Yunior Garc¨ªa: ¡°El 15 de noviembre se demostr¨® que Cuba es una dictadura¡±

Yunior Garc¨ªa (Holgu¨ªn, 39 a?os) sale del Congreso de los Diputados tras una jornada maratoniana de entrevistas y encuentros con pol¨ªticos. Lleg¨® el mi¨¦rcoles a Madrid desde La Habana donde, desde hace un a?o, se hab¨ªa convertido en la cara m¨¢s visible de las protestas contra el Gobierno de Miguel D¨ªaz-Canel. Se fug¨® de su casa la madrugada del 15 de noviembre. La Seguridad del Estado, tras casi 24 horas de hostigamiento frente a su vivienda, le permiti¨® salir de Cuba, aunque pesan contra ¨¦l varias acusaciones de delitos sin evidencia. Tiene un visado de 90 d¨ªas para estar en Espa?a. Por ahora no va a pedir asilo porque, como reitera desde hace ya casi dos d¨ªas, regresar¨¢ a su pa¨ªs.

Pregunta. ?C¨®mo sali¨® de Cuba?

Respuesta. Estaba pr¨¢cticamente seguro de que no me iba a librar de la c¨¢rcel. No quer¨ªa pasarme 20 a?os preso. Por eso dos d¨ªas antes del 14 de noviembre [el d¨ªa que iba a marchar en solitario por las calles de La Habana] solicit¨¦ una visa para Espa?a. Al terminar el d¨ªa, como no me detuvieron, asum¨ª que no iba a pasar. Decid¨ª que ten¨ªa que fugarme de la realidad. Con ayuda de amigos cuya identidad no voy a revelar, sal¨ª de mi casa. Me llevaron a un lugar seguro a las afueras de La Habana. Ya no quedaba nadie delante de mi casa, a las nueve se fueron. Pasamos por delante de una patrulla. Es posible que supieran que era yo y simplemente me dejaron ir. Nunca sabr¨¦ todos los detalles. Es dif¨ªcil escapar de los tent¨¢culos de la Seguridad del Estado, tienen ojos en todas partes. Quer¨ªan permitirlo.

P. ?Qu¨¦ hizo el 15 de noviembre, d¨ªa de las protestas, antes de viajar a Madrid?

R. Pude pasear por la zona de La Habana Vieja. Llegu¨¦ a la embajada de Espa?a. Me dijeron que la visa estaba concedida y que ten¨ªa 90 d¨ªas para quedarme. Estaban preocupados por si me ocurr¨ªa algo en el trayecto, aunque me dijeron que probablemente me dejar¨ªan salir del pa¨ªs.

P. ?C¨®mo fue el trayecto al d¨ªa siguiente hasta el aeropuerto?

R. Estuvo lleno de incidentes. Mi esposa [Dayana Prieto ha viajado con ¨¦l a Madrid] y yo tuvimos que empujar el carro cerca de 100 metros en medio de la nada. Perd¨ª mis gafas. El carro se rompi¨® definitivamente en uno de los lugares m¨¢s vigilados de La Habana. Puede que el r¨¦gimen me lo fuera a permitir, pero no supe hasta qu¨¦ punto los mandos intermedios que vigilan pod¨ªan actuar por cuenta propia si sab¨ªan que era yo.

P. ?En todo ese camino no le dijeron nada?

R. Cuando el auto se par¨® definitivamente, nos montamos en un taxi y llegamos al aeropuerto. Pasamos los controles sin una sola pregunta. Todo estaba cuadrado, el r¨¦gimen quer¨ªa que saliera. Estaba preocupado por si en el ¨²ltimo momento aparec¨ªa la Seguridad del Estado y me amenazaba. Nunca aparecieron.

P. ?Qui¨¦n le recibi¨® en Espa?a?

R. Amigos del mismo grupo que me ayud¨® a fugarme. De momento estamos acompa?ados por ellos en su casa durante dos semanas. Varios amigos en Cuba reunieron 250 d¨®lares [220 euros] para que mi esposa y yo pudi¨¦ramos salir con algo en el bolsillo.

P. ?Alguna vez el Gobierno cubano le hab¨ªa ofrecido la libertad a cambio del exilio?

R. Me han interrogado en varias ocasiones, pero nunca me lo han propuesto directamente. El ¨²ltimo interrogatorio fue con una psic¨®loga parecida a mi madre que trat¨® de convencerme de que abandonara todo y recuperara mi vida anterior. Yo no voy a renunciar a mis ideas. Simplemente se alegraron de mi decisi¨®n y festejaron antes de tiempo porque pensaron que cuando llegara a Espa?a pedir¨ªa asilo y no lo he hecho. Cuando est¨¦n las condiciones listas voy a volver a Cuba y luchar como lo estaba haciendo. Pero antes necesito tomar un poco de ox¨ªgeno.

P. ?En 90 d¨ªas le va a dar tiempo a tomar ox¨ªgeno y volver a Cuba? ?Qu¨¦ va a hacer?

R. En el ¨²ltimo a?o no he podido poner la luz larga, he tenido que mirar a corto plazo porque ten¨ªa que sobrevivir. No me preocupa el tiempo. Quiero confiar en el despertar del pueblo cubano para que las condiciones est¨¦n listas lo antes posible. Tambi¨¦n en la comunidad internacional que tiene una mirada retorcida de lo que es Cuba, tiene ese romanticismo infantil de lo que consideraban una Revoluci¨®n hermosa y ha demostrado ser una dictadura.

P. ?Pero usted puede volver libremente a Cuba?

R. No lo s¨¦. Hasta ahora no hay nada que me lo impida. No he salido ilegalmente a pesar de tener una cautelar, a pesar de que me acusaban de todo tipo de delitos. Sin embargo me han dejado salir, demuestra que evidencias contra m¨ª no ten¨ªan. Esto no implica que pueda salir ileso, en Cuba hay que demostrar que no eres culpable hasta que se demuestre lo contrario. Yo lo voy a intentar.

P. ?Cree que le pueden estar esperando a su vuelta?

R. Esa amenaza es para todos los que queremos un cambio democr¨¢tico. Si entro a Cuba y me encierran lo asumir¨¦. Pero cruzarme de brazos, renunciar a lo que quiero construir en mi pa¨ªs, donde naci¨® mi hijo, no lo voy a hacer.

P. ?Es usted un exiliado?

R. Lo soy desde hace mucho tiempo. Estaba exiliado en mi pa¨ªs. Era un insilio. Ya no ten¨ªa derechos, era parte de los excluidos y los discriminados. Aqu¨ª por lo menos puedo hablar, incluso influir un poco m¨¢s dentro de Cuba.

P. ?Conf¨ªa en que haya un cambio en su pa¨ªs? ?No hay agotamiento entre los cubanos?

R. Lo hay. Lo importante es levantarse y recuperar las fuerzas. El Estado ha usado la estrategia de dividirnos, en la medida que seamos capaces de aportar a esa causa vendr¨¢n cambios reales. La narrativa del r¨¦gimen se acab¨®, no se la traga nadie. El 15 de noviembre gan¨® la demostraci¨®n evidente ante el mundo de que Cuba es una dictadura

P. ?Qu¨¦ es ahora: un dramaturgo o un activista?

R. Mi vida ha estado presente en mi teatro. Se basa en la honestidad. Yo seguir¨¦ siendo un teatrista donde quiera que est¨¦, pero tambi¨¦n un cubano que no le va a dar la espalda a su pa¨ªs y no va a usar la excusa de ser un artista para mirar a otro lado. Tengo una responsabilidad social y voy a ser consecuente.

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