Corea del Sur pasa p¨¢gina del esc¨¢ndalo de su expresidenta
Park Geun-hye sale este viernes de prisi¨®n, donde ha pasado casi cinco a?os, gracias a un indulto a tres meses de las elecciones

Park Geun-hye, la expresidenta de Corea del Sur deshonrosamente destituida tras destaparse el mayor esc¨¢ndalo por tr¨¢fico de influencias en d¨¦cadas en su pa¨ªs, ser¨¢ liberada este viernes tras recibir la semana pasada un indulto especial con motivo del a?o nuevo. Park pas¨® de ser la imagen del progreso a convertirse en la primera l¨ªder depuesta por la presi¨®n popular desde la implantaci¨®n de la democracia. El caso de la Princesa de hielo exacerb¨® las fricciones entre liberales y conservadores, unas asperezas que, a poco m¨¢s de tres meses de las presidenciales, la Administraci¨®n de Moon Jae-in aspira a limar.
¡°Tenemos que superar el dolor del pasado y avanzar hacia una nueva era. La unidad nacional y la inclusi¨®n son necesarias por encima de todas las cosas¡±, dijo el presidente Moon el pasado viernes, cuando el Ministerio de Justicia anunci¨® que Park ¡ªla primera jefa de Estado del pa¨ªs¡ª recibir¨ªa este perd¨®n del que se han beneficiado unos 700 prisioneros para promover la reconciliaci¨®n. Park, conservadora y rival del actual mandatario ¡ªa quien se impuso con contundencia en los comicios de 2012¡ª ha cumplido cuatro a?os y nueve meses entre rejas de una pena de 22 a?os por corrupci¨®n, abuso de poder y coerci¨®n. El propio Moon indic¨® que el estado de salud de la expresidenta, de 69 a?os, ha sido un factor de peso para liberarla, despu¨¦s de que en noviembre fuese trasladada por tercera vez este a?o a un hospital de Se¨²l por dolores cr¨®nicos en las lumbares y el hombro.
Si se merec¨ªa o no el indulto es ya el tema de debate ante los comicios del 9 de marzo de 2022. Moon, quien por ley no puede optar a la reelecci¨®n, hab¨ªa asegurado que no perdonar¨ªa a los condenados por corrupci¨®n, por lo que algunos analistas ven la decisi¨®n como un paso pol¨ªticamente calculado. Park, quien afirma ser v¨ªctima de una venganza y se ha negado a acudir a los tribunales desde octubre de 2017, contin¨²a gozando de cierto respaldo, con frecuentes movilizaciones reclamando su inocencia.
El Partido del Poder Popular, en la oposici¨®n, aplaudi¨® el indulto, mientras que el candidato por el gobernante Partido Democr¨¢tico, Lee Jae-myung, dijo respetar la decisi¨®n, aunque consider¨® que la expresidenta no se ha arrepentido lo suficiente como para merecer la excarcelaci¨®n. El conservador Yoon Suk-yeol encabeza unos sondeos muy re?idos.
¡°Muy denostada¡±
Andrew Yeo, del centro de an¨¢lisis Brookings Institution y director de Estudios Asi¨¢ticos en la Universidad Cat¨®lica de Am¨¦rica, en Washington, opina que es pronto para saber si se trata de un punto de inflexi¨®n en la profunda brecha pol¨ªtica que existe en el pa¨ªs. Sin embargo, considera que ¡°al ofrecer el indulto a Park, una figura muy denostada entre los miembros del partido gobernante, la Administraci¨®n de Moon est¨¢ dando un importante paso simb¨®lico¡±. El presidente, a?ade, puede aprovechar la decisi¨®n para convencer a votantes indecisos y a conservadores moderados para que se decanten por su partido, el Democr¨¢tico.
Park Geun-hye, hija de Park Chung-hee, el dictador militar que gobern¨® Corea del Sur con mano de hierro entre 1961 y 1979, cautiv¨® al electorado con la imagen de ¡°hija de la naci¨®n¡± que hab¨ªa cultivado. Su mete¨®rico ascenso estuvo propulsado por los sectores conservadores y simpatizantes de su padre, quienes le consideran un h¨¦roe que sent¨® las bases para lograr la espectacular modernizaci¨®n de la Rep¨²blica.
En 2012, la primera victoria electoral de una mujer en Corea del Sur trajo esperanzas de avance en un pa¨ªs que hoy tiene la puntuaci¨®n m¨¢s baja en igualdad de g¨¦nero de todas las grandes econom¨ªas. El car¨¢cter fuerte y distante de Park, as¨ª como su aparente falta de apego familiar ¡ªnunca se cas¨® y se alej¨® de sus hermanos, seg¨²n ella, para evitar los m¨¢s que frecuentes complots en la clase pol¨ªtica¡ª le valieron el apodo de la Princesa de hielo, que se perfilaba como una l¨ªder incorruptible a la hora de gobernar la naci¨®n.
Toda esa popularidad cay¨® por los suelos en 2016, cuando se revel¨® su implicaci¨®n en la trama de la Rasputina surcoreana, una mezcla de denuncias de abuso de poder y sobornos que se convirti¨® en todo un circo medi¨¢tico. Una empresaria y confidente de Park, Choi Soon-sil, hab¨ªa ejercido una enorme influencia sobre la exmandataria, hasta el punto de que muchas decisiones de Estado pasaban por sus manos, sin ostentar ning¨²n cargo p¨²blico. Las dos ¨ªntimas amigas hab¨ªan colaborado para crear una red de favores con la que extorsionar a los grandes conglomerados empresariales del pa¨ªs (conocidos como chaebol), como Samsung, Lotte o Hyundai.
En diciembre de 2016, tras meses de protestas en las que cientos de miles de personas tomaron las calles pidiendo su dimisi¨®n, su propio partido inici¨® un juicio pol¨ªtico en su contra. La Asamblea Nacional aprob¨® su destituci¨®n y, tres meses despu¨¦s, el Tribunal Constitucional corrobor¨® la decisi¨®n. En 2018, fue sentenciada a 24 a?os de prisi¨®n, fallo que se redujo a 22 el pasado enero.
El esc¨¢ndalo, plagado de arrestos y condenas de decenas de figuras p¨²blicas, dej¨® en evidencia los profundos v¨ªnculos de conspiraci¨®n que existen entre la clase pol¨ªtica y las grandes familias que controlan los multimillonarios grupos econ¨®micos surcoreanos. El encarcelamiento de Park supuso, adem¨¢s, una profunda divisi¨®n entre los conservadores ¡ªsu formaci¨®n, el Partido de la Libertad de Corea, lleg¨® a desintegrarse en varias¡ª y aument¨® las diferencias con otros grupos.
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