D¨ªa de la Pachamama, un culto a la tierra
Las regiones andinas de Am¨¦rica Latina celebran este 1 de agosto el D¨ªa de la Madre Tierra en un contexto de alerta ambiental por el cambio clim¨¢tico
Sudam¨¦rica celebra a la tierra. Como cada primero de agosto, en el seno de la cultura andina se rinde homenaje a la gran abastecedora Pachamama. Aunque oficialmente se celebra en esta fecha, el D¨ªa de la Madre Tierra o de Pachamama ¡ªdiosa Inca de la fertilidad¡ª se extiende durante pr¨¢cticamente todo el mes. El porqu¨¦ de esta fiesta es tan noble como ancestral: busca invisibilizar las fronteras de la regi¨®n sudamericana para agradecer la generosidad y abundancia de la tierra, y de los productos que surgen de ella: ...
Sudam¨¦rica celebra a la tierra. Como cada primero de agosto, en el seno de la cultura andina se rinde homenaje a la gran abastecedora Pachamama. Aunque oficialmente se celebra en esta fecha, el D¨ªa de la Madre Tierra o de Pachamama ¡ªdiosa Inca de la fertilidad¡ª se extiende durante pr¨¢cticamente todo el mes. El porqu¨¦ de esta fiesta es tan noble como ancestral: busca invisibilizar las fronteras de la regi¨®n sudamericana para agradecer la generosidad y abundancia de la tierra, y de los productos que surgen de ella: las cosechas. Se reconoce al buen tiempo, a los animales, al alimento mismo. Debido al arraigo de estas ceremonias, las festividades no se suspender¨¢n debido a la pandemia, pero muchas de ellas se llevar¨¢n a cabo de forma virtual, como se hizo en 2020.
Con el paso paso de los a?os, esta devoci¨®n se ha nutrido con nuevos s¨ªmbolos y m¨²ltiples significados. Sin embargo, el eje ritual de la celebraci¨®n, basado en una ofrenda de reciprocidad, se mantiene y transmite entre generaciones. En algunas comunidades andinas, por ejemplo, perdura la costumbre de enterrar una olla de barro llena de comida cocida. En esta se agregan, adem¨¢s, hojas de coca, semillas, frutas, bebidas fermentadas a base de ma¨ªz y man¨ª (cacahuate), entre otras cosas. Enterrada la olla, se coloca una apacheta: un mont¨ªculo de piedras sobre el sitio donde reposa el recipiente para formar un centro ceremonial. Tambi¨¦n llamado ¡°challa¡± o pago, el tributo a la tierra no solo se ejecuta en agosto; en algunas regiones, esta liturgia se realiza el primer viernes de cada mes. Algunas familias hacen el ritual cuando alg¨²n miembro sale de viaje o cuando compran una casa o un carro, por ejemplo.
Pachamama deriva de la uni¨®n de la palabra ¡°Pacha¡± ¡ªdel quechua: espacio-tiempo¡ª que significa universo, mundo, lugar; y de ¡°Mama¡±, madre. Halagar a la tierra ha sido uno de los h¨¢bitos m¨¢s populares en las tradiciones incaicas. La influencia de este cortejo, a su vez, ha generado un inevitable sincretismo con el pensamiento occidental. Se gestan alabanzas a la creadora de vida: ¡°Yo soy el cielo, la inmensidad/ Yo soy la tierra, madre de la eternidad/ Soy Pachamama, soy tu verdad/ Yo soy el canto, viento de la libertad¡±, interpreta Mercedes Sosa en la canci¨®n ¡°Viento del alma¡±. Y, con justa causa, algunas composiciones demandan y ponen en relieve el desinter¨¦s por los problemas ambientales. ¡°Hay bosques que daban ox¨ªgeno y sombra/ Y ahora ya ni se ven¡±, versa el tema ¡°Pachamama¡± de la agrupaci¨®n de folk rock argentino Arbolito.
Religioso o no, el discurso pol¨ªtico que mana del culto a la tierra cobra mayor relevancia en medio del contexto de cambio clim¨¢tico a contrarreloj que sufre el planeta. Basta con recordar, por ejemplo, que Brasil registra la peor sequ¨ªa en casi un siglo. D¨ªas como el de hoy sirven para despertar inter¨¦s por las pol¨ªticas en materia ambiental que est¨¢n impulsando (o no) los gobiernos de Am¨¦rica Latina.
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