Destrucci¨®n brutal en el coraz¨®n de Europa
Las lluvias torrenciales dejan a su paso un paisaje anegado en Alemania y B¨¦lgica, con calles y casas destrozadas. El n¨²mero de muertos supera los 150, con un millar de desaparecidos
Andre Langfeld descansa con un refresco en la mano frente a su casa, en Bad Neuenahr-Ahrweiler (27.000 habitantes). Lleva todo el d¨ªa apilando junto a la puerta sillas, mesas, estanter¨ªas¡ Son los muebles, ahora mojados y cubiertos de barro, que hasta el mi¨¦rcoles ten¨ªa en su sala de estar y la habitaci¨®n de su madre, en la planta baja. Se?ala en la fachada una marca marr¨®n a una altura de metro y medio y dice: ¡°Hasta aqu¨ª lleg¨® el agua. La calle entera se convirti¨® en un r¨ªo furioso en cuesti¨®n de minutos¡±. Langfeld, de 37 a?os, asegura que ni ¨¦l ni su madre ni nadie en el pueblo recuerdan en los ¨²ltimos 100 a?os una crecida as¨ª del r¨ªo Ahr. ¡°No nos dio tiempo a nada. Ocurri¨® todo muy r¨¢pido¡±, asegura.
Bad Neuenahr-Ahrweiler es uno de los pueblos del valle que forma el r¨ªo Ahr, afluente del Rin, en el Estado de Renania-Palatinado, pocos kil¨®metros al sur de Bonn, al oeste de Alemania. El mi¨¦rcoles por la noche, pasadas las diez, una enorme crecida desbord¨® el cauce e inund¨® varias calles. Caroline Friedrich, de 43 a?os, tambi¨¦n describe la tromba de agua como ¡°un r¨ªo cruzando el pueblo¡±. Su casa, en la parte alta, no sufri¨® da?os, pero la de sus padres, en la calle Sebastian, ha quedado ¡°destrozada¡±. ¡°Mis padres viven en la planta baja y ya estaban durmiendo. Mi madre dice que presinti¨® algo y se levant¨® de la cama. Tuvieron el tiempo justo de salir corriendo y subir a casa de la vecina, en el segundo piso¡±, relata frente al edificio. Su padre, sentado en el coche, solo mueve la cabeza y dice: ¡°Un desastre¡±.
Bad Neuenahr-Ahrweiler intentaba el viernes digerir el suceso, que ha dejado en el oeste de Alemania un paisaje hundido en el agua y una brutal destrucci¨®n. La cifra de muertos en las graves inundaciones que asolaron tambi¨¦n el este de B¨¦lgica durante la madrugada del jueves se eleva ya hasta al menos 153, seg¨²n las cifras que han ofrecido las autoridades en la ma?ana de este s¨¢bado. La mayor¨ªa de los fallecimientos confirmados los registra Alemania, con 133, el n¨²mero de muertos m¨¢s alto en una cat¨¢strofe natural desde una mortal inundaci¨®n en el mar del Norte en 1962 que mat¨® a unas 340 personas. Las inundaciones en el r¨ªo Elba en 2002, que en ese momento fueron calificadas por los medios de comunicaci¨®n como ¡°inundaciones ¨²nicas en un siglo¡±, mataron a 21 personas en el este de Alemania y m¨¢s de 100 en toda la regi¨®n de Europa central. Mientras, en la regi¨®n belga de Valonia el balance alcanza los 20 fallecidos. Las intensas lluvias han afectado tambi¨¦n a Luxemburgo, Pa¨ªses Bajos, Suiza y al este de Francia.
El pueblo de Bad Neuenahr-Ahrweiler, muy tur¨ªstico por su tradici¨®n vin¨ªcola y sus paisajes, sigue sin electricidad. Las primeras 24 horas tampoco hab¨ªa agua ni conexi¨®n telef¨®nica. Por todas partes se oye el zumbido de los generadores, que se suma al de los helic¨®pteros y las sirenas de los servicios de emergencia. Los restos de la riada siguen bien visibles: coches volcados, ¨¢rboles arrancados, electrodom¨¦sticos y todo tipo de enseres sucios y amontonados frente a las casas.
¡°Ve¨ªamos bajar por la calle un torrente de agua que arrastraba todo a su paso: ¨¢rboles, neveras, sillas. Fue escalofriante¡±.Eva Bartels, vecina de 46 a?os de Bad Neuenahr-Ahrweiler
Camiones de bomberos, excavadoras y ambulancias circulaban con dificultad por las calzadas todav¨ªa cubiertas por una espesa capa de barro. ¡°Es muy triste ver as¨ª mi casa y mi pueblo¡±, dice un hombre de unos 70 a?os mientras limpia con una manguera varios juguetes. La fuerza del agua tambi¨¦n arranc¨® el pavimento de las aceras: los socavones se suceden en las calles m¨¢s cercanas al r¨ªo. De los ocho pintorescos puentes que permit¨ªan pasar de un lado al otro del Ahr no ha quedado nada. Las dos riberas est¨¢n ahora incomunicadas.
El agua tard¨® casi 12 horas en bajar. ¡°Pasamos la noche como pudimos, charlando y bebiendo vino tinto¡±, dice con una sonrisa triste Eva Bartels, de 46 a?os. Vive con su pareja y su hijo adolescente en una segunda planta. La noche del mi¨¦rcoles acogi¨® a la pareja del piso inferior y a dos vecinos a los que vio desde su terraza agarrados a una verja mientras el agua casi les llegaba por la cintura: ¡°Les grit¨¦ para que intentaran llegar a la puerta. Lo consiguieron, subieron y les di ropa seca. Creo que consegu¨ª dormir una hora¡±. Todo sali¨® bien, pero pasaron mucho miedo. ¡°Ve¨ªamos bajar por la calle un torrente de agua que arrastraba todo a su paso: ¨¢rboles, neveras, sillas. Fue escalofriante¡±, recuerda mientras muestra c¨®mo ha quedado el s¨®tano del edificio, donde todav¨ªa hay dos palmos de un agua marr¨®n y que huele a gasolina. ¡°No ten¨ªa ah¨ª nada de mucho valor, pero estaban las fotos de cuando mi hijo era peque?o. No s¨¦ si podremos recuperarlas¡±.
Desastre ¡°hist¨®rico¡±
La destrucci¨®n se extiende a numerosos municipios de Renania del Norte-Westfalia (el land m¨¢s poblado, con 18 millones de habitantes) y Renania-Palatinado (cuatro millones). Los servicios de rescate a¨²n no han podido acceder a algunas zonas por las carreteras cortadas o da?adas y v¨ªas f¨¦rreas inutilizadas. Unas 100.000 personas segu¨ªan el viernes sin electricidad. La cat¨¢strofe es de ¡°dimensiones hist¨®ricas¡±, dijo Armin Laschet, candidato conservador a la Canciller¨ªa en las elecciones de septiembre y ministro presidente de Renania del Norte-Westfalia.
Aunque el agua comenzaba a bajar en algunos lugares, en otros la situaci¨®n permanec¨ªa tensa, como en Erftstadt, cerca de Colonia, donde el panorama es devastador. Fotograf¨ªas a¨¦reas de la agencia DPA mostraban deslizamientos de tierra de enormes proporciones. Una parte de las casas fueron barridas y desaparecieron.
En un solo distrito, Ahrweiler (129.000 habitantes), al sur de Colonia (Renania-Palatinado), se calculaba la desaparici¨®n de hasta 1.300 personas, aunque en muchos casos pod¨ªa deberse al corte de las l¨ªneas telef¨®nicas, tanto fijas como m¨®viles. Localidades enteras, como Schuld (unos 800 habitantes), quedaron arrasadas, con casas reducidas a escombros y calles llenas de barro.
El Ej¨¦rcito envi¨® 900 soldados para colaborar en los trabajos de rescate y de b¨²squeda de desaparecidos, mientras el Gobierno de Angela Merkel se prepara para aprobar ayudas.
En B¨¦lgica, con 20 muertos y grandes destrozos, en especial en el sur de Valonia, la situaci¨®n es especialmente grave en la provincia de Lieja, informa Llu¨ªs Pellicer desde Bruselas. A pesar de que se prev¨¦ que la situaci¨®n meteorol¨®gica mejore, la estabilidad de multitud de edificios est¨¢ en riesgo. ¡°Han desaparecido carreteras y autopistas enteras. Tardaremos meses y a?os en recuperarnos¡±, dijo Fabien Beltran, alcalde de Trooz (8.200 habitantes), una de las localidades con v¨ªctimas mortales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.