Brasil supera el medio mill¨®n de muertos por la covid-19, la segunda marca m¨¢s alta del mundo
El n¨²mero de v¨ªctimas, solo superado por EE UU, coincide con una investigaci¨®n parlamentaria que pone en cuesti¨®n la estrategia de Bolsonaro contra la pandemia
Priscila Dissele Flor¨ºncio, de 34 a?os, se vacun¨® contra la covid-19 a principios de junio, en S?o Paulo. Para ella, ese momento, esperado con expectaci¨®n por millones de brasile?os, no vino cargado de alegr¨ªa. ¡°Cambiar¨ªa mi vacuna por la vida de mi padre y de mi hermana mayor¡±, explica. Jos¨¦ Carlos Dissele, muerto a los 64 a?os, y Vanessa Dissele Palason, a los 41, son parte de los 500.800 muertos por el nuevo coronavirus en Brasil, una cifra a la cual se lleg¨® este s¨¢bado, seg¨²n datos del Ministerio de la Salud. Jos¨¦ Carlos, con cormobilidades previas, falleci¨® en diciembre tras complicaciones provocadas por la enfermedad. Vanessa, sana, muri¨® el 1 de junio, despu¨¦s que el equipo que suministraba ox¨ªgeno a pacientes con covid-19 de la UCI donde ella estaba ingresada tuvo problemas mec¨¢nicos. El incidente mat¨® a otras dos personas.
¡°Con mi padre, al menos pudimos hablarle antes de que se le intubara. Con ella no hubo tiempo¡±, se?ala Priscila, qui¨¦n solo pudo ver su hermana para identificar el cuerpo, almacenado en un contenedor refrigerado al lado del hospital: ¡°Ten¨ªa claras se?ales de falta de aire, en una posici¨®n de quien hab¨ªa agonizado. Me choc¨®, fue traum¨¢tico¡±, dijo. Las dos ten¨ªan una tienda de comunicaci¨®n visual donde trabajaban como dependientas. ¡°Nos ve¨ªamos todos los d¨ªas, ¨¦ramos muy cercanas. Ahora queda este vac¨ªo¡±, dice. La rutina de esta superviviente de la covid-19 (Priscila tuvo la enfermedad, pero no desarroll¨® un cuadro grave) ahora incluye tratamientos psiqui¨¢tricos y visitas a psicoterapeutas para intentar afrontar una realidad que ella y miles de otros brasile?os nunca podr¨¢n calificar de ¡°nuevo normal¡±. ¡°Nunca pas¨¦ por un proceso de ansiedad y depresi¨®n como estoy sintiendo ahora. Tengo s¨ªntomas f¨ªsicos, ?sabes?¡±, se queja.
El triste hito de 500.000 muertos es chocante. El ¨²nico pa¨ªs donde m¨¢s gente perdi¨® la vida por la enfermedad fue Estados Unidos. Pero acaba siendo un dato meramente simb¨®lico, que oculta una realidad probablemente peor. En los ¨²ltimos meses, varios pa¨ªses usaron metodolog¨ªas nuevas y m¨¢s precisas para actualizar el total de v¨ªctimas de la covid-19. En Per¨², el proceso se hizo al final de mayo, y la cifra de muertos se duplic¨®: de poco menos de 70.000 subi¨® a m¨¢s de 180.000. Tras la revisi¨®n, Per¨² pas¨® a tener la mayor tasa de muertes por cada 100.000 habitantes del mundo. Tambi¨¦n Rusia, en diciembre, hizo una revisi¨®n semejante y triplic¨® su n¨²mero de muertos, hasta los 185.000. Globalmente, investigadores de la Universidad de Oxford se?alan que los muertos no contabilizados ya suman por lo menos un mill¨®n.
En Brasil tal revisi¨®n de datos no aparece en los planes oficiales. Pero estudios hechos al final de 2020 por la Red An¨¢lisis Covid apuntan a que entre un 30% y un 50% del total de ¨®bitos por la covid-19 dejan de ser notificados en Brasil. ¡°Seguro que el n¨²mero brasile?o se est¨¢ minimizando. Hay el problema de falta de cribado, de la falta de pruebas, y, desde luego, los casos que se dejan de notificar¡±, afirma Isaac Schrarstzhaupt, cient¨ªfico de datos de la Red. Schrarstzhaupt menciona adem¨¢s el retraso en la contabilidad de muertes como un factor que dificulta la obtenci¨®n de un dato m¨¢s exacto sobre la crisis sanitaria en Brasil: ¡°Tenemos muertes que se registran hoy pero que ocurrieron en 2020. No es la mayor¨ªa, pero eso ocurre, porque la prioridad de los equipos de salud es salvar vidas, y no necesariamente esa parte m¨¢s burocr¨¢tica de lanzar los datos en el sistema¡±. Por fin, hay algunas muertes de personas que tuvieron la covid-19, se recuperaron, pero murieron por las secuelas, y esas tambi¨¦n se quedan fuera del balance general.
Pese a los problemas, Schrarstzhaupt dice que el pa¨ªs dispone de un vigoroso banco de datos sobre mortalidad en el Sistema Unificado de Salud, que se podr¨ªa analizar a fondo para actualizar los datos nacionales. ¡°Creo que es posible revisar los datos brasile?os. Pero eso lleva tiempo, es un proceso que exige evaluar todas las muertes ocurridas a lo largo de a?os y sus causas. Trazar un patr¨®n de muertes y ver a qu¨¦ se debe el aumento que sobrepase a ese nivel¡±, plantea.
La p¨¦rdida de medio mill¨®n de vidas en Brasil ocurre en un momento en que el Gobierno de Jair Bolsonaro se ve presionado por una investigaci¨®n del Senado sobre la conducci¨®n de la pandemia, que poco a poco empieza a revelar los equ¨ªvocos cometidos por el Executivo. Los senadores de oposici¨®n ya dan como cierta, por ejemplo, la existencia de un despacho paralelo al Ministerio de Salud, compuesto por m¨¦dicos y empresarios, que ser¨ªa el responsable de aconsejar al presidente a los m¨¢rgenes de la ciencia en la lucha contra la covid-19. En im¨¢genes divulgadas por la web period¨ªstica Metr¨®poles, la doctora Nise Yamaguchi (otro blanco de la investigaci¨®n parlamentar), el diputado Osmar Terra y el vir¨®logo Paulo Zanotto discuten con Bolsonaro temas como la inmunidad colectiva y el ¡°tratamiento precoz¡± con cloroquina y otras drogas comprobadamente ineficaces y promocionadas por los negacionistas.
Las declaraciones recogidas en la investigaci¨®n del Senado tambi¨¦n exponen que por negligencia el Gobierno dej¨® de negociar y adquirir vacunas en 2020, cuando Bolsonaro ignor¨® docenas de correos electr¨®nicos de la farmac¨¦utica Pfizer ofreciendo su producto. El presidente pidi¨® el lunes pasado al laboratorio que anticipe la entrega de las dosis, lo que permitir¨¢ acelerar una campa?a de vacunaci¨®n que hasta el momento tiene a poco m¨¢s de un 11% de la poblaci¨®n con la pauta completa.
En mayor o menor grado, la pandemia afect¨® la vida de todos los brasile?os. ¡°Creo que de una forma u otra fuimos todos v¨ªctimas: o con p¨¦rdidas en la familia, o en la salud mental, restringidos por el confinamiento. La pandemia trae esa cuesti¨®n de la muerte, sea de una persona, de nuestra vida diaria o de la libertad que ten¨ªamos, de nuestros contactos f¨ªsicos¡±, dice el historiador Alexandre Francisco Silva Teixeira.
Para dejar un registro fiel de lo que representa esa pandemia para millones de brasile?os, Silva cre¨®, en conjunto con sus colegas Pietra Diwan y Mois¨¦s Carlos Ferreira el proyecto Memorial de la Pandemia, que desde el inicio de la crisis recoge en un solo sitio entrevistas, v¨ªdeos y fotos de personas que tuvieron sus vidas afectadas por la tragedia sanitaria en Brasil. Un a?o despu¨¦s, el proyecto dio origen a un libro, Memorial de la pandemia: la colecci¨®n de todos nosotros (Todas as Musas). ¡°?C¨®mo se contar¨¢ en el futuro la historia de la pandemia? ?C¨®mo entender¨¢n los historiadores ese momento? Eso va a depender de la memoria que se guarde. Lamentablemente, tenemos muchos que van a negar este momento. Pero hay un registro, una memoria, el habla de agentes hist¨®ricos que vivieron este tiempo. Esa voz no se borra¡±, dice.
Si en 1918 el brote de la llamada gripe espa?ola en Brasil dej¨® para el futuro la semilla de un sistema de sanidad p¨²blico y gratuito, el historiador Teixeira cree que la actual pandemia tendr¨¢ como legado un proceso de producci¨®n de vacunas a un ritmo inaudito en la historia de la humanidad. ¡°El desarrollo de estas f¨®rmulas ocurri¨® en menos de un a?o tras la identificaci¨®n del virus, en una velocidad nunca vista¡±, se?ala. Desgraciadamente, para la familia de Priscila y de miles de otras personas, las vacunas tardaron demasiado.
Suscr¨ªbase aqu¨ª a la newsletter de EL PA?S Am¨¦rica y reciba todas las claves informativas de la actualidad de la regi¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.