Un Bundestag mastod¨®ntico: ya tiene 735 diputados y no deja de crecer
La complicada ley electoral alemana de dos votos asegura la proporcionalidad aumentando el n¨²mero de esca?os
Al Bundestag est¨¢n a punto de estallarle las costuras. Las elecciones federales celebradas el pasado domingo no solo han dejado un panorama pol¨ªtico dominado por la incertidumbre; tambi¨¦n han empeorado uno de los problemas que arrastra hace a?os el sistema parlamentario alem¨¢n. El Bundestag est¨¢ inflado, es demasiado caro y est¨¢ perdiendo eficiencia, coinciden todos los expertos. El motivo: hay demasiados diputados. A diferencia de lo que ocurre en otras c¨¢maras de representaci¨®n, el Bundestag no tiene un n¨²mero fijo de asientos. Este var¨ªa seg¨²n el recuento de los votos de las elecciones aplicando una complicada f¨®rmula que compensa esca?os para asegurar la proporcionalidad. El Parlamento alem¨¢n desvel¨® el lunes su nuevo n¨²mero de miembros: 735. Son 26 m¨¢s que la legislatura pasada y 137 por encima de los que en teor¨ªa deber¨ªa tener.
Pese a que la cifra sigue creciendo, muchos respiraron aliviados. Varias estimaciones hab¨ªan predicho que el Bundestag pod¨ªa ampliarse hasta superar los 800 esca?os e incluso estallar acerc¨¢ndose a los 1.000. Es otro de los efectos secundarios de la fragmentaci¨®n del voto. ¡°El sistema funcion¨® muy bien hasta los a?os setenta. No hab¨ªa problemas para equilibrar los dos principios que rigen el sistema electoral alem¨¢n porque hab¨ªa dos partidos mayoritarios y uno minoritario¡±, explica el polit¨®logo Sebastian Bukow, director del departamento de pol¨ªtica interna de la Fundaci¨®n Heinrich B?ll. Sin partidos dominantes, con dos que rondan el 25% del voto (democristianos y socialdem¨®cratas) y otros tres en la horquilla del 10% al 15% de los sufragios (Verdes, liberales y la derecha populista de AfD), darles el peso que les corresponde exige seguir aumentando los asientos.
El Bundestag, en realidad, deber¨ªa tener 598 diputados. Los ciudadanos emiten dos votos, uno para elegir con un mandato directo a un candidato de su circunscripci¨®n ¡ªhay 299; el m¨¢s votado en cada territorio obtiene esca?o¡ª y otro en el que se marca la cruz de un partido pol¨ªtico. Esta segunda elecci¨®n deber¨ªa permitir repartir otros 299 asientos. Pero las reglas de proporcionalidad de la ley electoral obligan a compensar a los partidos con lo que se conoce como mandatos o esca?os excedentes. Si una formaci¨®n obtiene m¨¢s mandatos directos de los que le corresponder¨ªa por la segunda votaci¨®n, el Bundestag debe aumentar el n¨²mero total de asientos para repartirlos entre el resto y que al final los esca?os sean proporcionales. Hasta ahora, los grandes beneficiados de este sistema hab¨ªan sido los democristianos de la CDU y, sobre todo, la CSU b¨¢vara.
El resultado de una ley pensada para otra ¨¦poca es que ahora el Parlamento alem¨¢n es el segundo por n¨²mero de miembros, solo por detr¨¢s del chino (la C¨¢mara baja espa?ola tiene 350 esca?os). Con la diferencia de que China tiene 1.400 millones de habitantes y Alemania, 83. Cada diputado del Bundestag representa a casi 113.000 ciudadanos, una ratio muy alejada, por ejemplo, de los casi 800.000 a los que representa cada miembro de la C¨¢mara de Representantes de Estados Unidos (con 435 congresistas). M¨¢s asientos en el hemiciclo equivalen a m¨¢s coste. Al sueldo que perciben los diputados hay que sumar los empleados a los que tienen derecho a contratar, entre cinco y siete cada uno.
La Asociaci¨®n de Contribuyentes Alemanes lleva a?os haciendo campa?a a favor de una reforma que ponga fin al crecimiento descontrolado del Bundestag. Esta semana encarg¨® una encuesta r¨¢pida a la empresa Civey que preguntaba a los ciudadanos qu¨¦ les parece el n¨²mero de diputados de esta legislatura. El 94,1% contest¨® que son ¡°demasiados¡±. Reiner Holznagel, presidente de la asociaci¨®n, asegura que es el momento de modificar la ley electoral. ¡°Est¨¢ en juego la credibilidad de la democracia parlamentaria¡±, opina. La organizaci¨®n, siempre atenta al destino que se da a los impuestos que pagan los alemanes, calcul¨® hace meses el coste extra de un Parlamento con 709 esca?os: 333 millones de euros m¨¢s que si tuviera los 598 previstos en la ley. Su ¨²ltima campa?a, titulada ¡°Paren el Bundestag XXL¡±, reclama reducirlo a 500 miembros.
Adem¨¢s del dinero, hay otro argumento de peso para replantearse la viabilidad de un Parlamento desmesurado: no hay espacio f¨ªsico para tantos diputados. Claudia Roth, vicepresidenta del Bundestag por Los Verdes, se lo dec¨ªa preocupada a Der Spiegel hace unos d¨ªas: ¡°?D¨®nde van a sentarse en el pleno? ?D¨®nde se re¨²nen los comit¨¦s, algunos de los cuales tendr¨¢n el tama?o de un Parlamento regional? ?D¨®nde se re¨²nen los grupos?¡±. Los edificios de oficinas se han quedado peque?os. Actualmente hay otro en construcci¨®n cerca de la parada del metro que da servicio al barrio gubernamental de Berl¨ªn, pero no va a llegar a tiempo para la constituci¨®n del nuevo Bundestag, prevista para el 26 de octubre. La funcionalidad del trabajo parlamentario tambi¨¦n est¨¢ en entredicho. En general, todos los miembros de la C¨¢mara pertenecen al menos a un comit¨¦ t¨¦cnico, que es donde se trabajan a fondo los asuntos. Pero estos no pueden crecer indefinidamente.
Los intentos recientes de reformar el sistema electoral no han tenido demasiado ¨¦xito. En general, a los antiguos partidos mayoritarios no les interesa porque se benefician de los mandatos directos y de su compensaci¨®n, explica Bukow. Especialmente la CDU y su partido hermano b¨¢varo CSU, que son los que m¨¢s han presionado para que no cambie el procedimiento. Una peque?a modificaci¨®n acordada la pasada legislatura no ha solucionado el problema, como muestra el a¨²n m¨¢s voluminoso Parlamento salido de las urnas. Los nuevos diputados tendr¨¢n que decidir si ya ha llegado el momento de cortar el crecimiento sin freno de un Bundestag cada vez m¨¢s abotargado.
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