El relator de la ONU alerta sobre la falta de independencia de la justicia boliviana

La visita del relator de las Naciones Unidas sobre la independencia de los jueces, Diego Garc¨ªa-Say¨¢n, ha catalizado el malestar de los bolivianos por el estado del sistema judicial nacional, que sufre la que se considera la crisis m¨¢s grave de su historia. Actores de ambos bandos de la polarizada pol¨ªtica boliviana buscaron hablar con el representante, quien tuvo que aclarar que no fue ¡°a dar lecciones ni soluciones m¨¢gicas¡±. La gran expectativa sobre los resultados de su misi¨®n le llev¨® a adelantar, para mediados de este a?o, la presentaci¨®n de su informe final. Al dejar el pa¨ªs, Garc¨ªa-Say¨¢n confirm¨® que la justicia boliviana no siempre es independiente y que est¨¢ afectada por la corrupci¨®n, por lo que resulta muy lejana para los ciudadanos, en particular para los m¨¢s pobres.

El relator se refiri¨® a la gravedad de los delitos de violencia contra las mujeres y su dificultad de obtener justicia, al hacinamiento de las c¨¢rceles, que tienen un 350% m¨¢s internos de los que deber¨ªan albergar, al abuso de la prisi¨®n preventiva, a la falta de presupuesto para la judicatura, a los controvertidos procedimientos de elecci¨®n de los magistrados de los principales tribunales, que son votados por toda la poblaci¨®n en comicios peri¨®dicos, y a la posibilidad de lograr un acuerdo nacional para reformar la justicia.

Garc¨ªa-Say¨¢n se reuni¨® con autoridades de todos los poderes del Estado, dirigentes pol¨ªticos, asociaciones de v¨ªctimas y acad¨¦micos. Durante su visita estaban recientes dos casos que han generado pol¨¦mica y que el relator mencion¨® en su informe preliminar. El de Richard Choque Flores, un asesino en serie de mujeres que fue liberado por un juez a cambio de 3.500 d¨®lares y una vez en libertad volvi¨® a asesinar, un suceso que ha dado origen a una ola de arrestos de jueces supuestamente corruptos. El segundo fue la huelga de hambre y el deterioro de la salud de la expresidenta Jeanine A?ez, que se encuentra encarcelada en La Paz.

Estos casos ejemplifican lo que los expertos consideran los dos principales problemas del sistema judicial: que funcione como un mecanismo de extorsi¨®n y obtenci¨®n de recursos il¨ªcitos, inclusive por medios tan catastr¨®ficos como la liberaci¨®n corrupta de asesinos y narcotraficantes. Y, segundo, su cercan¨ªa con los gobiernos de turno, sean estos nacionales o locales, de izquierda o de derecha, a fin de obtener una estabilidad que no ofrece el Estado, a causa de su falta de institucionalidad. El oportunismo pol¨ªtico de la judicatura es aprovechado por los partidos para obtener ventajas y ¡°judicializar¡± a sus adversarios.

Garc¨ªa-Say¨¢n expres¨® su preocupaci¨®n porque, igual que Choque, el convicto Froil¨¢n Molina Bustamante, quien particip¨® en el asesinato en 1980 del l¨ªder socialista Marcelo Quiroga Santa Cruz, hubiera sido liberado luego de cumplir solo cuatro a?os de la pena a la que est¨¢ condenado, que es de 30 a?os sin derecho a indulto, la m¨¢xima de la legislaci¨®n boliviana. Molina Bustamante fue detenido nuevamente tras el esc¨¢ndalo.

La expresidenta A?ez se encuentra en prisi¨®n preventiva desde hace casi un a?o, pese a que existe una norma que establece que esta medida solo debe prolongarse por seis meses, norma que la fiscal¨ªa ha logrado eludir con diversos recursos. Un juez acaba de prolongar por otros tres meses su detenci¨®n. A?ez se encuentra en huelga de hambre desde hace dos semanas, pues considera que su proceso no es legal. Hace unos d¨ªas, un juez orden¨® que la llevaran a un hospital para rehidratarla.

Al conocerse la decisi¨®n, grupos de leales al presidente Luis Arce armaron un alboroto en la puerta de la prisi¨®n, y la gobernadora de la misma inform¨® de que le ser¨ªa materialmente imposible cumplir la orden de trasladar a A?ez. As¨ª que el juez retrocedi¨® y orden¨® que los m¨¦dicos rehidrataran a la expresidenta en su celda. Tras esta interrupci¨®n en su ayuno, la pol¨ªtica decidi¨® continuar la huelga. Garc¨ªa-Say¨¢n lament¨® que el Estado boliviano no hubiera tenido la capacidad de aplicar las ¡°reglas Mandela¡± (o m¨ªnimas para el tratamiento a los reclusos), que indican que ¡°todos los establecimientos penitenciarios facilitar¨¢n a los reclusos acceso r¨¢pido a atenci¨®n m¨¦dica en casos urgentes¡±.

La crisis de la justicia boliviana es de larga data y algunos la remontan a la propia formaci¨®n del pa¨ªs. Existe consenso de que ha empeorado desde 2009, cuando la nueva Constituci¨®n introdujo la elecci¨®n por voto popular de los magistrados. El actual ministro de Justicia, Iv¨¢n Lima, cree que se debe dar marcha atr¨¢s, pero esta idea presenta una serie de dificultades pr¨¢cticas y no tiene el apoyo total del oficialismo ni de la oposici¨®n.

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