Doble crisis en Myanmar: pol¨ªtica por la oposici¨®n a la Junta militar, sanitaria por la covid
¡°Se est¨¢ usando la pandemia como un arma contra el pueblo¡±, denuncian m¨¦dicos y voluntarios en las redes sociales
En Myanmar ¡°se est¨¢ usando la pandemia como un arma contra el pueblo¡±. Ese es el mensaje que m¨¢s repiten m¨¦dicos y voluntarios birmanos en redes sociales para describir la grave crisis sanitaria y pol¨ªtica con la que lidia el pa¨ªs. La naci¨®n del sureste asi¨¢tico, sumida en el caos desde el golpe de Estado castrense del 1 de febrero, registra desde principios de julio un aumento exponencial de los casos de covid-19. La poca credibilidad de los datos oficiales y el rechazo ciudadano a la junta militar provocan que sea dif¨ªcil, incluso para los expertos afincados por largo tiempo en el pa¨ªs, determinar cu¨¢l es el alcance real de una situaci¨®n agravada por la carencia de insumos m¨¦dicos, principalmente la falta de ox¨ªgeno ¡ªla Universidad estadounidense Johns Hopkins estima en m¨¢s de 279.000 los contagios acumulados y m¨¢s de 7.800 muertos¡ª.
Ante la falta de doctores, muchos hospitales han tenido que cerrar. Los centros de control de la covid-19 han llegado al tope de su capacidad y solo aceptan a los enfermos graves. Seg¨²n informa Radio Free Asia, se est¨¢n enviando a casa a los pacientes en estado cr¨ªtico con pocas probabilidades de sobrevivir y a aquellos con s¨ªntomas leves, debido a que las instalaciones sanitarias no dan abasto. ¡°Los doctores no quieren trabajar bajo las ¨®rdenes de los militares, y a muchos los arrestan. No hay personal suficiente¡±, afirma Ba Kaung, un residente de Bagan que prefiere identificarse con un seud¨®nimo.
¡°Casi todo el ox¨ªgeno est¨¢ en manos del Ej¨¦rcito. Mi t¨ªo est¨¢ enfermo de covid en Yang¨®n y la familia lo est¨¢ tratando en casa. No nos fiamos de la junta. Ha pagado mucho dinero a una empresa privada para conseguir una botella de ox¨ªgeno, pero hay que esperar demasiado¡±, explica Ba. Escenas de personas haciendo cola para recibir bombonas de ox¨ªgeno y v¨ªdeos de cad¨¢veres en las calles acrecientan la ira hacia la junta, mientras que ha estallado una guerra de desinformaci¨®n en Facebook y Twitter.
Thomas Andrews, relator especial de la ONU sobre la situaci¨®n de los derechos humanos en Myanmar, denuncia que una ¡°tormenta¡± de factores ¨Cel golpe, el colapso del sistema sanitario, la migraci¨®n, las nuevas variantes de la covid-19 y la incautaci¨®n de los equipos m¨¦dicos por parte del Ej¨¦rcito¨C ha devenido en una cat¨¢strofe humana, eclipsada por la creciente impopularidad del golpe de Estado y la escalada de la violencia. ¡°La crisis de Myanmar es particularmente letal por la desconfianza generalizada en la junta militar¡±, a?ade Andrews, quien ha firmado una petici¨®n dirigida al consejo de derechos humanos de la ONU para que cree un cuerpo pol¨ªticamente neutral con el fin de coordinar la respuesta contra la covid-19, en la que se incluya un programa de vacunaci¨®n en el que los birmanos puedan confiar.
La antigua Birmania, que al igual que muchas otras naciones de la regi¨®n logr¨® mantener la pandemia relativamente bajo control en 2020, parec¨ªa salir relativamente a flote de su segunda ola de contagios cuando el Ej¨¦rcito derroc¨® inconstitucionalmente al gobierno de Aung San Suu Kyi, lo que desencaden¨® una marea de manifestaciones que a¨²n contin¨²a. La agitaci¨®n popular en las calles y la escasez de pruebas para detectar el nuevo coronavirus han propiciado la propagaci¨®n descontrolada de la enfermedad en las principales ciudades del pa¨ªs y un tercer brote viral que est¨¢ siendo m¨¢s letal que los anteriores.
Los trabajadores sanitarios, quienes gozan de gran reputaci¨®n entre la ciudadan¨ªa birmana, encabezaron el pasado febrero el Movimiento de Desobediencia Civil, en oposici¨®n a la junta militar golpista. Desde la asonada, estos profesionales que abandonaron los hospitales p¨²blicos y centros covid para pedir la liberaci¨®n de la mandataria depuesta, premio Nobel de la Paz de 1991, y el restablecimiento de la democracia, se han convertido en el blanco de las represalias de los uniformados.
La Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) denuncia que, en lo que va de a?o, se han producido 260 ataques contra trabajadores sanitarios en Myanmar (casi la mitad de las 587 agresiones de esta ¨ªndole registradas en todo el mundo). El Ej¨¦rcito arrest¨® en junio al doctor Htar Htar Lin, exdirector del programa de vacunaci¨®n del pa¨ªs, por presuntos cargos de alta traici¨®n por su supuesta colaboraci¨®n con el Gobierno de Unidad Nacional, formado en abril por funcionarios electos que se oponen a la junta encabezada por el general Min Aung Hlaing. Los medios locales Myanmar Now y The Irrawaddy alertan de que cada vez son m¨¢s los m¨¦dicos detenidos y encarcelados por tratar a pacientes con s¨ªntomas de covid-19 de manera independiente.
Alrededor de 1,75 millones de personas, solo el 3% de la poblaci¨®n, han sido inmunizadas con las dos dosis de la vacuna. A principios de enero, el gobierno derrocado hab¨ªa comprado 30 millones de inyecciones de Covidshield (provenientes de la India) e implementado una de las primeras campa?as de vacunaci¨®n en el sureste asi¨¢tico. Sin embargo, solo se administraron dos millones de dichas dosis antes de que la India prohibiera las exportaciones para hacer frente a su propia crisis. A Myanmar no han llegado vacunas del programa de la OMS Covax, supuestamente porque la junta se ha negado a compartir los planes de vacunaci¨®n. El gobierno militar ha iniciado negociaciones con Rusia y China, y se espera que se entreguen seis millones de dosis de una de las vacunas del gigante asi¨¢tico ¨Cno se ha especificado cu¨¢l¨C para agosto.
El diario estatal Global New Light of Myanmar informa este mi¨¦rcoles que Min Aung Hlaing ha pedido a sus socios de la ASEAN (Asociaci¨®n de Naciones del Sudeste Asi¨¢tico) y de otros ¡°pa¨ªses amigos¡± aumentar la cooperaci¨®n para la prevenci¨®n de la covid-19. El l¨ªder de la junta birmana ha hecho p¨²blica la necesidad de incrementar el n¨²mero de vacunas, ya sea a trav¨¦s de donaciones o desarrollando la producci¨®n local con la ayuda de Rusia, seg¨²n expone este medio.
Joy Singhal, jefe de la delegaci¨®n en Myanmar de la Federaci¨®n Internacional de las Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, afirma que una de cada tres personas sometidas al test arroja positivo, y expertos de sanidad p¨²blica del pa¨ªs calcula que el 50% de los 55 millones de birmanos se infectar¨¢ en las pr¨®ximas semanas por la variante alfa o delta. El 25 de julio se registr¨® el n¨²mero m¨¢s alto de fallecidos desde que comenz¨® la pandemia, 355 en un d¨ªa. M¨¦dicos independientes y personal de funerarias alertan de que las cifras son mucho m¨¢s altas que las oficiales, al tiempo que, en una prueba fehaciente de estos testimonios, los crematorios se mantienen trabajando por encima de su capacidad.
Para m¨¢s inri, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinaci¨®n de Asuntos Humanitarios alerta de que tres millones de personas necesitan asistencia urgente y servicios de protecci¨®n en diversas partes del pa¨ªs. Un mill¨®n reside en zonas afectadas por conflictos previos al golpe de Estado, mientras que los dos millones restantes son familias que se localizan en ¨¢reas urbanas de Yang¨®n y Mandalay, as¨ª como personas que se han visto forzadas a desplazarse desde el 1 de febrero. Muchos expertos temen que la propagaci¨®n incontrolada del virus d¨¦ lugar a nuevas variantes de la covid-19 en el pa¨ªs, que limita con China, India y Tailandia. Precisamente en la provincia china de Yunnan, frontera con Myanmar, se est¨¢n registrando nuevas infecciones de personas que abandonaron territorio birmano entre el 30 de junio y el 24 de julio.
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