La doble vida de Franco A. y la infiltraci¨®n de la ultraderecha en el Ej¨¦rcito alem¨¢n
La radicalizaci¨®n de soldados y polic¨ªas preocupa al Gobierno alem¨¢n, que en solo tres a?os ha detectado 1.400 casos entre sus fuerzas de seguridad
Un tribunal de Fr¨¢ncfort juzga estos d¨ªas a Franco A., un oficial de la Bundeswehr, el Ej¨¦rcito alem¨¢n, de 32 a?os acusado de planear ataques terroristas contra destacadas personalidades p¨²blicas defensoras de la integraci¨®n de los inmigrantes. Su detenci¨®n, en 2017, destap¨® una trama ultraderechista que desconcert¨® a la sociedad alemana y puso en guardia a las autoridades, que hasta entonces no acababan de tomarse en serio el goteo de sospechas de extremismo de derechas que se iba detectando tanto en el Ej¨¦rcito como en los cuerpos de seguridad. Seg¨²n los fiscales del caso, Franco A. consigui¨® armas y munici¨®n para atentar contra pol¨ªticos y activistas con el objetivo de culpar de los asesinatos a un refugiado sirio. Ese refugiado era ¨¦l mismo. Durante 15 meses, el teniente de la Bundeswehr mantuvo una doble vida: en el cuartel donde estaba destinado, y en un albergue para solicitantes de asilo de Baviera. Cuando estall¨® el esc¨¢ndalo, el Gobierno de Angela Merkel afirm¨® que purgar¨ªa el Ej¨¦rcito de ultraderechistas. Solo en 2020 se detectaron 477 casos sospechosos de extremismo, seg¨²n la ¨²ltima cifra de los servicios secretos militares.
Horst Seehofer, el ministro del Interior, present¨® en octubre pasado un estudio que trataba de documentar por primera vez el grado de infiltraci¨®n de la extrema derecha en los cuerpos de seguridad. Report¨® 1.400 casos sospechosos entre soldados, polic¨ªas y agentes de inteligencia en tres a?os. El ¨²ltimo esc¨¢ndalo estaba muy reciente: la Bundeswehr acababa de disolver una compa?¨ªa entera de la unidad de ¨¦lite conocida como KSK (Comando de Fuerzas Especiales) por los v¨ªnculos de sus miembros con la extrema derecha. Se descubri¨® que uno de sus oficiales ocultaba en el jard¨ªn de su casa explosivos, armas y 6.000 cartuchos robados al Ej¨¦rcito, adem¨¢s de todo tipo de parafernalia nazi. Ya hab¨ªa sospechas sobre ellos: tres a?os antes, esa compa?¨ªa hab¨ªa protagonizado una fiesta con m¨²sica de grupos neonazis y saludos a Adolf Hitler. No hubo consecuencias.
Un comportamiento similar de varios soldados destinados en Lituania en una misi¨®n de la OTAN s¨ª tuvo consecuencias dr¨¢sticas esta semana. Defensa decidi¨® enviar de vuelta a Alemania a un pelot¨®n completo por entonar c¨¢nticos antisemitas y dedicar el cumplea?os feliz a Hitler durante una borrachera en una fiesta celebrada en un hotel. Todos se enfrentan a sanciones y algunos, entre ellos los responsables de una presunta agresi¨®n sexual, a la expulsi¨®n.
El Gobierno alem¨¢n admite que tiene un problema con el extremismo de derechas, que se considera la mayor amenaza para la seguridad del pa¨ªs, por encima del terrorismo islamista. Los casos han aumentado en general, pero preocupan especialmente los de los cuerpos de seguridad. ¡°Este personal tiene acceso a armas y municiones, conocimientos t¨¢cticos y operativos, y acceso a informaci¨®n sensible y bases de datos¡±, apunta el informe de los servicios secretos internos alemanes presentado en octubre pasado. Estos casos suponen ¡°un peligro considerable para el Estado y la sociedad¡±.
Alexander M¨¹ller, diputado del partido liberal (FDP) y miembro del comit¨¦ de Defensa del Bundestag (C¨¢mara baja), dice que hay que ¡°desarrollar medidas preventivas para aumentar la resiliencia a las ideas extremistas¡± en el Ej¨¦rcito. M¨¹ller critica que el Gobierno de Angela Merkel se niega a facilitar cifras actualizadas y pide m¨¢s transparencia. En los datos de 2019 y 2020 se aprecia un incremento de casos sospechosos. ¡°No me atrevo a decir si se debe a que crecen las actitudes extremistas o a que las autoridades investigan con mayor dedicaci¨®n¡±, desliza. El organismo encargado de detectar a los ultraderechistas en las filas de la Bundeswehr, el MAD (Servicio de Contrainteligencia Militar), recibi¨® durante a?os muchas cr¨ªticas por tolerar o no buscar activamente estos casos. Hasta hace relativamente poco, las autoridades sol¨ªan restar importancia a lo que consideraban casos aislados.
Pero el de Franco A. demostr¨® que este sector estaba organizado. Hab¨ªa redes que agrupaban a soldados, polic¨ªas y otros perfiles para planear lo que se conoce como D¨ªa X, un ataque que colapsar¨ªa el orden democr¨¢tico alem¨¢n, tal como cuenta una detallada investigaci¨®n de The New York Times publicada con ocasi¨®n del juicio. Tras la detenci¨®n del teniente, que escond¨ªa armas y munici¨®n robada, un ejemplar de Mein Kampf de Hitler y varios documentos que demostrar¨ªan que hizo vigilancias a posibles objetivos, el Ej¨¦rcito orden¨® registros aleatorios en cuarteles por toda Alemania. Encontr¨® 41 objetos de parafernalia nazi.
¡°No debemos generalizar y empezar a decir que todo el Ej¨¦rcito es de ultraderecha. La gran mayor¨ªa respeta la Constituci¨®n que juraron¡±, asegura Cornelia Lotthammer, portavoz de la Red de Prevenci¨®n de la Violencia, una ONG que se dedica a formar a profesores, polic¨ªas y funcionarios de prisiones para ense?ar a detectar actitudes extremistas. ¡°No es tan f¨¢cil distinguir si alguien dice determinadas cosas para presumir o si realmente es una persona peligrosa¡±, explica. ¡°La formaci¨®n permite prevenir que por ejemplo unas pocas personalidades carism¨¢ticas sean capaces de arrastrar a otros compa?eros y radicalizarlos. Se puede inhibir ese arrastre, inmunizar contra la radicalizaci¨®n¡±, se?ala. El a?o pasado se descubri¨® que cerca de 200 polic¨ªas de Renania del Norte-Westfalia compart¨ªan en un chat contenido de extrema derecha: fotos de adornos de navidad con la forma de la runa de las SS y con la inscripci¨®n Sieg Heil (el grito de victoria de las tropas nazis), comentarios racistas, etc¨¦tera.
La organizaci¨®n de Lotthammer cree que el asesoramiento externo ayudar¨ªa al Ej¨¦rcito alem¨¢n y a los cuerpos policiales a detectar antes estos casos: ¡°Equipos de fuera, m¨¢s independientes, como nuestra ONG, tendr¨ªan m¨¢s ¨¦xito en formar a las personas. Querr¨ªamos ofrecer nuestra ayuda como ya hacemos en las c¨¢rceles¡±, dice Lotthammer. No hay estudios sobre cu¨¢ntos soldados o polic¨ªas se alistaron ya con ideolog¨ªa extremista y cu¨¢ntos fueron radicalizados una vez entraron en el cuerpo. Siemtje M?ller, portavoz de seguridad y defensa en el grupo parlamentario del SPD, asegura que ser¨ªa bueno saberlo porque en ese caso los servicios secretos no habr¨ªan hecho bien su trabajo al no detectar esas actitudes. Una enmienda a la ley que regula el estatuto de los soldados introdujo en 2017 el control de seguridad rutinario previo al reclutamiento, una norma ¡°que tiene mucho sentido¡±, dice M¨¹ller.
El falso refugiado sirio
La defensa de Franco A. mantiene en el juicio que el militar se hizo pasar por refugiado para destapar el fraude del sistema de asilo alem¨¢n y que no ten¨ªa intenci¨®n ni de atentar contra nadie ni mucho menos de tratar de hacer pasar los asesinatos por terrorismo islamista cometido por un refugiado. La Fiscal¨ªa replica que para eso no necesitaba permanecer 15 meses en el sistema, durante los que lleg¨® a cobrar 3.000 euros del Estado.
Los investigadores a¨²n se preguntan c¨®mo pudo pasar como sirio un hombre que no hablaba ¨¢rabe y solo chapurreaba franc¨¦s. Franco A. fue descubierto porque un empleado del aeropuerto de Viena encontr¨® por casualidad una pistola en un ba?o en enero de 2017. La polic¨ªa le tendi¨® una trampa. Esper¨® a ver qui¨¦n iba a recogerla y se encontr¨® con que las huellas dactilares identificaban a dos personas: un teniente del Ej¨¦rcito y un refugiado sirio. En los registros encontraron listados de posibles v¨ªctimas ¡ª¨¦l asegura que solo quer¨ªa investigarles¡ª y croquis de los edificios donde estas trabajaban.
El extremismo de Franco A. deber¨ªa haber llamado la atenci¨®n de sus superiores mucho antes. En una tesis acad¨¦mica que escribi¨® en 2014, advert¨ªa contra el mestizaje y empleaba vocabulario claramente nacionalista y racista. Pero entonces no saltaron las alarmas.
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