Tony Blair arremete contra la ¡°imb¨¦cil¡±, peligrosa y humillante retirada de Afganist¨¢n
El ex primer ministro brit¨¢nico critica la decisi¨®n de acabar con las ¡°guerras eternas¡±, como justifica la Administraci¨®n estadounidense
El ex primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, ha criticado con dureza la retirada de las tropas aliadas de Afganist¨¢n que, seg¨²n escribe en un largo art¨ªculo publicado este fin de semana, ¡°obedece al imb¨¦cil eslogan pol¨ªtico que aboga por concluir las guerras eternas¡±. El exmandatario laborista, que se uni¨® a la guerra contra el terror declarada por Washington tras los atentados islamistas de 2001 en su territorio, no menciona abiertamente al presidente Joe Biden, que ha aireado en diversas ocasiones esa frase. Pero en su primera intervenci¨®n p¨²blica desde la ca¨ªda de Kabul, hace ya una semana, Blair afirma que ¡°abandonar Afganist¨¢n y a su gente es tr¨¢gico, peligroso, innecesario, ni en su inter¨¦s ni en el nuestro¡±.
¡°El mundo tiene dudas respecto a la posici¨®n actual de Occidente porque es obvio que la decisi¨®n de replegarse de Afganist¨¢n de esta forma estuvo motivada, no por una gran estrategia, sino por la pol¨ªtica¡±, denuncia en la plataforma digital de Institute for Global Change, que fund¨® despu¨¦s de su salida del Gobierno, en 2007.
El exponente de la tercera v¨ªa de la socialdemocracia europea insta a la comunidad internacional a actuar con urgencia en ayuda y rescate de los miles de afganos que tratan de huir del pa¨ªs centroasi¨¢tico. Propone definir una ¡°lista de incentivos, sanciones y acciones, incluida la protecci¨®n de la poblaci¨®n civil, para que los talibanes comprendan que sus acciones acarrean consecuencias¡±. En este sentido considera que a¨²n es posible ¡°ejercer m¨¢xima presi¨®n¡± sobre el r¨¦gimen fundamentalista, que afronta dif¨ªciles decisiones econ¨®micas y sociales, adem¨¢s del peligro de divisiones internas, con su retorno al poder.
Para ello, pide al Gobierno brit¨¢nico, como presidente de turno del G-7, que re¨²na un grupo con l¨ªderes de las ¡°naciones claves¡±, adem¨¢s de la Uni¨®n Europea y la OTAN a fin de forjar un ¡°compromiso para coordinar la asistencia a los afganos y exigir responsabilidades al nuevo r¨¦gimen¡±. ¡°Es urgente. El desorden de las ¨²ltimas semanas necesita ser remplazado por algo que parezca coherente y con un plan que sea cre¨ªble y realista¡±, exhorta.
Blair cuestiona si los dirigentes actuales ¡°han perdido la voluntad estrat¨¦gica¡±, que impuls¨® la invasi¨®n de 2001 con el ¡°prop¨®sito, respaldado por un compromiso sustancial, de convertir a Afganist¨¢n de un Estado fallido a una democracia funcional en v¨ªas de recuperaci¨®n¡±. Blair, que ahora ejerce como asesor de gobernantes en Oriente Pr¨®ximo y ?frica no sin pol¨¦mica en muchos casos, advierte que la ¡°intervenci¨®n (militar) requiere compromiso¡±, que ha de ajustarse a objetivos estrat¨¦gicos m¨¢s que a calendarios pol¨ªticos.
Traza un paralelismo entre el islamismo radical y el comunismo para explicar, en su habitual estilo directo, simple y concreto, la encrucijada en que sit¨²a a las potencias aliadas. Argumenta que el movimiento talib¨¢n ¡°forma parte¡± de la evoluci¨®n ideol¨®gica radical experimentada por el islamismo durante casi un siglo. ¡°Es en esencia la creencia de que los musulmanes no son respetados ¡ y la respuesta es volver a las ra¨ªces del Islam, creando un Estado basado, no en naciones, sino en la religi¨®n, con grados variantes de violencia, con sociedades y pol¨ªticas gobernadas por una perspectiva del islam estricta y fundamentalista¡±, escribe.
Y resume: ¡°Es la conversi¨®n de la religi¨®n musulmana en una ideolog¨ªa pol¨ªtica que, por necesidad, es excluyente y extrema, porque sostiene que en el mundo de m¨²ltiples creencias y multicultural solo hay una fe verdadera a la que todos debemos someternos¡±.
Blair recuerda que el ¡°comunismo revolucionario¡± se consider¨® una ¡°amenaza de naturaleza estrat¨¦gica¡± que Occidente combati¨® con dedicaci¨®n pol¨ªtica y medidas de seguridad ¡°durante m¨¢s de 70 a?os¡±. ?Es el islam radical una amenaza estrat¨¦gica?, pregunta. Para el exmandatario, esta es la pregunta que se deriva del caos de los ¨²ltimos d¨ªas en Afganist¨¢n y su respuesta definir¨¢ cu¨¢l es la percepci¨®n que resto del mundo tiene de Occidente.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.