El presidente de T¨²nez prolonga indefinidamente sus plenos poderes
La decisi¨®n llega un mes despu¨¦s de la destituci¨®n del primer ministro y la suspensi¨®n de la actividad del Parlamento del pa¨ªs magreb¨ª
Con nocturnidad y alevos¨ªa, el presidente de T¨²nez, Kais Said, decret¨® anoche la prolongaci¨®n por un periodo indefinido de las medidas excepcionales que aprob¨® el pasado 25 de julio, y que incluyen la congelaci¨®n del Parlamento y la asunci¨®n por su parte de plenos poderes ejecutivo...
Con nocturnidad y alevos¨ªa, el presidente de T¨²nez, Kais Said, decret¨® anoche la prolongaci¨®n por un periodo indefinido de las medidas excepcionales que aprob¨® el pasado 25 de julio, y que incluyen la congelaci¨®n del Parlamento y la asunci¨®n por su parte de plenos poderes ejecutivos. El anuncio se hizo a trav¨¦s de una breve nota en la p¨¢gina de Facebook de la presidencia en la que se limitaba a informar que el presidente se dirigir¨ªa a la naci¨®n ¡°en los pr¨®ximos d¨ªas¡±. La decisi¨®n llega un mes despu¨¦s de que el presidente Said destituyera al entonces primer ministro Hichem Mechichi, suspendiera la actividad del Parlamento y desatase con ello una grave crisis constitucional.
Aquel golpe de fuerza dado por Said se bas¨® en una interpretaci¨®n forzada de un art¨ªculo de la Constituci¨®n reservado para situaciones de ¡°peligro inminente¡± para la seguridad nacional y que habilita al presidente a adoptar medidas de excepci¨®n. El propio Said se hab¨ªa dado un plazo de 30 d¨ªas en su decreto del 25 de julio, y se esperaba que en este plazo de tiempo nombrar¨ªa un nuevo primer ministro o presentar¨ªa una hoja de ruta. Pero no ha hecho ni lo uno ni lo otro.
El art¨ªculo 80 de la Constituci¨®n no especifica una duraci¨®n exacta para su aplicaci¨®n, sino que cesar¨¢ ¡°cuando las circunstancias que llevaron a su aplicaci¨®n ya no sean v¨¢lidas¡±. Pero s¨ª establece que en un plazo de 30 d¨ªas, el presidente del Parlamento o 30 diputados podr¨¢n acudir al Tribunal Constitucional para que ¨¦ste eval¨²e si se cumplen los requisitos para su aplicaci¨®n. Sin embargo, es imposible aplicar esta cl¨¢usula porque casi siete a?os despu¨¦s de aprobar la nueva Constituci¨®n democr¨¢tica del pa¨ªs todav¨ªa no se ha creado la corte suprema por falta del consenso necesario entre los partidos pol¨ªticos. Por lo tanto, formalmente, no existe ninguna cortapisa a las actuaciones de Said, m¨¢s a¨²n con las labores del Parlamento suspendidas.
¡°A d¨ªa de hoy, el presidente todav¨ªa no ha explicado cu¨¢les son las causas de ese peligro inminente. No ha justificado desde el punto de vista legal sus acciones¡±, se quejaba recientemente en una tertulia televisiva el experto constitucionalista Jawhar Benbarek. Antes del 25 de julio, el pa¨ªs estaba sumergido en una grave crisis pol¨ªtica, econ¨®mica y sanitaria, con una media de unas 200 muertes diarias a causa del coronavirus. Desde entonces, y gracias a un programa de vacunaci¨®n masiva, la situaci¨®n ha mejorado y el Gobierno ha relajado las restricciones a los contactos sociales, por ejemplo, retirando la prohibici¨®n de los populares mercadillos al aire libre.
La prolongaci¨®n indefinida de los poderes absolutos de Kais Said puede reavivar el debate en T¨²nez de si el presidente dio un golpe de Estado. De momento, argumentos legales aparte, el presidente parece tener el apoyo de una mayor¨ªa abrumadora de la ciudadan¨ªa. Algunas encuestas apuntan que m¨¢s del 80% de los tunecinos aprueban su ¨®rdago del 25 de julio a la clase pol¨ªtica tradicional, a la que culpan de la acumulaci¨®n de crisis que padece el pa¨ªs y acusan de ser tremendamente corrupta. .
Said, de 63 a?os, es un pol¨ªtico independiente que venci¨® de forma abrumadora las elecciones presidenciales de 2019 ¡ªobtuvo un 72% de los votos¡ª con la promesa de extirpar la omnipresente corrupci¨®n y renovar la clase pol¨ªtica. De hecho, entre sus medidas excepcionales del pasado 25 de julio figuraba levantar la inmunidad de los diputados, lo que ha llevado al arresto de una decena, si bien buena parte de ellos han sido luego liberados. Conocido entre la poblaci¨®n por haber sido tertuliano habitual en los medios, los detractores del presidente le acusan de ser un populista con un escaso respeto a la ley, a pesar de ser profesor de Derecho Constitucional.
Durante este mes, se ha especulado mucho en la prensa sobre cu¨¢les eran los planes del presidente, que en su programa pol¨ªtico propon¨ªa una reforma radical de las instituciones. Hostil a la noci¨®n de partido pol¨ªtico, Said propone una especie de democracia local y directa, con la elecci¨®n en cada pueblo o barrio de un representante, que ser¨ªan los encargados de escoger luego a los diputados en el Parlamento nacional.
Los rumores apuntan a que Said abolir¨¢ la Constituci¨®n y ordenar¨¢ a un grupo de constitucionalistas que dise?en una nueva Carta Magna seg¨²n sus designios, que incluir¨ªan el paso a un sistema presidencialista, en lugar del semi-presidencial en vigor. No obstante, hasta el momento, son solo especulaciones, pues ni el presidente, ni ning¨²n miembro de su estrecho c¨ªrculo de colaboradores ha dado la menor explicaci¨®n a la opini¨®n p¨²blica.
Seg¨²n varias fuentes, el presidente no est¨¢ consultando sus pr¨®ximos pasos con los partidos pol¨ªticos. De hecho, ni tan siquiera ha recibido en el Palacio Presidencial a los l¨ªderes del ¨²nico partido que lo ha apoyado sin fisuras, el Movimiento del Pueblo, panarabista. Tanto el principal partido de la oposici¨®n, los islamistas moderados de Ennahda, como las canciller¨ªas occidentales le han instado infructuosamente a volver lo m¨¢s pronto posible ¡°a la senda constitucional¡±.
Habida cuenta de la delicada situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs, con una acuciante deuda externa, Said corre el riesgo de alienar a sus principales apoyos en el exterior, a menos que no piense sustituirlos por algunas potencias regionales, como Emiratos ?rabes, Egipto o Arabia Saud¨ª, encantados con la salida del poder de los islamistas.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.