliados europeos, incluidos Alemania y Espa?a.
¡°A veces se nos olvida que [la OTAN] es una iniciativa que agrupa de manera voluntaria a 30 pa¨ªses, con casi 1.000 millones de habitantes, en torno a los valores compartidos de democracia, libertad, y un derecho internacional que garantiza la convivencia pac¨ªfica¡±, ha defendido Blinken en su primera visita como secretario de Estado a la sede de la OTAN en Bruselas. ¡°Estamos viendo un fortalecimiento de las autocracias que supone un reto directo a las democracias¡±, ha a?adido el secretario estadounidense. ¡°El principal reto es demostrar que las democracias son m¨¢s aptas para ofrecer a la gente lo que necesitan y quieren¡±, ha rematado.
Blinken asiste a la reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN que se celebra este martes y mi¨¦rcoles; y tiene previsto reunirse con la presidenta de la Comisi¨®n Europea, Ursula von der Leyen, y con el vicepresidente de la Comisi¨®n y jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell. A la presencia del secretario de Estado en Bruselas se a?adir¨¢ el jueves la participaci¨®n del presidente de EE UU, Joe Biden, en la cumbre europea que celebran los 27 socios de la UE por videoconferencia.
El jefe de la diplomacia estadounidense busca el apoyo de la OTAN y de la Uni¨®n Europea para una geoestrategia del siglo XXI basada en el hiperliderazgo y rivalidad de EE UU y China. Durante la etapa de Donald Trump en la Casa Blanca (2017-2020) ese G-2 era ya evidente, pero Europa prefiri¨® mantener su propio t¨¦rmino medio, dada la ruptura de Washington con el orden internacional vigente.
La llegada de Biden ha devuelto la posibilidad de reconstruir la relaci¨®n transatl¨¢ntica e, incluso, de ampliarla a otras partes del planeta con sistemas pol¨ªticos y legales similares a los de EE UU y la UE. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha asegurado durante un di¨¢logo televisado con Blinken que ¡°fortalecer la asociaci¨®n con democracias similares es una forma de proteger un orden internacional basado en normas¡±. El dirigente de la OTAN ha mencionado a Australia, Nueva Zelanda, Jap¨®n y Corea del Sur como pa¨ªses con los que estrechar lazos en torno a un eje democr¨¢tico.
Blinken ha subrayado durante ese di¨¢logo, moderado por la directora de Carnegie Europe, Rosa Balfour: ¡°Los aliados de la OTAN sumamos el 50% del PIB mundial, tenemos el 50% del poder¨ªo militar, y juntos podemos movilizar mucha innovaci¨®n y tecnolog¨ªa para lidiar con las consecuencias y los desaf¨ªos que plantea el ascenso de China¡±.
Pero entre los aliados europeos no hay un gran consenso para sumarse a esa especie de nueva guerra fr¨ªa, esta vez contra Pek¨ªn y no contra Mosc¨². Para pa¨ªses como Alemania, el gigante asi¨¢tico es un socio comercial vital. Para los pa¨ªses b¨¢lticos y los de Europa central y del Este, la principal amenaza sigue siendo Rusia y prefieren que la OTAN siga concentrada en la protecci¨®n frente a ese pa¨ªs vecino. Espa?a, seg¨²n fuentes diplom¨¢ticas, tambi¨¦n se alinea entre los partidarios de considerar a China ¡°una amenaza m¨¢s sist¨¦mica que militar¡±.
Aun as¨ª, el riesgo de roces con China no para de aumentar. Este mismo lunes, el Consejo de la UE aprob¨® por unanimidad las primeras sanciones contra China desde las fijadas en 1989 por la represi¨®n de las manifestaciones en la plaza de Tiananm¨¦n en Pek¨ªn.
Tras aquel momento de tensi¨®n, las relaciones entre la UE y China no pararon de mejorar. Bruselas respaldo el ingreso del gigante asi¨¢tico en la Organizaci¨®n Mundial de Comercio con un estatus y unas condiciones favorables a su potencia exportadora. Y a finales del a?o pasado, gracias en gran parte al impulso de Angela Merkel, la UE suscribi¨® con China un acuerdo de liberalizaci¨®n de inversiones cuya ratificaci¨®n puede complicarse tras la imposici¨®n de sanciones del lunes por las atrocidades que, seg¨²n Bruselas, est¨¢ cometiendo el r¨¦gimen de Xi Jinping contra la minor¨ªa uigur en la regi¨®n de Xinjiang.
En la Comisi¨®n Europea, algunas voces interpretan que ¡°las sanciones marcan el inicio de una nueva era¡±. Y apuntan como prueba ¡°la rapidez y contundencia¡± con que respondi¨® Pek¨ªn a una decisi¨®n que considera un agravio y una injerencia en asuntos internos. El Gobierno chino adopt¨® de inmediato sus propias sanciones que golpean, entre otros, a varios miembros del Parlamento Europeo.
Pero fuentes diplom¨¢ticas de varios socios europeos atemperan el impacto de unas sanciones que no cuestionan el r¨¦gimen chino sino su actuaci¨®n concreta en un presunto caso de violaci¨®n de derechos humanos. Esas fuentes creen que ¡°no estamos ante un punto de inflexi¨®n, sino ante una puntualizaci¨®n de nuestras relaciones por ambas partes¡±.
La dudosa retirada de Afganist¨¢n el 1 de mayo
La reuni¨®n de ministros de Exteriores de la OTAN, con presencia por primera vez de Antony Blinken, no ha despejado del todo las dudas sobre la presencia de la alianza en Afganist¨¢n, pero ha dejado claro que la retirada de EE UU el 1 de mayo parece descartada. ¡°Blinken no ha concretado lo que van a hacer, pero est¨¢ bastante claro que de aqu¨ª al 1 de mayo no hay tiempo material para organizar la log¨ªstica de una retirada¡±, indicaron fuentes diplom¨¢ticas. La administraci¨®n de Donald Trump hab¨ªa alcanzado un acuerdo con los talibanes para retirar las tropas estadounidenses el 1 de mayo. La salida pondr¨ªa en peligro la viabilidad de la operaci¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica (bautizada como Misi¨®n Apoyo Resolutivo a partir de 2015).
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