Washington, la capital de la justicia guatemalteca en el exilio
EL PA?S re¨²ne a cinco juristas ¡ªjueces y fiscales¡ª reconocidos a nivel internacional por su lucha anticorrupci¨®n, que tuvieron que huir de Guatemala por presiones y amenazas y encontraron refugio en la capital estadounidense
El exilio no es aquel lugar dorado que alg¨²n d¨ªa le contaron. Juan Francisco Sandoval, quien hace menos de un mes era el fiscal anticorrupci¨®n de Guatemala, est¨¢ en Washington sin trabajo, sin dominar el ingl¨¦s y tratando de digerir la idea de comenzar de cero en un nuevo pa¨ªs. El pasado 23 de julio Sandoval fue destituido. Seg¨²n denunci¨® en una rueda de prensa aquel d¨ªa, el despido era ilegal y lo orden¨® la fiscal general, Consuelo Porras, para proteger a amigos potencialmente afectados por las investigaciones que ¨¦l encabezaba en la Fiscal¨ªa Especial Contra la Impunidad (FECI). Horas despu¨¦s, el abogado de 39 a?os cruz¨® la frontera hacia El Salvador en un coche con matr¨ªcula diplom¨¢tica acompa?ado del procurador de derechos humanos y del embajador sueco. Ni siquiera pudo despedirse de su familia, pero sus colaboradores le convencieron de actuar r¨¢pido por su seguridad.
¡°Van a tratar de destruirme moralmente, aunque ya estoy muy afectado. La cuesti¨®n es casi darle la muerte civil a uno, desprestigiarlo, criminalizarlo. No ha sido suficiente la expulsi¨®n sino que quieren mi detenci¨®n¡±, lamenta Sandoval desde Washington, a donde lleg¨® gracias a un salvoconducto. All¨ª se uni¨® a otros juristas de alto perfil guatemaltecos reconocidos por su lucha anticorrupci¨®n que, tras denunciar amenazas y presiones, huyeron para evitar represalias. Su principal pecado: atacar o perseguir causas que evidenciaron, entre otras cosas, desv¨ªos de fondos p¨²blicos, corrupci¨®n y ataques a la independencia de las instituciones.
Como Sandoval, la exfiscal general Thelma Aldana, la exmagistrada de la Corte de Apelaciones Claudia Escobar, el exfiscal de la FECI Andrei Gonz¨¢lez y la magistrada electa de la Corte de Constitucionalidad (CC) Gloria Porras se fueron de Guatemala porque sintieron que su vida estaba en riesgo y acabaron en la capital de Estados Unidos. EL PA?S convers¨® con ellos. Todos culpan de su situaci¨®n a las ¡°mafias¡± o al ¡°pacto de corruptos¡±, dos t¨¦rminos con los que los guatemaltecos se refieren a los sectores de poder que, desde su perspectiva, han cooptado a las instituciones del Estado para que act¨²en a su favor.
Algunos han pedido asilo, otros han conseguido visas que les permiten vivir y trabajar y otros, como Gloria Porras, siguen decididos a agotar todas las opciones legales para recuperar las posiciones de las que fueron inhabilitados para que se haga justicia. ¡°Como abogada creo que tengo la responsabilidad de luchar por que las cosas funcionen correctamente¡±, justifica Porras, quien ejerci¨® durante diez a?os como magistrada de la CC, donde le abrieron decenas de procedimientos judiciales por decisiones que tom¨® a favor de los derechos humanos y en contra de la corrupci¨®n.
De la esperanza a la ¡°captura de las instituciones¡±
La ¨²ltima vez que Claudia Escobar tuvo esperanza fue en 2015. Ella abandon¨® Guatemala junto a su familia a principios de ese a?o por las presiones que recibi¨® por un caso que promovi¨® y que termin¨® con el entonces presidente del Congreso, Gudy Rivera, en prisi¨®n por tr¨¢fico de influencias. La exjueza de la Corte de Apelaciones emigr¨® a EE UU mientras el Ejecutivo hac¨ªa campa?a en su contra y la Corte Suprema amenazaba con llevarla a un juicio por un supuesto delito de sedici¨®n luego de que acusara la falta de transparencia en el proceso de elecci¨®n de jueces para la corte. Pero vino lo que se conoce como la primavera judicial. Y Escobar volvi¨® a creer.
La exjueza recuerda con ilusi¨®n cuando, en septiembre de 2015, cay¨® el entonces presidente Otto P¨¦rez Molina y su n¨²mero dos, Roxana Baldetti, por casos de corrupci¨®n. ¡°En ese momento, la gente sale a las calles a pedir justicia, hubo esperanza¡±, relata. Luego lleg¨® Jimmy Morales a la presidencia del pa¨ªs. El intento inicial de su Gobierno para reformar la Constituci¨®n con el fin de fortalecer la justicia pronto choc¨® con las negativas del Congreso, qued¨® en la nada, y la descomposici¨®n de las instituciones se aceler¨®.
La esperanza desapareci¨® como un auto abandonado al que le van robando sus partes. El deterioro ha sido paulatino, explica el exfiscal Sandoval: primero se desprestigi¨® a la misi¨®n de Naciones Unidas contra la impunidad, la CICIG, cuyo mandato no se renov¨® en 2019; luego se criminaliz¨® a Thelma Aldana; despu¨¦s expulsaron al colombiano Iv¨¢n Vel¨¢squez, quien estaba al frente de la misi¨®n de la ONU; y, finalmente, cuando Consuelo Porras fue nombrada fiscal general en 2018, le toc¨® a la instituci¨®n en la que ¨¦l trabajaba, la FECI. ¡°Fue la guerra total (...) La gente est¨¢ trabajando bajo condiciones de intimidaci¨®n¡±, advierte el exjefe de esa fiscal¨ªa mientras trata de contener las l¨¢grimas. Ahora, dice, teme por el bienestar de sus compa?eros que se quedaron en Guatemala.
Andrei Gonz¨¢lez, quien fue su compa?ero en la FECI y lleg¨® a Estados Unidos como refugiado tras huir de Guatemala en 2019, asegura que Porras tiene ¡°estrechos compromisos¡± con el crimen organizado y lamenta que, a pesar de que ha tenido las herramientas para trabajar de manera independiente en la fiscal¨ªa, est¨¢ obstruyendo la justicia y ¡°utilizando a su favor y con objetivos perversos la ley que la protege¡±. EL PA?S ha contactado al Ministerio P¨²blico para conocer su posici¨®n ante estas acusaciones pero no ha obtenido respuesta.
Navegando ¡°con la bandera de la esperanza¡±
La salida de estos hombres y mujeres que en su d¨ªa simbolizaron el compromiso de Guatemala en la lucha contra la corrupci¨®n ha provocado protestas en el pa¨ªs. Los ciudadanos ven c¨®mo esos esfuerzos quedan en el olvido mientras los niveles de pobreza y desigualdad se agravan en medio de una pandemia para la que apenas han llegado vacunas. ¡°Hoy Guatemala est¨¢ viviendo un drama humano con la pandemia, con la corrupci¨®n, con la pobreza. Es incre¨ªble la falta de sentimiento de quienes nos gobiernan¡±, lamenta Thelma Aldana, quien huy¨® de su pa¨ªs en 2018, el d¨ªa despu¨¦s de dejar de ser fiscal general, y meses despu¨¦s pidi¨® asilo en EE UU. ¡°Siempre ha habido una expresi¨®n para quienes han salido al exilio: ¡®C¨®mo duele Guatemala¡¯, dicen. Y es cierto¡±.
Despu¨¦s de su salida del pa¨ªs, el Ministerio P¨²blico emiti¨® dos ¨®rdenes de captura en su contra por casos de corrupci¨®n que, seg¨²n su testimonio, fueron fabricados por sectores afectados por sus investigaciones. En febrero de 2020, EE UU le concedi¨® asilo y ahora trabaja en WOLA, una organizaci¨®n que promueve los derechos en las Am¨¦ricas. Pero el proceso no ha sido f¨¢cil. ¡°Una siente que est¨¢ renunciando a su pa¨ªs, a su vida, a su familia¡±, explica. Al principio, la exfiscal tuvo que sobrevivir con donaciones despu¨¦s de que en su pa¨ªs le bloquearan las cuentas. Ahora vive en un estudio en la capital estadounidense, un apartamento de un solo ambiente muy lejano de la casa grande que compart¨ªa con su familia en Guatemala. Aldana quiere usar su experiencia para ayudar a los llegados en los ¨²ltimos meses a Washington. ¡°Estamos tratando de apoyarles, d¨¢ndoles esta vivencia nuestra para que tomen conciencia de que hay que quedarse. No es lo que uno quisiera, pero solo EE UU nos ofrece la seguridad que buscamos¡±, afirma.
Entre los juristas exiliados se ha generado una red informal de ayuda que, para Sandoval, ha sido lo mejor en medio de la incertidumbre. A Thelma Aldana y Claudia Paz ¡ªla fiscal general que enjuici¨® al dictador Efrain R¨ªos Montt y que ahora est¨¢ exiliada en Costa Rica¡ª, las considera mentoras y apoyos fundamentales. De Andrei Gonz¨¢lez, con quien comparti¨® largas jornadas en la FECI, dice que en las dos semanas que lleva en EE UU se ha convertido en un ¡°hermano¡± que le ayuda con las traducciones o le lleva a donde necesita en Washington. Mientras que de Claudia Escobar dice que le ha presentado a su familia y le ha hecho sentir como en casa.
¡°Ahora estoy analizando si pido asilo. Los que reci¨¦n salimos navegamos con la bandera de la esperanza¡±, afirma el exfiscal anticorrupci¨®n. ¡°Quiz¨¢s, si no quisiera tanto a mi pa¨ªs, dijera: ¡®Borr¨®n y cuenta nueva. Voy a empezar de cero. Voy a lavar platos o voy a ver a qu¨¦ me dedico¡¯, pero as¨ª como Andrei Gonz¨¢lez, Thelma Aldana, Claudia Escobar y Gloria Porras, yo tengo la convicci¨®n de que es imposible [ahora estar] en mi pa¨ªs. Pero no significa que no podamos aportar algo para que haya un avance en la recuperaci¨®n del estado de derecho¡±, afirma.
Gloria Porras coincide en que a todos les une la idea de no claudicar en su intento de que en Guatemala se haga justicia, aunque sea desde lejos. ¡°Advierto tambi¨¦n un sentido de satisfacci¨®n por el deber cumplido y a ninguno he escuchado decir, a pesar de que no es una situaci¨®n f¨¢cil, que se arrepiente de haber jugado el rol que le correspond¨ªa dentro de las funciones que realiz¨®¡±, afirma la magistrada electa de la CC.
Las soluciones para desarticular un proceso tan complejo de corrupci¨®n enquistada en los poderes p¨²blicos, para la mayor¨ªa de ellos, pasan por que los ciudadanos ejerzan su fuerza, tanto en las calles como en las urnas, y en que la comunidad internacional apoye al pa¨ªs. ¡°Estamos enfrent¨¢ndonos a redes criminales internacionales con muchos recursos, con mucho poder. Un pa¨ªs donde las instituciones est¨¢n cooptadas y capturadas en el sector justicia no puede salir solo adelante¡±, dice la exmagistrada Escobar. Para ella, la comunidad internacional deber¨ªa pedir la renuncia de la fiscal general Consuelo Porras o implementar sanciones hacia su pa¨ªs por no hacer lo suficiente para luchar contra la corrupci¨®n.
El mes pasado, la destituci¨®n de Sandoval gener¨® reacciones fuera de Guatemala. Estados Unidos, que este mismo a?o lo hab¨ªa condecorado por su lucha anticorrupci¨®n, anunci¨® que congelaba temporalmente la cooperaci¨®n con el Ministerio P¨²blico guatemalteco alegando que hab¨ªa perdido la confianza en la fiscal general. Para Escobar, con este caso, su pa¨ªs envi¨® el mensaje de que no le importa la opini¨®n de la administraci¨®n de Joe Biden, que ha vinculado su cooperaci¨®n con Centroam¨¦rica para frenar la migraci¨®n a la lucha anticorrupci¨®n.
Adem¨¢s, la exmagistrada cree que urge ampliar las relaciones regionales y crear par¨¢metros internacionales que incidan directamente en las instituciones. Un primer paso ser¨ªa que la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) tuviera un rol m¨¢s protagonista a la hora de buscar soluciones. ¡°Creo que [el presidente Luis] Almagro podr¨ªa involucrarse en Centroam¨¦rica. Le ponen mucha atenci¨®n a Nicaragua y Venezuela. Tenemos que entender que este es un problema de la regi¨®n¡±, afirma.
Por su parte, Thelma Aldana cree que los guatemaltecos en el exterior pueden tener un rol activo para generar conciencia del problema de su pa¨ªs. ¡°Las mafias guatemaltecas saben guardar las formas, aparentan legalidad y usan la ley a su beneficio para la impunidad, para la corrupci¨®n, para criminalizar y tienen toda una estructura que va con campa?a de desinformaci¨®n, de criminalizaci¨®n, de desprestigio y eso puede confundir muy bien dentro del pa¨ªs y fuera de Guatemala¡±, explica. ¡°Es labor nuestra, especialmente de quienes estamos fuera del pa¨ªs, hablar de esa verdad porque a pesar de que podamos sufrir por la venganza de la mafia, no llegan hasta donde estamos¡±.