Aulas vetadas para las universitarias en la ¡®nueva¡¯ Herat
Los afganos de ciudades controladas por la milicia afirman que su actitud hacia los derechos humanos no ha cambiado
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La foto que ha tuiteado este domingo Lotfullah Najafizada, el director de la cadena de noticias ToloNews (un canal informativo de referencia en Afganist¨¢n), resume el miedo que se ha adue?ado de los habitantes de Kabul ante la llegada de los talibanes a las puertas de la capital de Afganist¨¢n. A primera vista, la imagen parece inocua: dos trabajadores repintan una publicidad en la pared de un edificio. Pero no se trata de que vayan a colocar un nuevo cartel, sino de cubrir la imagen de las mujeres que anuncian servicios de belleza para bodas. Hasta ese nivel alcanza el temor al regreso de los extremistas isl¨¢micos que entre 1996 y 2001 silenciaron a las afganas.
En Herat, una ciudad cercana a la frontera con Ir¨¢n y con una fuerte influencia persa, los talibanes est¨¢n rechazando a las mujeres que acuden a las oficinas e incluso negando su entrada en la Universidad, donde constituyen el 60% del alumnado. De acuerdo con algunos testimonios vertidos en redes sociales, los responsables les han dicho que esperen en casa hasta que la Shura de Quetta tome una decisi¨®n sobre si pueden proseguir sus estudios. La Shura de Quetta es la asamblea de dirigentes talibanes que dirige la milicia desde esa ciudad de Pakist¨¢n, poniendo en evidencia los lazos del pa¨ªs vecino con los islamistas.
Kabul. pic.twitter.com/RyZcA7pktj
— Lotfullah Najafizada (@LNajafizada) August 15, 2021
De ah¨ª que este domingo por la ma?ana, con los talibanes a las puertas de la capital afgana, algunos profesores de la Universidad de Kabul se despidieran de sus alumnas en previsi¨®n de que no puedan volver a verlas en una temporada. Una de ellas, Aisha, expresaba su temor de no poder llegar a graduarse ¡°como miles de estudiantes en todo el pa¨ªs¡±.
Tambi¨¦n desde Kandahar llegan noticias de la detenci¨®n de intelectuales y activistas. El ¨²ltimo de ellos, Ahmad Wali Ayubi, quien seg¨²n ha denunciado su familia en Facebook fue arrestado en su casa y desconocen su paradero. Fuentes locales consideran que la amnist¨ªa proclamada por los talibanes es una trampa y aseguran que una decena de miembros de la ¨¦lite educada han sido asesinadas y sus propiedades confiscadas.
Los dirigentes talibanes son conscientes de que si algo temen los afganos, despu¨¦s de cuatro d¨¦cadas de guerras y terrorismo, es la violencia y el caos. Intentan por ello presentarse como un movimiento capaz de garantizar la continuaci¨®n de la vida en condiciones estables. Sus portavoces han negado en los ¨²ltimos d¨ªas que los milicianos del Emirato Isl¨¢mico de Afganist¨¢n (EIA), como se autodenominan, se hayan lanzado al pillaje, los asesinatos por venganza o los matrimonios forzados de ni?as. ¡°Es una propaganda venenosa¡±, se?ala Suhail Saheen, que se ocupa de la prensa extranjera en la Oficina Pol¨ªtica que la milicia tiene en Doha (Qatar).
En la misma l¨ªnea han multiplicado los mensajes que intentan infundir tranquilidad a diplom¨¢ticos y ONG extranjeras, as¨ª como quien han trabajado con ellos. ¡°El EIA tiene sus puertas abiertas para todos aquellos que antes trabajaron y ayudaron a los invasores, o que siguen en las filas de la corrupta Administraci¨®n de Kabul, y ha anunciado una amnist¨ªa. Les invitamos a que se presenten y sirvan a la naci¨®n¡±, ha tuiteado Shaheen.
Si quienes huyen de su avance pueden proyectar un miedo irracional sobre sus testimonios, quienes se han quedado atrapados en las ciudades bajo su control denuncian que la actitud de los barbudos hacia las mujeres y los derechos humanos no ha cambiado. En Kandahar, la que fuera capital del r¨¦gimen talib¨¢n durante su dictadura, Reuters ha recogido testimonios de varias empleadas de banca que, cuando se presentaron a trabajar fueron escoltadas a sus casas por hombres armados, con la orden de no regresar. Eso s¨ª, les explicaron que sus puestos pod¨ªan ser ocupados por alguno de sus parientes varones.
En 1996, la guerrilla tom¨® el control de Kabul y arrebat¨® el Gobierno y la presidencia al l¨ªder muyahid¨ªn Burhanuddin Rabbani, uno de los h¨¦roes de la victoria frente a los sovi¨¦ticos. En su avance, los talibanes instauraron un r¨¦gimen integrista sobre la interpretaci¨®n rigurosa de la ley isl¨¢mica. Entre otras medidas, impusieron castigos f¨ªsicos, desde la pena capital en plaza p¨²blica a los latigazos o la amputaci¨®n de miembros por delitos menores; despojaron de cualquier derecho a las mujeres, a las que obligaron a cubrirse ¨ªntegramente con el burka, y a las ni?as, a las que prohibieron ir al colegio a partir de los 10 a?os, y erradicaron cualquier expresi¨®n cultural (cine, m¨²sica, televisi¨®n) o incluso arqueol¨®gica ¡ªdestruyeron en marzo de 2001 los Budas de Bamiy¨¢n¡ª.
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