La atleta Kristsina Tsimanuskaia: ¡°Pens¨¦ que en Bielorrusia me esperaba la c¨¢rcel o un hospital psiqui¨¢trico¡±
La deportista que huy¨® del r¨¦gimen de Lukashenko describe, en una entrevista con EL PA?S, las dram¨¢ticas horas que pas¨® en Tokio y asegura que la presionaron dici¨¦ndole que ¡°algunas personas en situaciones parecidas se quitaban la vida¡±
La conversaci¨®n est¨¢ a punto de comenzar cuando Kristsina Tsimanuskaia pide aplazarla cinco minutos m¨¢s para tomar aire. La atleta bielorrusa, de 24 a?os, llega al lugar del encuentro en Varsovia rodeada de polic¨ªas y necesita un respiro tras haber vivido en primera persona un terremoto pol¨ªtico internacional. ¡°Eran mis primeros Juegos y me los quitaron¡±, se lamenta la velocista en la primera entrevista concedida tras llegar a Varsovia a un grupo de peri¨®dicos: EL PA?S, Gazeta Wyborcza y Die Welt, que forman parte de la alianza de medios LENA. Es jueves y lleva apenas unas horas en Polonia, donde ha sido acogida tras negarse a volver a Minsk desde los Juegos de Tokio en los que participaba, por temor a sufrir represalias por haberse quejado de sus entrenadores en Instagram.
Los problemas de la atleta comenzaron el fin de semana pasado. Pero no por criticar las represivas pol¨ªticas del r¨¦gimen de Aleksandr Lukashenko, que ha recurrido a la mano dura para acallar las protestas de la oposici¨®n que estallaron hace un a?o por considerar fraudulentas las elecciones que mantienen al cuestionado presidente en el poder. Las quejas de Tsimanuskaia se produjeron despu¨¦s de que el Comit¨¦ Ol¨ªmpico bielorruso la apuntara a una prueba para la que no hab¨ªa entrenado. Al insistir ella en las cr¨ªticas, intentaron embarcarla en un avi¨®n rumbo a Minsk el domingo pasado, pero la deportista busc¨® ayuda y acab¨® en la Embajada polaca en Tokio, desde donde el mi¨¦rcoles vol¨® a Viena y luego a Varsovia. Seg¨²n el r¨¦gimen de Lukashenko, la velocista sufre ¡°trastornos mentales¡±. Ella asegura que fue presionada y amenazada: ¡°Pens¨¦ que me esperaba la c¨¢rcel o un hospital psiqui¨¢trico¡±.
Ahora est¨¢, junto a su esposo, bajo la protecci¨®n de un visado humanitario en Polonia y no sabe cu¨¢ndo podr¨¢ regresar a su hogar. Su esperanza es poder ver pronto a sus padres. Pero de momento no podr¨¢ cumplir este anhelo: Lukashenko ha ordenado el cierre de la frontera entre ambos pa¨ªses.
Pregunta. Deber¨ªa estar ahora mismo en los Juegos Ol¨ªmpicos en Tokio, pero aqu¨ª est¨¢ hoy, en Varsovia. ?Pens¨® alguna vez que esto pod¨ªa pasar?
Respuesta. En absoluto. No me plante¨¦ venir a Polonia. He estado aqu¨ª muchas veces como turista, pero nunca pens¨¦ que tendr¨ªa que decidir tan repentinamente que emigrar¨ªa. Mis planes a corto plazo eran completamente diferentes. Mi esposo y yo ¨ªbamos a visitar a nuestros padres despu¨¦s de regresar de Tokio, irnos de vacaciones, encargarnos de nuestro nuevo proyecto en la industria del fitness, inscribirnos en cursos y talleres deportivos profesionales. Todav¨ªa estoy conmocionada. No entiendo nada de lo que est¨¢ sucediendo.
Eran mis primeros juegos y me los quitaron
P. ?Se siente a salvo en Polonia?
R. S¨ª, tanto que finalmente he podido dormir. Durante los ¨²ltimos d¨ªas no hab¨ªa logrado pegar ojo. De todas formas, cuando los diplom¨¢ticos de Polonia se ocuparon de m¨ª en Jap¨®n, supe que estar¨ªa bien. Adem¨¢s, aqu¨ª estoy bajo la protecci¨®n de las autoridades polacas y de la di¨¢spora bielorrusa. Estoy sana, fuerte, pero a¨²n conmocionada.
P. ?En qu¨¦ momento comprendi¨® que regresar a Bielorrusia no era seguro para usted?
R. Cuando los empleados del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Nacional bielorruso me llevaron al aeropuerto. Varios miembros de nuestro equipo deportivo se acercaron a m¨ª much¨ªsimas veces desde por la ma?ana. El entrenador y la gente del comit¨¦ segu¨ªan dici¨¦ndome que ten¨ªa que irme a casa; que ten¨ªa que empacar todas mis cosas de inmediato; que si me resist¨ªa, actuar¨ªa en contra de la voluntad de las autoridades, porque la decisi¨®n ven¨ªa de representantes de los niveles superiores, y que me esperaban graves consecuencias. M¨¢s tarde vino a verme un psic¨®logo que intent¨® presionarme; y me asust¨®. Me dijo que ten¨ªa problemas en mi cabeza. Comenz¨® a decirme cosas terribles sobre algunos estados de locura; dec¨ªa que algunas personas en situaciones parecidas a la m¨ªa se quitaban la vida.
P. ?Y comenz¨® entonces la propaganda en la televisi¨®n bielorrusa?
R. Ocurri¨® al mismo tiempo. Supe por mis padres que divulgaron cosas sobre m¨ª en las que me mostraban como una persona desequilibrada, con un estado psicol¨®gico malo que pon¨ªa en riesgo a todo el equipo [ol¨ªmpico]. Mis padres me dijeron que no deb¨ªa volver a Bielorrusia en este momento. Les cre¨ª. Incluso pens¨¦ que alguien pudo contactar con ellos y advertirles de que me esperaban problemas si regresaba.
P. ?Qu¨¦ tipo de problemas?
R. Tal vez la c¨¢rcel o un hospital psiqui¨¢trico. La gente no sale de ellos f¨¢cilmente.
Un psic¨®logo del equipo me dijo cosas terribles sobre algunos estados de locura; dec¨ªa que algunas personas en situaciones parecidas a la m¨ªa se quitaban la vida
P. ?Y todo esto debido a una publicaci¨®n en Instagram?
R. Lo publiqu¨¦ arrastrada por la emoci¨®n, no lo pens¨¦. M¨¢s tarde, tras las amenazas, lo quit¨¦. No obstante, aquello no era un manifiesto pol¨ªtico. Solo expres¨¦ mi indignaci¨®n por la decisi¨®n de los entrenadores y los funcionarios bielorrusos de apuntarme para participar en una disciplina para la que nunca he entrenado en mi vida. Cuando intent¨¦ explicarlo, ignoraron mis mensajes, aunque vi que los le¨ªan. Entonces algo estall¨® en m¨ª. Sent¨ª que [los trabajadores del comit¨¦] no ten¨ªan respeto por los deportistas, por mi trabajo y por el esfuerzo que pongo en el deporte y en representar a nuestro pa¨ªs. Habl¨¦ de esta manera porque siempre lo hago abiertamente en la red sobre mi vida y mis emociones. Tampoco esperaba que un asunto deportivo se convirtiera en un esc¨¢ndalo pol¨ªtico internacional. Ni que tendr¨ªa que pedir ayuda a un polic¨ªa japon¨¦s de un aeropuerto con un mensaje escrito en un traductor autom¨¢tico de internet: ¡°Ayuda, intentan llevarme a mi pa¨ªs por la fuerza. Estoy en peligro¡±.
P. Si pudiera volver atr¨¢s en el tiempo, ?lo volver¨ªa a hacer?
R. Creo que alzar¨ªa la voz sobre este tema. Tal vez no de esta manera; tal vez de una forma menos emocional, pero no dar¨ªa marcha atr¨¢s en el tiempo. No s¨¦ si hacerlo de una manera m¨¢s moderada traer¨ªa otras consecuencias.
P. Ha perdido algo con lo que todos los atletas sue?an: la posibilidad de participar en los Juegos Ol¨ªmpicos.
R. Estoy muy triste por ello. Me arrebataron mi oportunidad. Me prepar¨¦ para participar en los Juegos durante cinco a?os. No fue f¨¢cil. Adem¨¢s del esfuerzo diario, de la dedicaci¨®n y de la disciplina, tambi¨¦n tuve otras dificultades: sufr¨ª una lesi¨®n, estuve enferma de coronavirus, cambi¨¦ de entrenador... Los entrenamientos eran muy intensos, fue dif¨ªcil, pero sab¨ªa que ten¨ªa un objetivo: correr los 200 metros lo mejor que pudiera. Solo quer¨ªa eso. Eran mis primeros Juegos Ol¨ªmpicos y me los quitaron.
P. ?Planea quedarse en Polonia?
R. Voy a reunirme con los representantes del Comit¨¦ Ol¨ªmpico polaco para ver si es posible continuar aqu¨ª mi carrera deportiva y en qu¨¦ t¨¦rminos. Pens¨¦ en Austria porque mi entrenador vive all¨ª, pero Polonia reaccion¨® m¨¢s r¨¢pido que los dem¨¢s [pa¨ªses]. Me ofreci¨® un visado humanitario, protecci¨®n y ayuda. Adem¨¢s, mis padres me aconsejaron elegir Polonia porque viven en Brest [Bielorrusia], muy cerca, y gracias a esto pueden visitarme. Tambi¨¦n tengo muchos amigos aqu¨ª. Algunos de ellos se mudaron de Bielorrusia recientemente. Tengo la sensaci¨®n de que no estar¨¦ sola aqu¨ª.
P. ?C¨®mo ven otros deportistas su situaci¨®n? Maksim Nedasekau, que gan¨® en Tokio una medalla de bronce, fue muy cr¨ªtico al hablar de usted. Dijo que es orgullosa y que merece lo que le ha sucedido.
R. Despu¨¦s de irme [de Tokio] no he mantenido el contacto con los deportistas de la Villa Ol¨ªmpica. Tal vez lo tienen prohibido, no lo s¨¦. No tengo queja, muchos tienen que prepararse para sus pruebas estos d¨ªas, y no pueden distraerse con otras cosas. Ahora deben pensar en s¨ª mismos. En cualquier caso, muchos otros atletas bielorrusos s¨ª me escribieron. Recib¨ª un gran apoyo de ellos. En cuanto a Maksim, solo puedo felicitarlo por su medalla, es un gran deportista. Sin embargo, no puedo decir lo mismo de ¨¦l como persona.
P. Su esposo reaccion¨® r¨¢pidamente, tom¨® en media hora la decisi¨®n de abandonar el pa¨ªs. ?Qu¨¦ sucede con sus padres?
R. Ni siquiera sab¨ªa que mi esposo se estaba yendo. Lo supe cuando lleg¨® a Kiev. Despu¨¦s de mis declaraciones sent¨ªa que yo no volver¨ªa a Bielorrusia y que ¨¦l tambi¨¦n se encontraba en peligro. Mis padres se quedaron en casa. Mi padre sufre del coraz¨®n, desafortunadamente, y toda esta situaci¨®n hizo que su condici¨®n se deteriorara. Estamos en contacto constante.
P. A pesar de este esc¨¢ndalo, usted afirma que no est¨¢ involucrada en la pol¨ªtica.
R. Pertenezco al mundo del deporte, no al de la pol¨ªtica. No entiendo nada de pol¨ªtica ni digo nada sobre nuestro Gobierno. El deporte debe estar m¨¢s all¨¢ de la pol¨ªtica. Siempre intent¨¦ mantener la m¨¢xima distancia. Entren¨¦ toda mi vida, me concentr¨¦ en ello.
P. En Bielorrusia, un gran grupo de deportistas tom¨® partido por la oposici¨®n el a?o pasado e hizo declaraciones p¨²blicas contra el fraude de las elecciones y contra la violencia.
R. El a?o pasado, cuando surgieron las protestas, fue muy dif¨ªcil para el pa¨ªs. Era duro moralmente superarlo, incluso llegu¨¦ a abandonar una competici¨®n en la que participaba. No es que no quisiera ver lo que estaba sucediendo, despu¨¦s me pronunci¨¦ abiertamente con una publicaci¨®n en Instagram donde condenaba el uso de la violencia contra los manifestantes pac¨ªficos. Estoy totalmente en contra de la violencia en cualquier forma.
P. ?Y qu¨¦ pasa con otros atletas? ?Reciben amenazas?
R. No lo s¨¦. No puedo responder por los dem¨¢s. A m¨ª me sucedi¨® por primera vez.
P. Aleksander Opeikin, presidente de la Fundaci¨®n Bielorrusa de Solidaridad Deportiva, a la que ha solicitado ayuda, dijo en una entrevista para Gazeta Wyborcza que los deportistas bielorrusos est¨¢n hoy m¨¢s amenazados que nunca.
R. Sin lugar a dudas. Los deportistas se piensan mucho qu¨¦ van a decir en Bielorrusia porque puede haber consecuencias desagradables. Yo no me contuve esta vez... afortunada o desafortunadamente.
P. ?Ser¨¢ ahora una deportista que se involucra en temas pol¨ªticos?
R. No. Una persona que no conoce la pol¨ªtica no debe tratar con ella. Todo lo que quiero es continuar con mi carrera deportiva.
P. El secuestro del periodista Roman Protasevich, el probable asesinato de un activista bielorruso en Kiev..., puede ser que el r¨¦gimen vaya a¨²n m¨¢s lejos. ?Tiene miedo?
R. Es una pregunta dif¨ªcil para m¨ª. S¨ª, sigo las noticias; s¨¦ todo, pero no puedo evaluar esta situaci¨®n.
P. Si recibiese garant¨ªas de Alexandr Lukashenko de que puede volver a casa sin peligro, ?lo har¨ªa?
R. Mi madre me dijo que recibi¨® algunas llamadas con una oferta as¨ª. No puedo decir si eran de la Administraci¨®n del presidente, especialmente en estos tiempos que hay tanta informaci¨®n falsa. Creo que en la situaci¨®n actual no puedo volver a Bielorrusia.
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