La mezcla de la pol¨ªtica y la religi¨®n en Colombia
Los partidos cristianos plantean unirse en una lista ¨²nica, lo cual podr¨ªa llevarlos a tener entre 9 y 12 senadores, una bancada hist¨®rica para estos sectores radicales de ultraderecha
Las iglesias evang¨¦licas, de todo tipo de tama?o y matices, han tendido, casi siempre, a participar en pol¨ªtica y a mezclar la religi¨®n y la pol¨ªtica. Generalmente, era un comportamiento de alg¨²n pastor cristiano que ten¨ªa ambiciones pol¨ªticas personales y se met¨ªa en alg¨²n partido tradicional para lograr su objetivo. Hasta este punto, el discurso cristiano era utilizado para lograr el voto de los feligreses, pero no era una agenda legislativa.
Las cosas comenzaron a cambiar hace poco m¨¢s de una d¨¦cada, pues, estas iglesias cristianas comenzaron a crecer con dos estrategias. Por un lado, una cr¨ªtica a la iglesia cat¨®lica y, por otro, agitar discursos radiales en un momento donde los derechos de las mujeres, poblaci¨®n LGBTI y donde los j¨®venes se convert¨ªan en motores de cambio cultural. La estrategia del p¨¢nico y la cr¨ªtica a lo diferente serv¨ªan para atraer poblaci¨®n que ve¨ªa en esos cambios una amenaza a su statu quo. Adem¨¢s, todas estas sectas se aprovechaban, bastante bien, de las situaciones de crisis social que ha tenido el pa¨ªs.
Entonces, si bien, en el pulpito de las iglesias estos pastores dec¨ªan que combatir¨ªan la corrupci¨®n o la pol¨ªtica tradicional, en la realidad hac¨ªan exactamente lo mismo. Adem¨¢s, utilizaban la plata constante del diezmo para hacer pol¨ªtica y sus campa?as eran financiadas sin muchas dificultades. Por ejemplo, la mayor¨ªa de esos partidos como el MIRA o Justas Libres, son parte activa del Gobierno nacional y a pesar de los tremendos casos de corrupci¨®n no han dicho nada y viven del clientelismo que entrega el uribismo.
Pero ante la crisis de la derecha uribista y la mala imagen de la coalici¨®n de gobierno, los partidos cristianos, con sus respectivas iglesias, han tomado la decisi¨®n de hacer tres movidas pol¨ªticas. Por un lado, una lista ¨²nica al congreso de la rep¨²blica, lo cual podr¨ªa llevarlos a tener entre 9 y 12 senadores, ser¨ªa una bancada hist¨®rica para estos sectores radicales de ultraderecha. De hecho, ser¨ªan la ¨²nica fuerza de derecha que crecer¨ªa en el congreso, todos los dem¨¢s descender¨ªan. La segunda estrategia es tener un candidato presidencial y hacer, en marzo del 2022, una consulta entre cuatro candidatos cristianos, quienes representan las iglesias m¨¢s grandes y dos de ellas son de las m¨¢s radicales que tiene el pa¨ªs. Por ¨²ltimo, para evitar que los liguen al desastroso gobierno del presidente Iv¨¢n Duque, saldr¨¢n a la ofensiva contra derechos que se han ganado las mujeres y diferentes poblaciones. Nuevamente, intentar¨¢n poner la agenda de los Provida como principal bandera, pues, obviamente hablar de lucha contra la corrupci¨®n no tendr¨ªa sentido para ellos.
Adem¨¢s de todo lo anterior, har¨¢n lo de siempre, ampliar su influencia a partir de dolor y las necesidades de los m¨¢s pobres. Le echar¨¢n la culpa de la actual crisis econ¨®mica a un castigo divino por un mundo lleno de libertinaje, y no a la mala gesti¨®n del gobierno y sus m¨²ltiples esc¨¢ndalos de corrupci¨®n, gobierno del cual estas sectas iniciaron parte.
El resultado ser¨¢ bastante positivo para estos movimientos, podr¨ªan tener hasta 12 senadores y una consulta presidencial que podr¨ªa llegar a 1.5 millones de votos. As¨ª las cosas, ya sea que gane la derecha o la izquierda para las reformas que requieran tres cuartas partes ser¨¢n decisivos y jugar¨¢n a chantajear al gobierno de turno. Todo parece indicar que Colombia entrar¨¢ a la ¨¦poca de las vetocracias: un escenario pol¨ªtico donde avanzar en reformas pol¨ªticas profundas ser¨¢ casi imposible y donde el retroceso en derechos esta a la vista.
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