Apple y Nike encabezan la salida de empresas de Rusia: ¡°Va a ser peor que en 2014¡¯¡¯
Las grandes navieras anuncian que no llevar¨¢n mercanc¨ªas al pa¨ªs, cuyo Gobierno empieza a reconocer que el da?o a la econom¨ªa ser¨¢ importante
Los efectos del castigo a Rusia por la invasi¨®n de Ucrania se asemejan en sus primeros d¨ªas al retroceso del agua antes de la llegada del tsunami. La calma reina en los supermercados. Por las tiendas pasean los clientes con normalidad. Pero es palpable la sensaci¨®n de que pronto la econom¨ªa se tambalear¨¢. Los primeros indicios est¨¢n ah¨ª: algunas compras que fallan porque el banco ha sido sancionado, transferencias al exterior bloqueadas y la palabra contrabando en boca de algunos para hablar de art¨ªculos que hasta ahora formaban parte del d¨ªa a d¨ªa.
¡°No se vende nada m¨¢s de Apple, absolutamente prohibido¡±, responde con los brazos cruzados Ant¨®n, dependiente de la cadena de electrodom¨¦sticos M.Video, al preguntarle cu¨¢nto cuesta un iMac. Los productos de la multinacional estadounidense siguen expuestos en sus mesas, pero la tienda ha retirado todos los carteles con sus precios.
Adem¨¢s de las sanciones decretadas por las autoridades estadounidenses y europeas, poco a poco algunas empresas occidentales deciden cortar sus lazos con Rusia. Apple y Nike son algunas de ellas. ¡°Estamos profundamente preocupados por la invasi¨®n rusa de Ucrania y apoyamos a todas las personas afectadas por la violencia¡±, explicaba la compa?¨ªa de Cupertino en un comunicado difundido en la noche del martes. Rusia, por su parte, empieza a admitir que el da?o va a ser mayor de lo que esperaba. ¡°Desde luego, la econom¨ªa de Rusia sufre gran presi¨®n, un golpe importante¡±, reconoci¨® el mi¨¦rcoles el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Algunas tiendas se resisten a acatar la decisi¨®n, como un puesto de la operadora MTS que a¨²n vend¨ªa los cascos inal¨¢mbricos de Apple, pero la salida del pa¨ªs es firme. La compa?¨ªa ha suspendido tambi¨¦n su servicio Apple Pay y no se pod¨ªa pagar ya con ello en unos dat¨¢fonos del metro. En concreto, los del segundo mayor banco del pa¨ªs, el sancionado VTB.
¡°Me es inc¨®modo hablar de esta situaci¨®n, es inaceptable. Toda la gente decente, normal, est¨¢ contra la guerra¡±, dice Vlad¨ªmir Viascheslav¨®vich, un treinta?ero que espera a un amigo que ha entrado a una de las tiendas. ¡°No tengo hipoteca, y ahora va a ser muy complicado comprar una casa¡±, cuenta a este peri¨®dico mientras espera. Tras conocerse las sanciones, el banco central de Rusia subi¨® los tipos de inter¨¦s del 9,5% al 20%, una cifra nunca antes vista en la Federaci¨®n de Rusia, incluso con la crisis del rublo de 1998. ¡°Para el pueblo ruso, no para los pol¨ªticos, va a ser mucho peor que hace ocho a?os¡±, apunta en referencia al inicio de la guerra en el este de Ucrania.
La desaparici¨®n de los iPhone es un ejemplo llamativo de esta nueva crisis rusa. Seg¨²n Financial Times, otras empresas estadounidenses que simbolizaron la apertura postsovi¨¦tica, como Levi Strauss y Coca-Cola, discuten todav¨ªa si abandonan el pa¨ªs. Sin embargo, el verdadero golpe puede llegar por unas navieras cuyos nombres son menos conocidos para el gran p¨²blico: la danesa Maersk, la italiana MSC (Mediterranean Shipping Company) y la francesa CMA CGM.
Las tres, que pr¨¢cticamente monopolizan el transporte de contenedores internacional, han decidido dejar de llevar mercanc¨ªas a Rusia, donde solo las dos primeras mov¨ªan la mitad del mercado. Para entender la dimensi¨®n del problema, la inflaci¨®n que golpea a todo el planeta desde el a?o pasado (7,4% en Espa?a, r¨¦cord desde 1989) se debe a que se han juntado el aumento de la demanda postcovid y la falta de transporte. Y prohibidos o no los productos, ahora Rusia se ha quedado sin barcos con que traerlos.
¡°Mi empresa trae todo de China en contenedores. Es la mitad del mercado log¨ªstico, no ser¨¢ posible encargar nada a corto plazo. Si los precios subieron de 2.000 a 15.000 d¨®lares por contenedor en octubre, imag¨ªnate c¨®mo van a subir ahora...¡±, cuenta por tel¨¦fono Yulia, trabajadora del sector log¨ªstico.
Aislamiento
Parte de la poblaci¨®n ve bien este aislamiento. ¡°Hemos sobrevivido a esto muchos a?os. Estas sanciones no me preocupan nada, en absoluto, creo que van a impulsar nuestra producci¨®n nacional, no repentinamente, por supuesto, pero ya ten¨ªamos muchas sanciones y la producci¨®n creci¨®¡±, afirma Elena Sch¨²tina, una mujer de mediana edad que promociona una tienda por la calle.
¡°Los art¨ªculos occidentales pueden llegar por contrabando y Bielorrusia nos va a ayudar. Tienen buenos productos agr¨ªcolas¡±, agrega Elena, que tampoco teme los efectos de este castigo para viajar al exterior. ¡°?Sabes lo bella que es Rusia? He estado en muchos pa¨ªses, pero con el curso del d¨®lar y las sanciones he viajado m¨¢s por Rusia. Est¨¢n el lago Baikal, Alt¨¢i... hay una infraestructura muy buena para el turismo¡±, subraya.
El 12 de marzo es la fecha l¨ªmite fijada por la Uni¨®n Europea para desconectar los bancos rusos del sistema SWIFT. No son todos, pero s¨ª los principales. En respuesta, el Gobierno ruso ha prohibido la transferencia de fondos a ¡°pa¨ªses hostiles¡± a los extranjeros sin residencia permanente, lo que ha provocado una gran preocupaci¨®n entre muchos espa?oles que trabajan en Rusia. Ellos, como muchos rusos que andaban por la calle, prefieren no hablar ante la delicada situaci¨®n que vive la naci¨®n.
Antes de la guerra, la divisa nacional se cambiaba a 85 rublos por euro. Tras las sanciones, este mi¨¦rcoles cotizaba a 120. Para protegerse de la devaluaci¨®n, algunas tiendas han subido los precios de los electrodom¨¦sticos entre un 20% y un 30%. Tel¨¦fonos, c¨¢maras y ordenadores tienen ahora precios imposibles para el ruso medio salvo si se endeuda, algo que es muy habitual en el pa¨ªs: sin contar hipotecas y otros pr¨¦stamos, unos 11,8 millones de personas ten¨ªan pendiente por pagar alg¨²n microcr¨¦dito a finales del pasado a?o, seg¨²n datos del sector.
Sin embargo, otros establecimientos que no dependen de las importaciones aguantan a la espera de acontecimientos. ¡°De momento mantenemos los precios, a ver qu¨¦ pasa con el rublo¡±, afirma Alina, responsable de atenci¨®n al cliente de URSS Fitness Club al darse de alta en el gimnasio.
¡°Vengo de la farmacia y han subido los precios de lo que necesitaba¡±, dice Vadim, un pensionista. ¡°Imagino que traeremos productos de otros pa¨ªses, como Latinoam¨¦rica, pero estamos peor. Antes al menos hab¨ªa perspectivas de mejorar¡±, a?ade en su camino al metro.
Su frustraci¨®n con la crisis econ¨®mica es compartida por j¨®venes como Vlad¨ªmir, que no entiende para qu¨¦ ha servido esta guerra: ¡°Por decirlo de una manera, todos nos rechazan, todos nos han dado la espalda¡±.
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