John Bercow, el ¡®speaker¡¯ que puso a raya a Boris Johnson al grito de ¡°order, order¡±, se pasa al laborismo
El expresidente de la C¨¢mara de los Comunes acusa al Partido Conservador brit¨¢nico de ¡°reaccionario, populista, nacionalista y hasta xen¨®fobo¡±
El pol¨ªtico que m¨¢s quebraderos de cabeza provoc¨® a sus compa?eros del Partido Conservador brit¨¢nico desde la presidencia de la C¨¢mara de los Comunes, John Bercow (Edgware, Reino Unido, 58 a?os), ha anunciado su salto a las filas del Partido Laborista. Perteneciente a esa clase de representantes p¨²blicos cuya m¨¢s estricta lealtad es siempre hacia s¨ª mismos, el hombre cuyo primer contacto con la pol¨ªtica fue como seguidor del infame conservador Enoch Powell ¨Del autor del famoso discurso xen¨®fobo llamado ¡°r¨ªos de sangre¡±¨D, acusa ahora a sus compa?eros tories de haberse convertido, a ra¨ªz del Brexit, en una formaci¨®n ¡°reaccionaria, populista, nacionalista y, en ocasiones, hasta xen¨®foba¡±.
Lo ha dicho en una entrevista al diario The Observer, en la que tambi¨¦n expresa su deseo de desalojar cuanto antes del poder al primer ministro, Boris Johnson. ¡°He llegado a la conclusi¨®n de que este Gobierno debe ser reemplazado. Y el Partido Laborista es hoy el ¨²nico veh¨ªculo para alcanzar ese objetivo. No existe ninguna otra alternativa con credibilidad¡±, ha dicho.
En la vol¨¢til trayectoria pol¨ªtica de Bercow, su principal enamoramiento fue con Margaret Thatcher y su revoluci¨®n neoliberal. Pero siempre con un ojo atento a sus propios intereses. Fue elegido speaker (presidente de la C¨¢mara de los Comunes) en 2009, cuando el laborista Gordon Brown habitaba Downing Street, con el consenso de los dos principales partidos pol¨ªticos brit¨¢nicos. Un puesto delicado, del que se espera templanza y neutralidad exquisita, pero que en manos de pol¨ªticos con af¨¢n expansivo se convierte en una silla muy poderosa.
Desde esa posici¨®n, un personaje cuyo complejo reconocido es su escasa altura, se elev¨® sobre la amarga refriega provocada por a?os de debate sobre la salida de la UE, y protegi¨® la prevalencia del Parlamento sobre el Ejecutivo y los derechos de los diputados para llevar a la C¨¢mara todas las discusiones planteadas. Bercow se gan¨® el respeto de los laboristas, de los nacionalistas escoceses del SNP y de los conservadores moderados, pero se convirti¨® en la bestia negra del ala dura de los conservadores. Aguant¨® en el puesto pr¨¢cticamente hasta que el Brexit se impuso y el debate agot¨® a ambos bandos.
¡°(Boris Johnson) es un pol¨ªtico muy bueno en campa?a, pero un gobernante muy perezoso¡±John Bercow, expresidente de la C¨¢mara de los Comunes
Extremadamente culto, nunca pudo ni quiso evitar la exhibici¨®n constante de su sabidur¨ªa parlamentaria con constantes discursos improvisados en la C¨¢mara de los Comunes, y adquiri¨® fama internacional ¨Dfue carne de imitaciones y memes¨D con su peculiar modo de gritar ¡°order, order¡±, la interjecci¨®n con que el speaker modera los ¨¢nimos de los diputados en los debates.
Era previsible que su n¨¦mesis, o enemigo ¨ªntimo, fuera alguien con una autoestima al mismo nivel que la suya: Boris Johnson. Bercow ha dicho del primer ministro: ¡°Se trata de un pol¨ªtico muy bueno en campa?a, pero un gobernante muy perezoso. No creo que tenga una visi¨®n pol¨ªtica de una sociedad m¨¢s igualitaria, ni que aspire a una mayor movilidad social ni a mejorar las vidas de aquellos con menos suerte que ¨¦l¡±. Y tambi¨¦n: ¡°Cada vez m¨¢s son las personas hartas de sus mentiras, sus esl¨®ganes vac¨ªos y de su fracaso en cumplir con las promesas¡±.
El impacto pol¨ªtico de un anuncio que no ha sorprendido a los conservadores, que hace ya mucho tiempo que ven en su antiguo compa?ero a un oportunista de libro, reside en la coincidencia con una derrota electoral simb¨®lica y preocupante para los tories. La semana pasada se celebraron elecciones en la circunscripci¨®n de Chesham and Amersham. El fallecimiento de la diputada conservadora, Cheryl Gillan, dej¨® vacante ese esca?o. Los votantes acomodados y cultos de esta buc¨®lica regi¨®n del sur de Inglaterra, fieles durante a?os al Partido Conservador, dieron un enorme varapalo a Johnson y entregaron la victoria a la candidata del Partido Liberal Dem¨®crata, Sarah Green.
Los planes del primer ministro de liberalizar el suelo y fomentar la construcci¨®n de vivienda barata, un mensaje dirigido a su nueva base electoral arrebatada al laborismo, le han enajenado el apoyo de otros votantes de clase media. Y Bercow, con su deserci¨®n, ha simbolizado ese peligro. ¡°Creo que el resultado de esa elecci¨®n nos muestra la profunda desconfianza hacia este Gobierno de una parte de los votantes del sur de Inglaterra¡±, ha dicho el expresidente de la C¨¢mara de los Comunes. ¡°Hay mucha gente decepcionada, incluso asqueada, con todo lo que han hecho¡±.
Los laboristas han celebrado con moderado entusiasmo el desembarco de Bercow, porque los m¨¢s veteranos saben muy bien de qu¨¦ pasta est¨¢ hecho el pol¨ªtico. Durante sus ¨²ltimos a?os como speaker hubo varias acusaciones contra ¨¦l por acoso laboral, que nunca ha querido responder escud¨¢ndose en la confidencialidad del asunto. Sus palabras sobre el nuevo l¨ªder de la oposici¨®n y el que ser¨¢ a partir de ahora su jefe de filas, Keir Starmer, revelan una condescendencia sospechosa: ¡°Quiz¨¢ no sea Bill Clinton o Barack Obama, pero es decente, honorable e inteligente, y contempla la pol¨ªtica como un servicio p¨²blico¡±, ha dicho. La mujer de Bercow, Sally Kate (52 a?os) es miembro del laborismo desde hace a?os, y ha ocupado puestos municipales de responsabilidad.
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