Exmilitares colombianos, mano de obra del mercado mercenario

El magnicidio del presidente de Hait¨ª, Jovenel Mo?se, es un rompecabezas al que le faltan piezas y tendr¨¢ que armarse a pedazos entre Hait¨ª y Colombia retrocediendo al menos tres meses, cuando aparecieron las primeras ofertas de reclutamiento a los exmilitares colombianos.

El mi¨¦rcoles 7 de julio, mientras en Puerto Pr¨ªncipe imperaba el caos tras el asesinato del presidente, uno de los sospechosos, el exmilitar colombiano, Duberney Capador, se comunicaba con su familia. A las 11.30 de la ma?ana habl¨® con su hermana Yenny para decirle que estaba acorralado. ¡°Me dijo que hab¨ªan llegado tarde para la persona que ten¨ªa que cuidar, que les estaban disparando y que iban a negociar la salida¡±, dice por tel¨¦fono a EL PA?S Yenny Capador, desde Quind¨ªo en Colombia.

Su ¨²ltima comunicaci¨®n- relata- fue a las 17.31 de ese d¨ªa, cuando le asegur¨® que estaba bien y pregunt¨® si hab¨ªan visto las noticias, y aunque ella le escribi¨® el jueves a la madrugada ya no encontr¨® respuesta. ¡°En Semana Santa (abril) lo llamaron para contratarlo de una empresa de seguridad muy buena e importante para irse a Hait¨ª¡±, dice la mujer que por la televisi¨®n supo que su hermano, junto al sargento primero Mauricio Romero Medina, era uno de los muertos. Ella le pide al Gobierno colombiano que le ayude a repatriar el cad¨¢ver. Hasta ahora la Polic¨ªa haitiana se?ala a 28 involucrados, 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano. De los exmilitares colombianos han detenido a 20, fallecieron tres y el resto, siguen fugitivos.

La historia de Capador es similar a la que narran otros familiares de los capturados por la polic¨ªa haitiana se?alados por el magnicidio. De una agencia de seguridad les ofrecieron 2.700 d¨®lares al mes para cuidar personalidades importantes, no les daban informaci¨®n acerca del lugar al que ser¨ªan asignados, estaban siendo entrenados y hospedados en una casa campestre en Hait¨ª. La Polic¨ªa de Colombia ha identificado a cuatro empresas que pagaron los billetes a¨¦reos y estad¨ªa en la isla, pero no han revelado m¨¢s detalles ni es claro si hab¨ªa un contrato firmado que pruebe lo dicho por los parientes de los militares.

El peril de los se?alados

Lo ¨²nico claro es el perfil de los colombianos se?alados del magnicidio: eran todos militares con mucha experiencia como fuerzas especiales y entrenamiento incluso en Estados Unidos. Reci¨¦n retirados del servicio- entre el 2018 y el 2020 dejaron de estar activos en el Ej¨¦rcito- ten¨ªan entre 40 y 45 a?os y habr¨ªan recibido una oferta de trabajo del extranjero.

Seg¨²n varios de sus familiares, har¨ªan lo que es com¨²n para los militares retirados con ese perfil: integrarse a empresas de seguridad en el extranjero, trabajar durante dos a?os y volver al pa¨ªs para vivir con algo m¨¢s del dinero que les da su pensi¨®n. En otras palabras, sumarse a las empresas de mercenarios que se nutre de las filas de soldados entrenados que salen del Ej¨¦rcito de Colombia. En las ¨²ltimas d¨¦cadas, los destinos m¨¢s comunes han sido Irak, Afganist¨¢n, Emiratos ?rabes Unidos y Yemen.

¡°El reclutamiento de exmilitares para ir a otras zonas del mundo como mercenarios es un tema de tiempo atr¨¢s, pero no hay ninguna norma que lo proh¨ªba o impida¡±, asegura el general Luis Fernando Navarro, comandante de las Fuerzas Militares. ¡°Hay una cantidad importante de exmilitares colombianos en Dubai¡±, agrega. Navarro asegura que tienen un programa interno para motivar a que esos exmilitares se queden en Colombia porque saben que ¡°al traspasar las fronteras en ese tipo de actividades¡± pueden terminar inmersos en situaciones como la de Hait¨ª.

Tras varias d¨¦cadas de conflicto armado, los militares colombianos han sido altamente entrenados y se convierten en un producto apetecido en el mercado de mercenarios. Al a?o, seg¨²n la Asociaci¨®n Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares (Acore), salen del Ej¨¦rcito entre 10.000 y 15.000 soldados que prestan el servicio militar obligatorio. Mientras la Asociaci¨®n Colombiana de Soldados e Infantes de Marina Profesionales en retiro y pensi¨®n de las Fuerzas Militares, dice que son 6.000 los soldados profesionales que se retiran anualmente. No hay cifras sobre cu¨¢ntos trabajan en empresas de seguridad en el exterior.

En el caso de Hait¨ª hay desde suboficiales hasta soldados profesionales. El de mayor rango es el teniente coronel Carlos Giovanny Guerrero, quien en 2016 lleg¨® a ser comandante del batall¨®n de Infanter¨ªa Mariscal Antonio Jos¨¦ de Sucre, de Chiquinquir¨¢ (Boyac¨¢). En el cuadro que present¨® la Polic¨ªa de Colombia aparece con un golpe en el rostro.

Por Boyac¨¢, un departamento del centro de Colombia, pas¨® tambi¨¦n el sargento Capador y podr¨ªa ser el lugar donde se dio el reclutamiento de varios de los exmilitares. La esposa de Francisco Eladio Uribe, soldado profesional capturado en Hait¨ª, asegur¨® que fue el sargento quien le hizo la oferta. ¡°Mi esposo trabaj¨® en el batall¨®n en Chiquinquir¨¢ antes de pensionarse en 2019, ¨¦l acept¨® la oferta porque ven¨ªa de gente de confianza¡±, dijo a la radio local. Uribe es investigado por una ejecuci¨®n extrajudicial ocurrida en 2008.

Aunque ya se sabe la ruta que hicieron estos exmilitares para llegar a Hait¨ª, v¨ªa Rep¨²blica Dominicana, a¨²n no es claro su nivel de participaci¨®n en el magnicidio. Seg¨²n fuentes an¨®nimas del peri¨®dico EL TIEMPO, los exmilitares habr¨ªan ca¨ªdo en una trampa. ¡°La hip¨®tesis de que los exmilitares pudieron ser enga?ados nace de varios interrogantes que se han planteado expertos en el tema. El principal: ?por qu¨¦ no se fueron de Puerto Pr¨ªncipe tras asesinar al presidente?¡±, dice el diario. Y se suma a las voces de pol¨ªticos haitianos que cuestionan por qu¨¦ ninguno de los guardias de seguridad del presidente result¨® herido.

En Quind¨ªo, Yenny Capador espera claridad sobre el caso de su hermano. Como prueba de que hab¨ªa sido contratado -dice- solo tiene una foto en la que se lo ve con la camiseta de CTU Security, una empresa de seguridad con sede en Miami, otra ciudad que se suma al rompecabezas de la investigaci¨®n.

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