El Brasil que no quiere a Bolsonaro ni a Lula consigue un t¨ªmido apoyo en las calles
Las marchas en varias ciudades este domingo son la primera ocasi¨®n de medir las fuerzas de los partidarios de una tercera v¨ªa
El calendario est¨¢ a rebosar de manifestaciones en Brasil aunque la pandemia a¨²n mata a cientos de personas a diario y contagia a miles. La primera marcha impulsada por los que anhelan tener en 2022 un candidato presidencial distinto a Jair Bolsonaro o Luiz In¨¢cio Lula da Silva ha reunido este domingo a unos miles de personas en varias ciudades. El lema original, Ni Lula ni Bolsonaro, fue modificado en el ¨²ltimo minuto en un intento de atraer la participaci¨®n del Partido de los Trabajadores. Lo dejaron en Fuera Bolsonaro pero ni por esas. No acudi¨® el PT, que incluso en horas bajas es la m¨¢quina pol¨ªtica m¨¢s potente de Brasil.
Lo que han marchado en S?o Paulo, R¨ªo de Janeiro y un pu?ado de ciudades m¨¢s quieren echar a Bolsonaro con un impeachment o en las elecciones. Pero tampoco quieren a la izquierda petista.
¡°Cu¨¢ntos m¨¢s seamos, m¨¢s opciones tendremos de echar a Bolsonaro, pero todav¨ªa somos pocos¡±, dec¨ªa desilusionada la m¨¦dica Denise, 53 a?os, en la protesta de S?o Paulo. Como el resto de los consultados prefiri¨® identificarse solo por el nombre de pila. Denise a?ad¨ªa: ¡°Votar¨¦ por la tercera v¨ªa, sea quien sea el candidato, cualquiera que no sea Lula ni Bolsonaro¡±. Hace tres a?os vot¨® al militar retirado en segunda vuelta. Es una de las decepcionadas, sobre todo por su nefasta gesti¨®n de la pandemia.
Esta era la primera ocasi¨®n de medir en la calle la fuerza de la llamada tercera v¨ªa, de la que se habla mucho en la prensa, entre los empresarios y las ¨¦lites, pero que las encuestas retratan hasta el momento m¨¢s como un deseo intenso que como una realidad en construcci¨®n que encarne una persona concreta a 13 meses de las elecciones. Han salido a la calle los que no quieren verse arrastrados por la polarizaci¨®n, los que se han quedado pol¨ªticamente hu¨¦rfanos al abandonar Bolsonaro la agenda liberal en econom¨ªa y la lucha contra la corrupci¨®n o los que recelan de Lula por sus condenas ¡ªya anuladas¡ª. En respuesta a la convocatoria, muchos vest¨ªan de blanco, para distinguirse del verde/amarillo bolsonarista y del rojo del PT.
El acto de S?o Paulo ha sido en la misma avenida, la Paulista, donde el martes pasado el presidente Bolsonaro reuni¨® y areng¨® a una multitud con motivo del D¨ªa de la Independencia. El mandatario profiri¨® diversas amenazas a los jueces del Supremo de las que se retract¨® el viernes. Los vendedores ambulantes de camisetas adaptan su muestrario a la manifestaci¨®n de turno. El negocio es el negocio. Las mesitas que hace unos d¨ªas ofrec¨ªan camisetas amarillas con la palabra ¡°mito¡± al lado del rostro de Bolsonaro, hoy eran negras y junto al rostro del mandatario mostraban el lema Fora Bolsonaro.
Los discursos se han centrado en vapulear al presidente actual, pero su predecesor izquierdista no se ha librado de los golpes verbales. El partido de Lula se ha negado a participar porque entre los convocantes est¨¢n dos de los movimientos de j¨®venes liberales que fueron la vanguardia-antiDilma, lideraron las protestas callejeras que propiciaron la destituci¨®n de Dilma Rousseff en 2016. Esos grupos, Movimiento Brasil Libre (MBL) y Vem para a Rua (Ven a la calle), que lograron algunos diputados federales al calor de aquel traum¨¢tico cambio y de la ola Bolsonaro est¨¢n ahora decepcionados y coinciden con el PT en el deseo de ver al dirigente de extrema derecha lejos de la Presidencia. El partido de Lula ha apoyado la movilizaci¨®n pero sin sumarse.
S¨ªmbolo de ese Brasil que no quiere a ninguno de los favoritos, un mu?eco hinchable paseado este domingo por la avenida Paulista: un Bolsonaro con camisa de fuerza abrazando a un Lula vestido de presidiario.
Durante el ¨²ltimo lustro la pol¨ªtica brasile?a parece subida en una monta?a rusa, cuyos puntos culminantes fueron la destituci¨®n de Rousseff, el encarcelamiento y excarcelaci¨®n de Lula y la inesperada victoria de Bolsonaro. Esos movimientos tan bruscos han visto nacer y morir todo tipo de afinidades y desencuentros.
Entre los muchos nombres que suenan como tercera v¨ªa, el gobernador Jo?o Doria, que consigui¨® traer de China las primeras vacunas a Brasil, el gobernador Eduardo Leite, que ha aplicado un plan de ajuste fiscal, tiene 36 a?os y acaba de declararse gay, el primer ministro de Sanidad al que Bolsonaro ech¨® del Gobierno, Henrique Mandetta, y Ciro Gomes, un caudillo del nordeste de Brasil y de centro-izquierda que qued¨® tercero en las elecciones de 2018, etc¨¦tera. ¡°Quien es dem¨®crata en Brasil tiene que entender que el impeachment (de Bolsonaro) es la ¨²nica salida¡±, proclam¨® Gomes.
Aunque a¨²n quedan muy lejos, una de las claves que se vislumbra para los pr¨®ximos comicios es por qui¨¦n votar¨¢n los que detestan al d¨²o Bolsonaro-Lula, que encabeza las encuestas, si la segunda vuelta es un duelo entre ambos.
Lopes, un ingeniero de 58 a?os, que ha salido a manifestarse en la avenida Paulista, quisiera ver a Ciro Gomes en la Presidencia, pero si la disyuntiva final es Bolsonaro-Lula lo tiene clar¨ªsimo. ¡°Pueden decir lo que quieran, pero Lula es un dem¨®crata, siempre lo ha sido. Y Bolsonaro es un prototipo de golpista¡±.
A Robson, operador log¨ªstico, y a su pareja, Jessica, ambos de 31 a?os, les gustar¨ªa que el candidato fuera el antiguo juez Sergio Moro. ¡°U otra v¨ªa m¨¢s a la derecha que no sea Bolsonaro¡±, a?ade ¨¦l. Pero lo cierto es que, tras su salida del Gobierno Bolsonaro y ruptura con el militar retirado, las encuestas le dan pocas opciones al responsable de la gran investigaci¨®n contra la corrupci¨®n. Robson perdi¨® la fe en Bolsonaro ¡°cuando rompi¨® todos los compromisos adquiridos para defender una pol¨ªtica liberal con un Estado m¨ªnimo, que ofrezca Sanidad y Seguridad, y m¨¢s eficiente¡±. Todav¨ªa queda mucho partido hasta que los brasile?os elijan presidente en octubre de 2022.
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