La falta de camioneros amenaza el suministro global
Europa necesita 400.000 conductores de veh¨ªculos de transporte de carga para cubrir la demanda del sector
Las escenas de escasez en los supermercados en el Reino Unido han dejado en evidencia un problema del que el sector del transporte llevaba a?os advirtiendo: la falta de camioneros. En el caso brit¨¢nico el factor Brexit ha puesto a¨²n m¨¢s trabas a los trabajadores extranjeros, en un sector envejecido, con duras condiciones laborales que empeoran y sin un relevo generacional claro. Las organizaciones...
Las escenas de escasez en los supermercados en el Reino Unido han dejado en evidencia un problema del que el sector del transporte llevaba a?os advirtiendo: la falta de camioneros. En el caso brit¨¢nico el factor Brexit ha puesto a¨²n m¨¢s trabas a los trabajadores extranjeros, en un sector envejecido, con duras condiciones laborales que empeoran y sin un relevo generacional claro. Las organizaciones de transportistas advierten de que es un problema generalizado en los pa¨ªses desarrollados y tal y como evoluciona la profesi¨®n calculan que Europa necesita 400.000 conductores para cubrir la demanda del sector.
En 2020, una quinta parte de los puestos de trabajo en camiones no se cubrieron en Asia y Europa. La Organizaci¨®n Mundial del Transporte por Carretera (IRU) advierte: ¡°Este es un problema cr¨®nico desde hace tiempo¡±. La edad media de los camioneros supera los 50 a?os, pero los j¨®venes no ven la profesi¨®n como una opci¨®n atractiva. Los sindicatos se?alan que la desregulaci¨®n, la liberalizaci¨®n del sector y la subcontrata a terceros pa¨ªses con salarios m¨¢s bajos ha debilitado la industria. En 2020, el porcentaje de conductores menores de 25 a?os fue del 5% en Europa y Rusia, del 6% en M¨¦xico y del 7% en Turqu¨ªa. Adem¨¢s, solo el 2% de los conductores de camiones son mujeres. ¡°Si no hay relevo nos encontraremos con falta de conductores¡±, advierte Juan Jos¨¦ Gil, secretario General de la Federaci¨®n Nacional de Asociaciones de Transporte de Espa?a (Fenadismer). ¡°Esto implica que no se pueda suministrar la mercanc¨ªa¡±.
Los analistas calculan que en Europa hacen falta 400.000 conductores, unos datos que extraen de la evoluci¨®n del sector y de la edad media de los camioneros. Seg¨²n un estudio del grupo de investigaci¨®n Transport Intelligence, el pa¨ªs m¨¢s afectado es Polonia, que necesita m¨¢s de 120.000 profesionales del transporte; en Alemania la cifra oscila entre los 45.000 y los 60.000; Francia necesita unos 43.000, y la crisis ha expuesto que el Reino Unido necesita unos 90.000. ¡°Espa?a no es de los pa¨ªses que est¨¢n en peor situaci¨®n, se estima hacen falta unos 15.000, que son menos del 5% del total de plantilla de conductores que est¨¢n en activo¡±, explica Gil, que apunta a la recuperaci¨®n econ¨®mica tras la pandemia como otro factor de presi¨®n.
¡°Cada vez que hay un crecimiento econ¨®mico o una recuperaci¨®n como la actual, se produce una mayor demanda de transporte porque hay una mayor necesidad de suministrar mercanc¨ªa y las empresas de transportes con sus plantillas habituales no pueden atender esa demanda, eso supone que tiene que acceder al mercado de trabajo para buscar conductores y, desafortunadamente, pese al alto porcentaje de desempleados que hay en este pa¨ªs, no tenemos una bolsa de conductores para cubrir las necesidades¡±, dice el directivo de Fenadismer. En el Reino Unido el problema se ha agravado como consecuencia del Brexit ¡°los extranjeros no pueden seguir trabajando y han reducido la bolsa de posibles conductores, de una profesi¨®n que ya no es atractiva¡±. Y requiere muchos sacrificios. ¡°Est¨¢s muchos d¨ªas durmiendo fuera de casa, es un trabajo solitario, en una cabina de tres metros c¨²bicos, nueve horas al volante, que adem¨¢s no solo conlleva conducir, desafortunadamente les obligan a cargar y descargar la mercanc¨ªa cuando llegan a destino y esto es algo que hemos pedido que se proh¨ªba como ha hecho Portugal¡±, subraya Gil.
Las im¨¢genes de los anaqueles vac¨ªos en el Reino Unido y las peleas en las filas de las gasolineras han servido para abrir los ojos a las demandas de las asociaciones como la Federaci¨®n Europea de Transportes (ETF), que representa a m¨¢s de cinco millones de trabajadores de 200 sindicatos del transporte de 40 pa¨ªses, que lamenta haber recibido atenci¨®n ¡°solo ahora cuando vemos y sentimos en nuestra vida diaria los efectos directos de la escasez de conductores reflejados en la crisis del combustible o en la falta de alimentos y otros productos en nuestras tiendas¡±, ha dicho su secretaria general Livia Spera. Las organizaciones piden adem¨¢s seguridad y servicios b¨¢sicos para dignificar la profesi¨®n. En la UE, hay un d¨¦ficit de 100.000 plazas de aparcamiento especial para camiones para atender a la demanda total, y solo 7.000 de las 300.000 (menos del 3%) se encuentran en zonas certificadas como seguras y protegidas, seg¨²n ETF. ¡°Los j¨®venes y las mujeres no est¨¢n interesados en un trabajo que carece de condiciones de trabajo decentes¡±, subraya la organizaci¨®n sindical.
El problema, la larga distancia
Se trata de un sector complejo al que se a?aden nuevos factores. ¡°En los ¨²ltimos a?os muchos conductores han optado por el transporte de corta distancia. Han aumentado los servicios como la paqueter¨ªa o env¨ªos a corta distancia, que suponen estar como mucho una noche fuera y, aunque cobren menos, el resto de la semana duermen en casa¡±, explica Duls¨¦ D¨ªaz Fresno, secretario general adjunto de la Confederaci¨®n Espa?ola de Transporte de Mercanc¨ªas (CETM). El problema est¨¢ en los trayectos de larga distancia. D¨ªaz insiste en la exigencia del trabajo y el trato a los conductores, recuerda que durante la pandemia no se les permit¨ªa entrar a una plataforma log¨ªstica para usar el ba?o, pero s¨ª se les exig¨ªa descargar el cami¨®n. ¡°Eso es una verg¨¹enza y dificulta la llegada de la mujer [a la profesi¨®n] que son fant¨¢sticas conductoras desde el punto de siniestralidad vial¡±. Otro de los problemas es que ¡°la UE es un mercado ¨²nico y al final compites con pa¨ªses que tienen mano de obra mucho m¨¢s barata y eso hace que los precios de transportes que se mantienen a la baja¡±.
Entre las propuestas para hacer m¨¢s atractivo este empleo, apuntan a medidas que hagan menos dura la profesi¨®n como prohibir la carga y descarga, que se establezcan ¨¢reas de aparcamientos seguras y un plan para facilitar a los desempleados la obtenci¨®n del permiso de conducir de cami¨®n ¨Dque est¨¢ entre los 3.000 y los 6.000 euros¨D porque, seg¨²n el secretario general de Fenadismer, ¡°aqu¨ª hay trabajo seguro¡±.
¡°Este trabajo sin vocaci¨®n no se puede hacer¡±
Las asociaciones coinciden en que, a las largas jornadas de conducción y la ausencia durante semanas de casa, que antes se veía compensado por un buen salario, se enfrentan a una menor compensación económica y, sobre todo, presión para desempeñar otras tareas además de llevar la mercancía. Una situación que conoce bien Begoña Urmeneta, una camionera que lleva más de 25 años al volante para la que esta profesión es “una pasión”, pero que ve con pena cómo van desapareciendo el interés entre los más jóvenes.
“Este trabajo sin vocación no se puede hacer”, asegura por teléfono desde el puerto de Valencia donde se encuentra con su camión cisterna de 40.000 kilos. Para Urmeneta lo que ha sucedido “es la punta del iceberg, la gente no es consciente de lo que se viene encima. Esto no viene de ahora, ni del Brexit, ni de la pandemia”, sino de un deterioro de la profesión que asegura comenzó hace 20 años. “Empezaron poco a poco a bajar no solo los sueldos, sino las condiciones laborales que son mucho más importante que los sueldos”. Se queja de que ahora tiene que descargar su camión, sin que se tenga en cuenta sus tiempos de comida y descansos, y también de las prácticas desleales de algunas empresas para contratar en peores condiciones a trabajadores extranjeros.
“Me jubilo en ocho años, la generación mía entró porque te gusta el camión, la siguiente vino porque no había otra cosa para trabajar y son los que no quieren que sus hijos suban a un camión”. Madre de dos hijos, Urmeneta dejo su trabajo de camarera cuando le surgió una oportunidad en la empresa de su marido de subirse al camión. En su caso, su hija de 31 años, será quien siga sus pasos. Su hijo, de 34, se dedica a la informática. “Mucha gente que ha entrado por necesidad están amargados”, lamenta, y recuerda que cuando se montó por primera vez en el camión de su marido y se sentó en el asiento del conductor no tuvo duda: “Mi cabeza y mi corazón dijo esto es lo que quiero hacer”.
“Como no se metan de verdad a solucionar el problema cada vez va a ser peor, en 10 años ¿a ver quién te trae los zapatos, la lavadora, la comida?”. Sabe que no fácil, pero cree que hay empezar con un plan para que vayan mejorando las condiciones y reducir los tiempos lejos de la familia. “No es necesario que un señor se coja desde Huelva un camión y se recorra Inglaterra, luego Alemania y luego pase a Polonia y luego se baje a República Checa y a Italia antes de venir a España. Con la tecnología que hay, con los corredores de tren que hay no es necesario que ningún camionero se pase un mes fuera de casa”.
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