¡°No estamos ganando la batalla al terrorismo, pero hemos aprendido de nuestros fracasos¡±
Mohamed Bazoum, presidente de N¨ªger, apuesta por la escolarizaci¨®n de ni?as para combatir la explosiva demograf¨ªa del pa¨ªs del 4% anual
N¨ªger es el pa¨ªs de los grandes desaf¨ªos: enclavado en el ¨¢rido Sahel, sin salida al mar, con las tasas de analfabetismo, pobreza y natalidad m¨¢s altas del mundo, atravesado por una de las principales rutas migratorias hacia Europa y en los ¨²ltimos a?os seriamente golpeado por la violencia de yihadistas y bandas de criminales. En febrero, Mohamed Bazoum, profesor de Filosof¨ªa de 61 a?os y miembro de la minor¨ªa ¨¢rabe, se convirti¨® en nuevo presidente del pa¨ªs con un duro discurso de resistencia y lucha frente al terrorismo, pero tambi¨¦n con la Educaci¨®n como renovada bandera para afrontar todos esos retos, seg¨²n explica en esta entrevista en exclusiva con EL PA?S realizada el s¨¢bado por la noche en un sal¨®n de la residencia presidencial en Niamey.
Pregunta. Su llegada al poder represent¨® el primer traspaso entre civiles en la historia de N¨ªger. En una regi¨®n con ejemplos recientes de deterioro de la calidad democr¨¢tica, ?cu¨¢l es la clave?
Respuesta. La democracia en N¨ªger es aut¨¦ntica al menos desde 1991. Hemos tenido golpes de Estado, pero hay cosas que no han cambiado nunca. Tenemos una Constituci¨®n que consagra un r¨¦gimen semipresidencialista, mantenemos un buen sistema de elecci¨®n y una comisi¨®n electoral realmente independiente. Estas tres grandes conquistas son la prueba del car¨¢cter aut¨¦ntico de la democracia en N¨ªger y es lo que permiti¨® la elecci¨®n de una persona como yo, miembro de una comunidad ultraminoritaria.
P. Usted ha lanzado una importante apuesta por la Educaci¨®n como instrumento transformador, pero con una tasa de analfabetismo superior al 70% y una media de siete hijos por mujer, ?c¨®mo espera resolver esta ecuaci¨®n?
R. El crecimiento demogr¨¢fico de N¨ªger, de un 4% anual, es el reflejo de la mala calidad del sistema educativo. Los estudiantes tienen muchas dificultades para aprender a leer y escribir, pero para elevar su nivel hay que mejorar la formaci¨®n de los profesores. En segundo lugar, un 40% de los alumnos abandona la escuela despu¨¦s de Primaria porque deben trasladarse a otros pueblos. Por eso promovemos institutos de proximidad y, espec¨ªficamente para las ni?as, que son las principales v¨ªctimas del abandono escolar, la creaci¨®n de internados para que el Estado se ocupe de su escolarizaci¨®n. De esta manera mejoramos su nivel educativo y las protegemos de un matrimonio precoz y de empezar con los embarazos a los 13 a?os, ofreci¨¦ndoles una perspectiva de estudios superiores y de empleo. Es con la educaci¨®n como esperamos remediar el fen¨®meno de la demograf¨ªa galopante.
P. N¨ªger tiene dos frentes yihadistas abiertos y en plena expansi¨®n, por el este en la regi¨®n de Diffa, y en el oeste, Tahoua y Tillab¨¦ri, ?c¨®mo va a hacer frente a esta amenaza?, ?el di¨¢logo con estos grupos armados, como se plantea en Mal¨ª o Burkina Faso, es una soluci¨®n?
R. El Estado Isl¨¢mico del Gran Sahara, que tiene sus bases en Mal¨ª, pero que opera sobre nuestro territorio, tiene por jefe a un saharaui que no tiene ninguna reivindicaci¨®n sobre N¨ªger, no es un interlocutor para nosotros, no est¨¢ en nuestro territorio, no es de nuestro pa¨ªs. La otra organizaci¨®n, Estado Isl¨¢mico de ?frica Occidental, tiene sus bases en Nigeria, sus jefes son de ese pa¨ªs y tampoco tienen ninguna reivindicaci¨®n sobre N¨ªger. Incluso si quisi¨¦ramos tener interlocutores no los tendr¨ªamos, as¨ª que el problema no es el mismo aqu¨ª que en Burkina Faso, Nigeria o Mal¨ª. Eso no significa que no pasemos mensajes a los j¨®venes nigerinos que pertenecen a estos grupos, pero ponemos el acento en la eficacia de nuestra acci¨®n militar, hemos aprendido mucho de nuestros fracasos y nuestra estrategia est¨¢ mejorando. La prueba es que en Diffa ya estamos facilitando el regreso a casa de la poblaci¨®n desplazada.
P. ?Significa eso que, en su opini¨®n, est¨¢n ganando la batalla al yihadismo?
R. No estamos ganando la batalla porque es un fen¨®meno en plena expansi¨®n. La situaci¨®n interna de Mal¨ª [donde ha habido dos golpes de Estado en menos de un a?o y gobierna un militar] no ha permitido la movilizaci¨®n de recursos que esperamos para hacer frente al terrorismo. Mientras la situaci¨®n en ese pa¨ªs no evolucione favorablemente habr¨¢ un gran espacio estrat¨¦gico para el terrorismo en ?frica occidental que seguir¨¢ plante¨¢ndonos problemas.
P. Usted anima al retorno de los desplazados que huyeron por la violencia, ?esos pueblos son ahora seguros?
R. Nunca nos habr¨ªamos planteado ese retorno si no tuvi¨¦ramos la certeza de garantizar su seguridad. Si no, ser¨ªa un trabajo in¨²til. Volviendo a sus casas y a sus actividades econ¨®micas entran en una perspectiva de resistencia frente al terrorismo y contribuyen al esfuerzo del Estado. Contamos con utilizar a la poblaci¨®n como palanca para contribuir a la seguridad de la zona, no en primera l¨ªnea, que para eso est¨¢n nuestras fuerzas de defensa. Pero las lecciones que hemos aprendido de nuestro combate de seis a?os contra Boko Haram nos autorizan a contemplar, con mucha serenidad, el retorno de la poblaci¨®n a sus pueblos.
P. ?Le inquieta el fin de la operaci¨®n francesa Barkhane y la reducci¨®n de tropas galas en el Sahel?, ?cree que se puede ver debilitada la eficacia de la respuesta militar?
R. Siempre he pensado que la doctrina de empleo de fuerzas francesas en el teatro saheliano no dar¨ªa unos resultados a la altura de las fuerzas movilizadas. La forma mejor adaptada a la lucha contra los terroristas no es la que podemos esperar de Barkhane, los terroristas a los que nos enfrentamos van en motos y son capaces de desaparecer en el campo con mucha facilidad. Con columnas de blindados y veh¨ªculos pesados que se desplazan en masa, algo que es perceptible desde muy lejos, el enemigo tiene muchas ventajas. Las formas de combate m¨¢s apropiadas son aquellas que llevan a cabo fuerzas especiales, ligeras. Pienso que es una de las lecciones que las autoridades francesas han aprendido y adaptan su dispositivo a las exigencias de la situaci¨®n.
P. El norte de Nigeria fronterizo con N¨ªger vive una gran inestabilidad por la presencia de bandas de delincuentes que roban, secuestran y matan, ?le inquieta que grupos yihadistas aprovechen para penetrar y crear un corredor en todo el sur del pa¨ªs?
R. Los grupos que operan en el bosque fronterizo entre N¨ªger y los Estados nigerianos de Katsina y Zamfara son vulgares bandidos que han encontrado una tierra de nadie e inquietan a la poblaci¨®n a ambos lados de la frontera. En mi opini¨®n, son grupos que dif¨ªcilmente caer¨¢n en una l¨®gica terrorista y lo que constatamos, en sentido contrario, es que son los terroristas, cuya dimensi¨®n religiosa est¨¢ saltando en pedazos, quienes se est¨¢n convirtiendo en bandidos. El contagio se produce por tanto a la inversa. No se puede crear un continuum yihadista de Diffa hasta Tillab¨¦ri porque los terroristas necesitan ¨¢rboles, bosques, santuarios y existe una gran zona sin vegetaci¨®n entre Katsina y el Lago Chad.
P. Por N¨ªger atraviesa una de las principales rutas migratorias hacia el Mediterr¨¢neo y Europa, ?qu¨¦ piensa usted de este fen¨®meno?
R. La migraci¨®n de j¨®venes africanos es una expresi¨®n del sufrimiento que se vive en ?frica y que afecta particularmente a su juventud. Para que una persona abandone su casa debe tener razones muy serias. N¨ªger no es pa¨ªs de origen porque la tasa de escolarizaci¨®n y el nivel de la educaci¨®n son tan bajos que los chicos no adquieren los conocimientos que le permiten acceder a la conciencia de intentar llegar a Europa. Tras la ca¨ªda de [Muamar el] Gadafi, Libia se convirti¨® en un aut¨¦ntico colador, pero nosotros nos organizamos para evitar que N¨ªger fuera el pasillo por el que transitan esos emigrantes, hemos aplicado una pol¨ªtica dura de lucha contra la migraci¨®n y hemos tenido grandes resultados a partir de 2017. Aunque algunos africanos lo siguen intentando, hoy N¨ªger ya no es un pa¨ªs de tr¨¢nsito como era antes.
P. ?Qu¨¦ impacto sanitario y econ¨®mico ha tenido la covid-19 en N¨ªger y qu¨¦ piensa de las dificultades de acceso a las vacunas en el continente?
R. Sanitario no mucho. Hemos tenido unas 5.000 personas contagiadas y 193 muertos, con una veintena de personas hospitalizadas en este momento. Sin embargo, las medidas adoptadas como el cierre de fronteras y la paralizaci¨®n de la actividad han tenido un efecto econ¨®mico catastr¨®fico, un empobrecimiento muy alto en un contexto que ya era muy dif¨ªcil. Por otra parte, nuestro problema con las vacunas no es el acceso, tenemos de China y del mecanismo Covax, sino la falta de recursos para movilizar los equipos para vacunar. Hacerlo con nuestro presupuesto es muy caro, no es concebible teniendo en cuenta el nivel de prevalencia de la enfermedad.
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