Macron reconoce la ¡°deuda¡± de Francia con Polinesia por las pruebas nucleares
El presidente galo promete ¡°verdad y transparencia¡± sobre los ensayos, aunque se queda lejos del perd¨®n reclamado por las asociaciones locales
El estatus de potencia nuclear de Francia no ha sido gratuito. Y una buena parte de la deuda la arrastra, hasta hoy, la Polinesia francesa, donde se realizaron entre 1966 y 1996 casi 200 ensayos nucleares, algunos con bombas de mucha m¨¢s potencia que la lanzada en 1945 sobre Hiroshima. Un cuarto de siglo despu¨¦s del ¨²ltimo ensayo nuclear ordenado por el entonces presidente Jacques Chirac, su sucesor actual, Emmanuel Macron, ha reconocido este mi¨¦rcoles que Francia tiene una ¡°deuda¡± con esta remota regi¨®n en el Pac¨ªfico sur. En un discurso antes de regresar a Par¨ªs, el jefe del El¨ªseo ha prometido ¡°verdad y transparencia¡± sobre el proceso, aunque no ha llegado al extremo de pedir perd¨®n por unas pr¨¢cticas que, seg¨²n ha subrayado, permitieron que el pa¨ªs lograra, como una de las contadas naciones del planeta con capacidad de disuasi¨®n nuclear, un peso pol¨ªtico y geoestrat¨¦gico clave hasta hoy.
¡°La naci¨®n tiene una deuda con la Polinesia francesa¡±, dijo Macron en un discurso la noche del martes (ma?ana del mi¨¦rcoles en Par¨ªs) desde Papeete, Tahit¨ª. ¡°Lo asumo y quiero la verdad y transparencia¡± en la materia, agreg¨® entre aplausos, si bien no lleg¨® a pronunciar la palabra ¡°perd¨®n¡± que reclaman algunas asociaciones locales por unas pruebas que, seg¨²n diversos estudios, expusieron a m¨¢s de 100.000 ciudadanos a radiactividad. El mandatario s¨ª reconoci¨® que la deuda es especialmente pesada en relaci¨®n con los ensayos nucleares realizados entre 1966 y 1974, ¡°de los que no hay manera de decir que fueron limpios¡±.
Francia realiz¨®, entre 1966 y 1996, un total de 193 pruebas nucleares en los atolones polinesios de Mururoa y Fangataufa, en el Pac¨ªfico Sur. Seg¨²n el Organismo Internacional de Energ¨ªa At¨®mica (OIEA), fueron 15 pruebas de seguridad y 178 ensayos de armas nucleares en los que se hicieron explotar dispositivos at¨®micos que liberaron energ¨ªa de fisi¨®n. De estas, 41 fueron atmosf¨¦ricas (la ¨²ltima, en 1974) y el resto submarinas.
Una de las m¨¢s controvertidas fue la denominada Centauro, realizada el 17 de julio de 1974, cuando Chirac era primer ministro. El ensayo en Mururoa no sali¨® como se esperaba y provoc¨® una nube radiactiva que, seg¨²n el investigador S¨¦bastien Philippe y el periodista Tomas Statius, autores de un libro sobre las pruebas nucleares en Polinesia, pudo contaminar hasta 110.000 ciudadanos, incluso en Tahit¨ª, situada a m¨¢s de 1.000 kil¨®metros del atol¨®n donde se realiz¨® el malogrado ensayo.
La ¨²ltima prueba nuclear se realiz¨® el 27 de enero de 1996 nuevamente en Mururoa, despu¨¦s de que Chirac, ya como presidente, revirtiera la moratoria decidida por su antecesor, el socialista Fran?ois Mitterrand, y retomara las pruebas antes de firmar, en septiembre de ese mismo a?o, el Tratado de Prohibici¨®n Completa de Ensayos nucleares (TICE), que Par¨ªs ratific¨® en 1998.
M¨¢s de un cuarto de siglo despu¨¦s de las ¨²ltimas pruebas, Macron asegur¨® desde Tahit¨ª que Francia no ha buscado ocultar informaci¨®n a la poblaci¨®n local. ¡°Les digo claramente que los militares que realizaron (los ensayos) no mintieron. Tomaron los mismos riesgos¡±, dijo. Al mismo tiempo sin embargo, reconoci¨® que probablemente nadie se habr¨ªa atrevido a ordenar el mismo tipo de pruebas en la Francia continental. ¡°Creo que es verdad que no habr¨ªamos hecho esos mismos ensayos en [las regiones francesas de] Creuse o Breta?a. Lo hicimos aqu¨ª porque estaba m¨¢s lejos, porque estaba perdido en medio del Pac¨ªfico y no tendr¨¢ las mismas consecuencias, es verdad¡±, reconoci¨® el presidente galo, que se comprometi¨® a abrir todos los archivos sobre los ensayos nucleares ¡ªsalvo los que puedan comprometer la seguridad militar¡ª y a agilizar los expedientes de indemnizaci¨®n de las personas afectadas por las radiaciones, un extremo adelantado a comienzos de mes en Par¨ªs.
Durante una serie de mesas redondas de representantes polinesios y altos responsables del Gobierno de Macron en la capital francesa el 3 de julio, el ministro de Sanidad, Olivier V¨¦ran, ya se habia comprometido a financiar la investigaci¨®n sobre algunos tipos de c¨¢ncer relacionados con la exposici¨®n a la radiactividad y a facilitar los procesos administrativos para recibir indemnizaciones, entre otros. Seg¨²n dijo a la Agencia France Presse uno de los participantes en los encuentros, el expresidente de la oficina de Seguridad Social polinesia, Patrick Galenon, ¡°las mujeres polinesias de entre 40 y 50 a?os tienen la tasa de c¨¢ncer de tiroides m¨¢s alta del mundo¡±.
La primera visita de Macron a la Polinesia gala se produce cinco a?os despu¨¦s de la que realizara su predecesor, Fran?ois Hollande, en 2016. El presidente socialista reconoci¨® ya ¡°el impacto sobre el medioambiente y la salud¡± de las tres d¨¦cadas de ensayos nucleares y anunci¨® una serie de compromisos, como la creaci¨®n de un centro de la memoria sobre las pruebas nucleares que a¨²n no se ha concretado.
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