El socialista Ant¨®nio Costa logra una hist¨®rica mayor¨ªa absoluta en Portugal
Los votantes castigan a los socios minoritarios de la ¡®geringon?a¡¯ y convierten a la extrema derecha en la tercera fuerza parlamentaria
El socialista Ant¨®nio Costa ha ganado las elecciones en Portugal con una mayor¨ªa absoluta, que se puede considerar hist¨®rica en un pa¨ªs poco dado a dar victorias aplastantes a un solo partido. Es la segunda vez que el socialismo logra superar los 116 esca?os, la barrera de la mayor¨ªa absoluta en una C¨¢mara de 230. La anterior ocurri¨® en 2005, bajo el liderazgo de Jos¨¦ S¨®crates, y nadie del actual equipo de Costa tiene inter¨¦s en recordarla. S¨®crates est¨¢ pendiente de ser juzgado por varios delitos relacionados con la corrupci¨®n durante su mandato. ¡°Una mayor¨ªa absoluta no es el poder absoluto, no es gobernar solos, es una responsabilidad para gobernar para todos los portugueses¡±, proclam¨® Costa en su discurso en el hotel de Lisboa donde celebraron el triunfo este domingo. ¡°Uno de mis objetivos es reconciliar a los portugueses con la mayor¨ªa absoluta y con el hecho de que son buenas para la democracia¡±, dijo casi al final de su intervenci¨®n. En ese momento, el Partido Socialista (PS) ya daba por seguros los 117 diputados.
Aunque est¨¢n pendientes de escrutarse parte de los sufragios procedentes del exterior (m¨¢s de 1,55 millones de portugueses emigrados pueden participar), con el 99% ya computado, el PS hab¨ªa logrado el 41,6% de los votos frente al 27,8% del Partido Social Dem¨®crata (PSD, conservador). Una diferencia entre ambos de 734.000 apoyos, que ninguna de las encuestas de los ¨²ltimos d¨ªas pronostic¨®. Casi todas daban un empate entre sus l¨ªderes y alguna lleg¨® a colocar al candidato del PSD, Rui Rio, por delante del socialista. Lo que ninguna vaticin¨® fue que el respaldo a Costa ser¨ªa tan contundente que le permitir¨ªa alcanzar la mayor¨ªa absoluta que le dar¨¢ la estabilidad parlamentaria que buscaba. A t¨ªtulo personal, el triunfo es un hito que le convertir¨¢ en el primer ministro que m¨¢s tiempo permanezca en el cargo desde la Revoluci¨®n de los Claveles. Superar¨¢ as¨ª al conservador An¨ªbal Cavaco Silva, que gobern¨® 10 a?os, entre 1985 y 1995.
¡°Se han juntado a los socialistas muchos portugueses de distintas ideas que entienden que en este momento somos el partido que puede garantizar las condiciones de estabilidad¡±, se?al¨® en un gui?o hacia los votantes que ha podido captar tanto en los caladeros de la izquierda, porque les han decepcionado los dos partidos de la geringon?a ¨Dlos socios parlamentarios minoritarios del PS, Bloco de Esquerda (BE) y Partido Comunista Portugu¨¦s (PCP)¨D, como del centro. Ofreci¨® di¨¢logo a todos los grupos parlamentarios, pero tambi¨¦n avis¨® de que gobernar¨¢ con fidelidad al programa socialista y a las medidas que figuraban en el proyecto de Presupuestos de 2022, tumbados en la Asamblea por sus aliados, BE y PCP.
La tercera legislatura de Costa, que ha ido creciendo en cada cita en las urnas (como ya le ocurri¨® en los tres mandatos que se present¨® a la C¨¢mara Municipal de Lisboa), ser¨¢ mucho m¨¢s c¨®moda que las dos anteriores, aunque enfrente tendr¨¢ una C¨¢mara m¨¢s hostil, con dos formaciones de derechas en ascenso m¨¢s beligerantes que el PSD, el ultraderechista Chega y la Iniciativa Liberal. Ambas fuerzas han crecido a costa de las fugas del PSD, que ha perdido ocho esca?os (de 79 a 71), y de la extinci¨®n del Centro Democr¨¢tico Social (CDS), una formaci¨®n de largo historial en Portugal y experiencia de gobernaci¨®n. Por vez primera en 47 a?os de democracia se qued¨® fuera del Parlamento, lo que llev¨® a su l¨ªder, Francisco Rodrigues dos Santos, a dimitir y reprochar el escaso apoyo interno: ¡°Nunca tuve tregua de mis opositores¡±.
Tambi¨¦n el presidente del PSD, Rui Rio, abri¨® la puerta a su salida aunque sin ser muy expl¨ªcito: ¡°Si se confirma que el PS tiene mayor¨ªa absoluta y, por lo tanto, un horizonte de gobierno para cuatro a?os, no veo c¨®mo puedo ser ¨²til en este marco, pero el partido decidir¨¢¡±. Rio reconoci¨® al Partido Socialista como el gran vencedor al movilizar el voto ¨²til de la izquierda. ¡°En la derecha no hubo la misma uni¨®n, se dispers¨®. Y nosotros no alcanzamos, ni de lejos ni de cerca, los objetivos que quer¨ªamos¡±, sostuvo.
Las dos fuerzas tradicionales de la derecha, PSD y CDS, pierden peso empujadas por dos partidos nuevos, que entraron por vez primera a la Asamblea en 2019 con un solo esca?o y un discurso m¨¢s radical. El Chega logr¨® convertirse en la tercera fuerza, con el 7,15% de los votos, que le dieron 12 parlamentarios. El salto le permiti¨® desbancar al Bloco de Esquerda, que era uno de los principales objetivos de su l¨ªder, Andr¨¦ Ventura. Del otro, sobrepasar el list¨®n del 10%, se qued¨® lejos. En una noche de euforia, Ventura critic¨® al PSD, su partido hasta 2018, y avis¨® a los socialistas: ¡°La derecha no ha sabido estar a la altura de sus responsabilidades. Pas¨® todo el tiempo diciendo que no har¨ªa acuerdos con el Chega y el resultado est¨¢ ah¨ª. ?Ant¨®nio Costa, ahora voy a por ti!¡±. La consolidaci¨®n de Ventura acaba con la excepcionalidad portuguesa en Europa, ya que ha sido uno de los ¨²ltimos pa¨ªses en asistir al crecimiento de un partido de extrema derecha.
Iniciativa Liberal, que ha pasado de uno a ocho diputados, se convierte en la cuarta fuerza y da un gran espaldarazo a su l¨ªder, Jo?o Cotrim de Figueiredo, que defiende un liberalismo a ultranza en la econom¨ªa (propone eliminar la progresividad fiscal en favor de una tasa ¨²nica del 15%, entre otras medidas). La diferencia con Chega reside m¨¢s en la posici¨®n ante nuevas reivindicaciones sociales, como la eutanasia o la gestaci¨®n de vientres de alquiler, que los ultras rechazan.
Los votantes han castigado duramente a los socios minoritarios del Partido Socialista que hab¨ªan formado en 2015 la geringon?a, el Bloco de Esquerda y el Partido Comunista Portugu¨¦s. Ambas formaciones votaron en contra del Presupuesto de 2022 por discrepancias con el PS en materias como la subida del salario m¨ªnimo o el refuerzo del Sistema Nacional de Salud, y parecen haber sido responsabilizados por los electores. El Bloco, que se manten¨ªa como tercera fuerza desde 2015, con 19 diputados, ha sufrido un varapalo may¨²sculo y solo ha logrado retener cinco esca?os, su peor resultado desde 2002. Tras una sangr¨ªa de 252.000 votos, pasa a ser la sexta fuerza, por detr¨¢s de la coalici¨®n formada por comunistas y Los Verdes (CDU), que pierde la mitad de los representantes (de 12 a 6), aunque su fuga de votos es m¨¢s contenida que la del Bloco. Al retroceso comunista tambi¨¦n ha podido contribuir que su candidato, Jer¨®nimo de Sousa, se tuvo que retirar de la campa?a para someterse a una intervenci¨®n de urgencia y solo se reincorpor¨® en los ¨²ltimos d¨ªas.
Lo cierto es que a los comunistas les ha ido mal en las urnas cuando han apoyado a los socialistas, como en la primera legislatura de la geringon?a, y cuando los han dejado en la estacada, como ahora. El electorado del Bloco, sin embargo, se ha comportado de forma distinta. En 2019 le concedi¨® el mismo apoyo que en 2015, cuando sumaron fuerzas al Partido Socialista y al Partido Comunista Portugu¨¦s para presentar una moci¨®n de censura contra Pedro Passos Coelho (PSD), que hab¨ªa ganado las elecciones con un margen estrecho. Esa primera legislatura, Costa cont¨® con la complicidad permanente de sus socios para dar estabilidad institucional y presupuestaria al pa¨ªs.
El entendimiento se torci¨® a partir de la segunda legislatura, en 2019, hasta llegar a la ruptura final del pasado noviembre, cuando el Gobierno no pudo aprobar los Presupuestos. La incertidumbre pol¨ªtica decidi¨® al presidente de la Rep¨²blica, Marcelo Rebelo de Sousa, a disolver la C¨¢mara y convocar elecciones anticipadas. A partir del martes, Rebelo de Sousa comenzar¨¢ a recibir a los l¨ªderes pol¨ªticos en el palacio de Bel¨¦m antes de encargar la formaci¨®n de Gobierno.
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