Boris Johnson vende optimismo en el primer presupuesto del Reino Unido pospandemia
En un ejercicio de equilibrismo, el ministro Sunak anuncia la mayor alza del gasto p¨²blico en un siglo mientras aboga por la responsabilidad fiscal
En un contexto de bajo estado de ¨¢nimo de los brit¨¢nicos, afectados por la p¨¦rdida de poder adquisitivo, el desabastecimiento de productos b¨¢sicos y la desaparici¨®n de las ayudas estatales para paliar la crisis de la covid, el Gobierno de Boris Johnson ha utilizado el primer presupuesto pospand¨¦mico para vender ¡°una nueva era de optimismo¡± en el Reino Unido. El proyecto de revisi¨®n del gasto para los tres pr¨®ximos a?os, presentado este mi¨¦rcoles por el canciller del Exchequer, Rishi Sunak, en los Comunes, recoge el ¡°mayor incremento en el gasto p¨²blico de este siglo¡±, seg¨²n ha dicho el ministro, junto a un paquete de medidas destinadas a paliar el incremento del coste de la vida.
En un complejo ejercicio de equilibrios, el responsable de las finanzas p¨²blicas ha subrayado sin embargo la necesidad de aferrarse a la disciplina fiscal, lo que ha dado alas a la oposici¨®n laborista para denunciar que lo que se da por un lado acabar¨¢ restado por el otro.
Lo cierto es que, en su pulso con la alegr¨ªa de Johnson a la hora de prometer grandes inversiones (para desespero del ala m¨¢s conservadora de los tories), Sunak ha contado con un inesperado margen de maniobra: las ¨²ltimas previsiones oficiales incrementan el ritmo de crecimiento de la econom¨ªa para este a?o del 4% al 6,5%, y lo cifran en un 6% para el 2022. Ese dato ha permitido a Sunak anunciar con mayor tranquilidad un aumento de 150.000 millones de libras (unos 177.000 millones de euros) en el gasto de todos los ministerios.
La estrella indiscutible en esa recepci¨®n de dinero p¨²blico es el NHS ¡ªel sistema de sanidad p¨²blica, que sumar¨¢ 5.900 millones de libras a los 12.000 ya comprometidos en septiembre¡ª, en l¨ªnea con la promesa de regenerar el sistema hecha durante la campa?a del Brexit. La inyecci¨®n en diversos proyectos de mejora del transporte en el norte de Inglaterra tambi¨¦n entronca con la llamada agenda de nivelaci¨®n del primer ministro para corregir las desigualdades regionales, un gui?o a los electores de la muralla roja, basti¨®n del laborismo que Johnson logr¨® conquistar en las pasadas elecciones (y ya antes, en el refer¨¦ndum sobre la salida de la UE).
La oposici¨®n laborista ¡ªque ha tenido como portavoz en el Parlamento a Rachel Reeves ante la baja por covid de su l¨ªder, Keir Starmer¡ª denuncia el populismo de medidas como el fin de la congelaci¨®n de los sueldos del sector p¨²blico (sin especificarse en qu¨¦ porcentaje aumentar¨¢n) o el incremento del salario m¨ªnimo (de 8,1 a 9,5 libras la hora) que, a su entender, son insuficientes y no compensar¨¢n la inflaci¨®n en ascenso. O que la bajada de los impuestos especiales a las bebidas alcoh¨®licas, la restauraci¨®n y el comercio minorista son ¡°caramelos¡± para ocultar una mayor presi¨®n fiscal generalizada. Esta se produjo tras el anuncio en septiembre del aumento de las cotizaciones a la Seguridad Social y del impuesto de sociedades.
Control del gasto
Una vez comprometida la inversi¨®n p¨²blica para el resto de la legislatura, el desaf¨ªo que a¨²n supone la covid y, sobre todo, la presi¨®n inflacionista ha sido el argumento esgrimido por Sunak para retener una reserva de efectivos ¡°que protejan de los riesgos econ¨®micos del futuro¡±. La previsi¨®n de una inflaci¨®n del 4% para el pr¨®ximo a?o (hoy supera el 3%) y el alt¨ªsimo nivel de endeudamiento alimentado por las ayudas p¨²blicas en el pico de la pandemia exigen prudencia, ha subrayado un canciller que, a partir de ahora, promete un severo control del gasto.
Algunos analistas brit¨¢nicos aventuran que se trata de un mensaje dirigido a los conservadores que aspiran a una bajada de impuestos antes de las elecciones de dentro de tres a?os. Los malabarismos de Sunak responden a la obsesi¨®n de su jefe de filas, Johnson, por cubrir todos los frentes, aunque sean contradictorios. En ello ve la llave para repetir victoria electoral.
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