Ucrania pone a Biden ante otro desaf¨ªo en la pol¨ªtica interna y la relaci¨®n con los aliados
La derecha trumpista cuestiona la implicaci¨®n de Estados Unidos en el conflicto y el ala progresista de los dem¨®cratas alerta contra la militarizaci¨®n y las sanciones m¨¢s duras


Seis meses despu¨¦s de la amarga salida de Afganist¨¢n, la amenaza de Rusia sobre Ucrania ha colocado a Joe Biden ante otra crisis exterior con la que lidiar, cuando su principal inter¨¦s exterior consiste en el desaf¨ªo de China y su mayor urgencia, avanzar en su agenda pol¨ªtica interna. El presidente ha optado por rebajar cualquier optimismo y exponer crudas perspectivas: ha compartido informaci¨®n de inteligencia sobre las supuestas maniobras del Kremlin para crear un pretexto que justifique una invasi¨®n, ha manifestado su convencimiento de que Vlad¨ªmir Putin quiere intervenir tan pronto como en febrero, y ha amenazado con responder con sanciones econ¨®micas de dureza sin precedentes.
Enfrente, se ha topado con las quejas del propio Gobierno de Kiev, que alerta contra el alarmismo; contra el flanco m¨¢s progresista de su partido, que se opone a las maniobras de Rusia pero cuestiona la mano dura en el conflicto; el azote del los republicanos trumpistas, que critican la implicaci¨®n estadounidense y con la tarea de ganar la confianza de los aliados europeos despu¨¦s de las tensiones creadas a ra¨ªz del desastre de Kabul y el acuerdo de defensa con Reino Unido y Australia. Washington se encuentra en el fuego cruzado de varios intereses. La crisis brinda al presidente la oportunidad de lograr una relevante victoria diplom¨¢tica, y sacar brillo as¨ª a tan tra¨ªda y llevada experiencia en pol¨ªtica exterior, aunque tambi¨¦n, el riesgo de cargar con otro fracaso.
¡°Despu¨¦s de lo que pas¨® con Afganist¨¢n y con el acuerdo sobre submarinos [pacto de defensa con Reino Unido y Australia] y c¨®mo enfad¨® a los aliados europeos, la Administraci¨®n de Biden se ha esforzado mucho en compartir la informaci¨®n y los planes con los europeos, en conseguir un frente diplom¨¢tico com¨²n, y creo que lo han conseguido en buena medida¡±, se?ala por tel¨¦fono el analista Michael Kimmage, historiador especializado en la Guerra Fr¨ªa y en las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. Aun as¨ª, a?ade, ¡°es muy dif¨ªcil para Biden equilibrar las preocupaciones de las rep¨²blicas b¨¢lticas, Polonia y Suecia, que se sienten directamente amenazados por los movimientos militares de Rusia en Bielorrusia y Ucrania, por una parte; y al mismo tiempo, los de Alemania y la Europa occidental y del sur, que no quieren ver una excesiva militarizaci¨®n de este conflicto¡±.
Dentro de Estados Unidos, Biden tambi¨¦n se mueve entre diferentes sensibilidades, a pesar de que el grueso de la poblaci¨®n est¨¢ de acuerdo, independientemente del partido al que votan, en que Vlad¨ªmir Putin es el villano de esta historia. En un sondeo de Pew Research realizado entre el 10 y el 17 de enero, hasta un 41% ve a Rusia como un enemigo (39% en el caso de los republicanos, 43% en opini¨®n de los dem¨®cratas) y un 49%, como un competidor (50% para los republicanos y 49% para los dem¨®cratas). El refuerzo militar ruso en Ucrania es considerado una gran amenaza por el 26% (27%-26%) y una amenaza menor por el 33% (36%-33%).
Entre la clase pol¨ªtica, los republicanos afrontan la crisis ucrania divididos: por un lado, el halc¨®n tradicional que pide a Biden mano dura ante los desaf¨ªos del Kremlin; por otro, la nueva hornada de ac¨®litos de Donald Trump y de su doctrina, que cuestionan las intervenciones de Estados Unidos en el exterior e incluso simpatizan con la figura de Putin.
J. D. Vance, aspirante al Senado por Ohio y autor del famoso libro Hillbilly, una eleg¨ªa rural, que ha decidido tomar todas las banderas del trumpismo, resumi¨® en un mensaje de Twitter: ¡°?Odias a Am¨¦rica a menos que quieras enviar a nuestra mejor gente a morir en una guerra que no tiene nada que ver con nosotros?¡±. ¡°Vale la pena repetirlo: nuestros l¨ªderes se preocupan m¨¢s por la frontera con Ucrania que por la nuestra¡±, se?al¨® en otro momento.
Tucker Carlson, la gran estrella televisiva conservadora del momento, una de las voces m¨¢s influyentes para la derecha americana, plante¨® a un congresista republicano, Michael Turner, en antena: ¡°Pregunta sincera, ?por qu¨¦ debemos ponernos del lado de Ucrania en esto y no del lado de Rusia?¡±. Turner le respondi¨® que Rusia ¡°es un r¨¦gimen autoritario¡± que pretende imponer su voluntad a ¡°una democracia¡± como Ucrania y que los estadounidenses suelen ¡°est¨¢n del lado de las democracias¡±.
Tambi¨¦n el flanco izquierdo del Partido Dem¨®crata ha expresado sus recelos. Las l¨ªderes del caucus progresista del Congreso, Pramila Jayapal y Barbara Lee, emitieron un comunicado conjunto esta semana con esta advertencia: ¡°Nos preocupa enormemente que los nuevos despliegues de tropas, las sanciones indiscriminadas y una oleada de millones de d¨®lares en armas letales solo conseguir¨¢n aumentar las tensiones e incrementar los errores de c¨¢lculo. Estados Unidos y la OTAN no deben jugar con esta estrategia¡±.
Ni Estados Unidos ni la OTAN han hablado todav¨ªa de destacar soldados dentro de Ucrania, pa¨ªs que no forma parte de la Alianza Atl¨¢ntica, aunque s¨ª de ayudar con armas y desplegar tropas en la regi¨®n. Biden confirm¨® el viernes por la tarde que enviar¨¢ efectivos a corto plazo al este de Europa y los pa¨ªses b¨¢lticos, si bien a?adi¨® que no ser¨ªan ¡°demasiados¡±.
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