El ISIS-K lanza cohetes contra EE UU en el aeropuerto de Kabul

La rama afgana del Estado Isl¨¢mico (ISIS-K) ha intentado golpear de nuevo este lunes a las tropas estadounidenses en retirada. El grupo se ha atribuido el lanzamiento de seis cohetes Katyusha contra el aeropuerto internacional de Kabul. Cinco de ellos han sido interceptados por las defensas antia¨¦reas que EE UU tiene desplegadas en el aer¨®dromo, seg¨²n un portavoz. No ha habido v¨ªctimas, pero los militares norteamericanos se enfrentan a crecientes pruebas de que su bombardeo de la v¨ªspera mat¨® a una decena de civiles, incluidos varios ni?os.

Los medios locales identificaron el origen de los proyectiles del ISIS en la zona de Lab-e-Jar, al oeste del aeropuerto, donde estaba estacionada la furgoneta desde la que se dispararon. La agencia de noticias Pajhwok afirmaba que varios cohetes cayeron en distintas partes de la capital afgana. Los impactos, que no causaron v¨ªctimas, afectaron a una casa y a un coche, seg¨²n im¨¢genes difundidas por las cadenas de televisi¨®n locales.

El ataque, del que el ISIS se responsabiliz¨® en uno de sus canales habituales de Twitter, sigue al atentado del pasado jueves, que caus¨® al menos 170 muertos, y es el segundo intento en otros tantos d¨ªas de humillar a EE UU en las horas finales de su repliegue. La v¨ªspera, un portavoz militar dijo que la aviaci¨®n hab¨ªa bombardeado un veh¨ªculo cargado de explosivos que se dirig¨ªa al aeropuerto. El comunicado aseguraba no tener constancia de v¨ªctimas en la operaci¨®n, llevada a cabo ¡°en defensa propia¡± por un avi¨®n no tripulado enviado desde fuera de Afganist¨¢n.

Las investigaciones period¨ªsticas sobre el terreno han obligado a los uniformados estadounidenses a retractarse. Hasta diez miembros de una misma familia, seis de ellos ni?os, murieron en el ataque, de acuerdo con los testimonios recogidos por las cadenas CNN y BBC. Uno de los supervivientes declar¨® a esta ¨²ltima que la familia no tiene lazos con el ISIS y que incluso alguno de sus miembros dispon¨ªa de pasaporte norteamericano y esperaba instrucciones para su evacuaci¨®n.

Ya de madrugada, un nuevo comunicado militar admiti¨® estar ¡°al tanto de las informaciones de bajas civiles¡± a ra¨ªz de su bombardeo y reiteraba las numerosas explosiones secundarias del veh¨ªculo como prueba de que este estaba cargado de bombas. ¡°Nos entristecer¨ªa profundamente cualquier potencial p¨¦rdida de vidas inocentes¡±, conclu¨ªa.

No es la ¨²nica pifia a la que se enfrenta EE UU al final de su ca¨®tica retirada. Pasado el shock inicial por el atentado del jueves, algunos supervivientes han denunciado que, en medio de la confusi¨®n tras el estallido, soldados norteamericanos dispararon y causaron varios de los muertos. Ahora BBC ha logrado testimonios en ese sentido.

Los talibanes no han desaprovechado la ocasi¨®n para criticar el operaci¨®n de EEUU, que el portavoz talib¨¢n, Zabihullah Mujahid, ha calificado de ilegal. ¡°Condenamos estos ataques porque es ilegal llevar a cabo ataques arbitrarios en otros pa¨ªses¡±, ha declarado Mujahid a la televisi¨®n china CGTN. En la misma entrevista, insist¨ªa en que, si hubiera potenciales amenazas, Washington deber¨ªa haber notificado sus intenciones a la nuevas autoridades afganas.

Con anterioridad, el grupo tambi¨¦n reprob¨® el bombardeo que mat¨® a dos militantes del ISIS-K en la provincia de Nangarhar, el pasado s¨¢bado, en represalia por el atentado de dos d¨ªas antes. Seg¨²n Mujahid, en ¨¦l resultaron heridas dos mujeres y un ni?o. Los talibanes tienen inter¨¦s en distanciarse de las represalias de EE UU contra el grupo yihadista, un rival que les tacha de ¡°vendidos¡± y puede restarles apoyos entre sus seguidores m¨¢s radicales.

De hecho, ya empiezan a verse gestos que ponen en duda la cara amable que intenta proyectar los nuevos gobernantes afganos. Despu¨¦s de que se conociera su prohibici¨®n de la m¨²sica, la nueva secretaria general de Amnist¨ªa Internacional, Agn¨¨s Callamard, se ha hecho eco de las denuncias de familiares y amigos sobre el asesinato del cantante folk Fawad Andarabi a manos de los talibanes en la aldea de Andarab, en la provincia septentrional de Baghlan.

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