Estanter¨ªas vac¨ªas y falta de trabajadores: la pandemia y el Brexit agravan la crisis de abastecimiento en el Reino Unido
Los empresarios piden al Gobierno de Johnson flexibilidad para cambiar las nuevas normas de inmigraci¨®n
Desde la d¨¦cada ominosa de los setenta, que acab¨® provocando la llegada del neoliberalismo de Margaret Thatcher, no era habitual que en el Reino Unido, que disputa a Francia el puesto de segunda mayor econom¨ªa europea, se enviaran este tipo de excusas por incumplimiento contractual: ¡°Estimado cliente, el servicio de entrega a ese c¨®digo postal ha sido suspendido por dos d¨ªas para que nuestro almac¨¦n pueda aligerar el retraso acumulado. El aumento de demanda y la escasez de conductores han llevado a esta acumulaci¨®n¡±. No ha sido el primer correo electr¨®nico de estas caracter¨ªsticas recibido por...
Desde la d¨¦cada ominosa de los setenta, que acab¨® provocando la llegada del neoliberalismo de Margaret Thatcher, no era habitual que en el Reino Unido, que disputa a Francia el puesto de segunda mayor econom¨ªa europea, se enviaran este tipo de excusas por incumplimiento contractual: ¡°Estimado cliente, el servicio de entrega a ese c¨®digo postal ha sido suspendido por dos d¨ªas para que nuestro almac¨¦n pueda aligerar el retraso acumulado. El aumento de demanda y la escasez de conductores han llevado a esta acumulaci¨®n¡±. No ha sido el primer correo electr¨®nico de estas caracter¨ªsticas recibido por Daniel Juli¨¢, un espa?ol afincado en Londres desde hace d¨¦cadas que tiene, junto a otro socio, un negocio de distribuci¨®n de material de hosteler¨ªa y otro de reparto de hielo. ¡°Para la distribuci¨®n del hielo necesitamos al menos 12 conductores. Si me falla alguno, tengo un serio problema, porque es complicad¨ªsimo encontrar ahora mismo un reemplazo¡±, explica.
Su problema, a una escala reducida, es el mismo que afecta actualmente a todo el Reino Unido, y que ha llevado a que la cadena portuguesa de restaurantes Nando?s, especializada en distintos platos con pollo y muy popular entre los ingleses, haya tenido que cerrar algunos de sus establecimientos por no disponer de materia prima suficiente. Igual que McDonald¡¯s ¡ªdonde faltan batidos y otras bebidas embotelladas¡ª o que la cadena de pubs Weatherspoon, que se ha quedado sin algunas marcas de cerveza. O los grandes supermercados Sainsbury¡¯s, que se han esforzado estos d¨ªas por sortear la escasez de sus ofertas habituales que reflejaban las estanter¨ªas vac¨ªas. O Coca-Cola, que reconoc¨ªa que sus plantas embotelladoras de Inglaterra, Escocia y Gales se hab¨ªan quedado sin latas de aluminio.
La nueva Ley de Inmigraci¨®n, en vigor desde febrero del a?o pasado y que restringi¨® a¨²n m¨¢s el acceso de los ciudadanos europeos al mercado laboral brit¨¢nico, coincidi¨® con el inicio de una pandemia que oblig¨® a concentrar todos los esfuerzos de supervivencia de las empresas. Los planes para ajustar las necesidades laborales al nuevo esquema de residencia acordado entre Londres y la UE (el llamado EU Settlement Scheme), y asegurarse as¨ª la permanencia de los trabajadores que ya ten¨ªan contratados, quedaron congelados. ¡°Desde entonces, muchos de nuestros miembros nos han descrito una tormenta perfecta que ha alterado todo su proceso de transformaci¨®n¡±, asegura la CBI, la principal patronal del Reino Unido. ¡°Adem¨¢s de que la pandemia interrumpi¨® su capacidad para prepararse y adaptarse al nuevo sistema de inmigraci¨®n, empuj¨® tambi¨¦n a muchos trabajadores comunitarios a abandonar el pa¨ªs para estar m¨¢s cerca de sus familias¡±, indica.
Y muchos de los que huyeron de un Reino Unido paralizado durante meses por el virus ¡ªla Oficina Nacional de Estad¨ªstica los cifr¨® en m¨¢s de un mill¨®n a lo largo de un a?o¡ª lo hicieron sin regularizar previamente su situaci¨®n. Conclusi¨®n: su vuelta ahora se ha convertido en un farragoso tr¨¢mite por el que la empresa debe solicitar el visado, demostrar que sus necesidades se ajustan a las contempladas por la nueva Ley de Inmigraci¨®n, o que la oferta de trabajo supere los 30.000 euros anuales.
La CBI calcula que el Reino Unido necesitar¨ªa al menos 100.000 camioneros m¨¢s para paliar los crecientes problemas de desabastecimiento. Y no es solo ese el principal agujero. Faltan trabajadores capaces de manejar maquinaria pesada, y tambi¨¦n transportistas de trayecto corto. Falta personal para las plantas procesadoras de alimentos, para el cuidado de ganado o para la recolecci¨®n de frutas, hortalizas y flores. No hay dependientes para las tiendas, operarios para los almacenes, personal de limpieza para hoteles y oficinas. Ni carpinteros, ni electricistas; ni ingenieros mec¨¢nicos ni trabajadores para las plantas de ensamblaje. ¡°A nuestros o¨ªdos ha llegado el caso de empresas que restringen artificialmente su capacidad porque son incapaces de satisfacer la alta demanda. Es el caso, por ejemplo, de los hoteles que est¨¢n limitando el n¨²mero de habitaciones que reservan porque no tienen suficiente personal de limpieza ni pueden disponer del servicio de lavander¨ªa suficiente¡±, explica el informe elaborado por la CBI.
El Gobierno de Johnson se resiste a admitir que su principal logro pol¨ªtico, el Brexit, puede provocar da?os irremediables, al menos a medio plazo, a la econom¨ªa del pa¨ªs. La respuesta de la ministra del Interior, Priti Patel, con un discurso de extrema dureza respecto a la inmigraci¨®n, es que los empresarios se esfuercen en formar, preparar y contratar a ciudadanos brit¨¢nicos. En los camioneros, se ha comenzado a agilizar los ex¨¢menes para obtener la licencia de conducci¨®n, muy ralentizados durante la ¨¦poca de las restricciones sociales por la pandemia. Pero no se ha atendido la demanda empresarial de que se permita el regreso temporal de todos los conductores rumanos, polacos, portugueses o espa?oles que podr¨ªan aliviar una situaci¨®n de estr¨¦s que amenaza con nuevas escenas de estanter¨ªas vac¨ªas durante el periodo navide?o.
¡°Todo esto va a durar m¨¢s de lo que la gente cree¡±, asegura Andrew Sentance, un reputado economista que asesora a la empresa de an¨¢lisis Cambridge Econometrics y exconsultor externo del Banco de Inglaterra. ¡°La falta de trabajadores formados puede prolongarse durante a?os. El impacto que el Brexit ha tenido sobre nuestra capacidad de obtener mano de obra de la UE permanecer¨¢. Y el proceso de formaci¨®n del personal se ha visto alterado por la pandemia, porque la gente no trabajaba y se hallaba bajo un ERTE¡±, contin¨²a Sentance.
Las principales instituciones econ¨®micas del Reino Unido, as¨ª como los grandes partidos pol¨ªticos (especialmente el Laborista, ahora en la oposici¨®n) han decidido dejar atr¨¢s los largos a?os de tensi¨®n en torno al Brexit y tratar la decisi¨®n como un hecho consumado. Eso no quiere decir que, desde la sutileza, no se sigan se?alando las consecuencias negativas que acarre¨® la decisi¨®n de abandonar la UE. El gobernador del Banco de Inglaterra, Andrew Bailey, ¡ªque en un informe aseguraba que la tensi¨®n en la cadena de suministro o la subida de precios de algunas materias primas se ir¨ªan rebajando con el tiempo¡ª no pudo evitar mostrar su preocupaci¨®n por la escasez de mano de obra. ¡°Otros tendr¨¢n una opini¨®n distinta, pero yo no puedo evitar empezar a preocuparme por esta persistencia en el mercado laboral¡±, aseguraba Bailey el mi¨¦rcoles ante la Comisi¨®n de Econom¨ªa de la C¨¢mara de los Comunes.