La guerra de Ucrania golpea las exportaciones de armamento ruso
Los socios tradicionales de Mosc¨² reducen sus compras mientras Washington y Bruselas presionan a varios pa¨ªses para que dejen de importar material militar fabricado en Rusia
Los a?os en los que Rusia aspiraba a convertirse en el mayor exportador mundial de armamento han quedado atr¨¢s. Desde que el valor de las ventas de material militar ruso alcanz¨® su pico hace un decenio, la India y China, los principales importadores, han reducido su dependencia de Mosc¨²; mientras que las compras de otros socios tradicionales, como Argelia o Venezuela, han ca¨ªdo en picado. A un futuro negro para la industria armament¨ªstica rusa se suma la tremenda presi¨®n que Estados Unidos y la Uni¨®n Europea ejercer¨¢n sobre Egipto, Turqu¨ªa y Serbia, entre otros, para que corten de ra¨ªz sus importaciones por la brutal ofensiva que el Kremlin ha lanzado sobre Ucrania.
Aun antes de la invasi¨®n de Ucrania, el valor de las exportaciones rusas de armamento se hab¨ªa reducido un 26% entre 2017 y 2021 respecto al quinquenio anterior, seg¨²n un informe que publica este lunes el Instituto Internacional de Estocolmo para la Investigaci¨®n de la Paz (SIPRI). El desplome no fue mayor porque Egipto ¡ªtercer importador mundial tras la India y Arabia Saud¨ª¡ª multiplic¨® por ocho sus compras al pa¨ªs durante ese periodo. De los datos del centro de investigaci¨®n sueco se desprende que las exportaciones rusas sumaron en el ¨²ltimo lustro menos de una quinta parte de las ventas globales (19%), algo que a¨²n no hab¨ªa sucedido este siglo. Tambi¨¦n, que las exportaciones estadounidenses equivalieron a m¨¢s del doble que las rusas por primera vez desde 1999.
Entre el casi medio centenar de pa¨ªses que a¨²n reciben encargos de las f¨¢bricas rusas, muchos van a tener que reconsiderar sus planes. Como parte de la respuesta a la invasi¨®n de Ucrania, Washington y Bruselas elevar¨¢n su presi¨®n para que cancelen los contratos vigentes y no lleguen a ning¨²n nuevo acuerdo con Mosc¨².
Egipto ser¨¢ uno sobre los que se ejerza una presi¨®n mayor. Desde la llegada al poder de Abdelfat¨¢ al Sisi, en 2014, el r¨¦gimen ha transformado las Fuerzas Armadas con compras multimillonarias. Y en los ¨²ltimos a?os, El Cairo ha mostrado predilecci¨®n por el armamento ruso. Muchos analistas anticipan que EE UU amenazar¨¢ a Egipto con cortar los 1.300 millones de d¨®lares (1.190 millones de euros) anuales que le entrega en concepto de asistencia militar si no suspende sus compras a Rusia.
Turqu¨ªa tambi¨¦n se ver¨¢ en una encrucijada. El segundo mayor Ej¨¦rcito de la OTAN desafi¨® en 2017 al resto de sus socios con la compra del sistema de defensa antia¨¦reo ruso S-400, lo que provoc¨® que Washington, con Donald Trump en la presidencia, impusiera sanciones a Ankara. El pasado septiembre, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, alert¨® de que la adquisici¨®n de m¨¢s proyectiles rusos estaba sobre la mesa. Sin embargo, el peri¨®dico Sabah public¨® en diciembre que Turqu¨ªa hab¨ªa comenzado a desarrollar su propio sistema de misiles tierra-aire y antibal¨ªsticos. Siemon Wezeman, investigador del SIPRI y coautor del informe, sostiene por tel¨¦fono que ¡°a Ankara no le queda otra m¨¢s que realinearse con sus aliados transatl¨¢nticos¡±.
La presi¨®n occidental tendr¨¢ menos repercusiones en la India y China, los dos principales compradores de armas rusas, pero el volumen de sus adquisiciones continuar¨¢ disminuyendo. Los dos gigantes asi¨¢ticos han desarrollado en los ¨²ltimos decenios su industria armament¨ªstica, y Nueva Delhi ha diversificado sus compras, con Francia y EE UU como pa¨ªses m¨¢s beneficiados. Wezeman cree que China ¡°ha cubierto durante d¨¦cadas sus necesidades con importaciones rusas, como de motores o de helic¨®pteros, pero hoy ya no hay pr¨¢cticamente nada que Pek¨ªn no sea capaz de producir¡±.
La mayor¨ªa del resto de principales socios comerciales de Rusia tambi¨¦n han reducido mucho sus compras por distintos motivos. En el caso de Argelia, el r¨¦gimen las ha disminuido de manera notable tras un periodo de renovaci¨®n de su arsenal. Y en otros, como los de Venezuela o Siria, el volumen de sus importaciones ha pasado a resultar irrelevante.
En Europa, solo Bielorrusia y Serbia compran armas rusas. Minsk, principal aliado del Kremlin en el ataque a Ucrania, pr¨¢cticamente ha duplicado sus importaciones de armamento en el ¨²ltimo quinquenio, y el 99,9% de lo recibido lleg¨® desde Rusia. Belgrado, por su parte, tambi¨¦n ha aumentado su gasto en material b¨¦lico desde 2016, siendo m¨¢s del 85% de fabricaci¨®n rusa o bielorrusa. Wezeman opina que la UE pondr¨¢ a Serbia entre la espada y la pared: ¡°De no romper con Mosc¨², no solo dejar¨¢ de recibir armamento de los pa¨ªses comunitarios; su roce con Bruselas afectar¨¢ a distintos ¨¢mbitos¡±.
Los tent¨¢culos de Washington influir¨¢n profundamente en receptores asi¨¢ticos de armas rusas como Vietnam, Malasia, Indonesia o Emiratos ?rabes Unidos. M¨¢s complicado es que ejerzan una presi¨®n efectiva sobre la junta golpista de Myanmar, o sobre Armenia y Azerbaiy¨¢n, enfrentados militarmente desde la disoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y a los que Mosc¨² contin¨²a suministrando tanques y misiles a la vez que act¨²a de mediador entre ambos.
Tampoco parece que las rep¨²blicas exsovi¨¦ticas de Asia Central vayan a realizar grandes encargos a la industria armament¨ªstica rusa. En Kazajist¨¢n, principal importador de la regi¨®n, algunos expertos han percibido un cierto enfriamiento de las relaciones con Mosc¨² en las ¨²ltimas semanas, tras la represi¨®n sangrienta de las manifestaciones antigubernamentales en el pa¨ªs centroasi¨¢tico y la guerra en Ucrania. Turkmenist¨¢n, cortejado por sus ingentes reservas de gas, ha optado en los ¨²ltimos a?os por el material turco y chino en detrimento del ruso. Y el volumen de las compras de Uzbekist¨¢n, Kirguist¨¢n y Tayikist¨¢n roza la insignificancia.
Las ventas de armamento de fabricaci¨®n rusa llegaron pr¨¢cticamente a igualar el valor de las estadounidenses en 2002, y otra vez en torno a 2011, seg¨²n los datos del SIPRI, cuyo sistema de c¨¢lculo no se refiere a los precios reales de compraventa, sino que est¨¢ fundamentado en los costes de producci¨®n y no representa cifras exactas. Entonces, cada potencia copaba alrededor del 30% de las transferencias globales. Ahora, la brecha se ampl¨ªa cada a?o y Washington cuenta con 103 pa¨ªses compradores, frente a los 45 de Mosc¨².
En cuanto a las importaciones, el armamento entregado a Rusia en los ¨²ltimos 20 a?os ha sido muy limitado, equiparable al adquirido por Suiza o Sri Lanka. Aunque, parad¨®jicamente, m¨¢s del 85% de lo importado por Mosc¨² en ese periodo lleg¨® desde Ucrania. Adem¨¢s, en 2014 ¡ªel a?o en el que comenz¨® la guerra entre Kiev y los separatistas prorrusos de la regi¨®n del Donb¨¢s¡ª se alcanz¨® el mayor volumen de exportaciones ucranias a su actual invasor, principalmente motores y otros componentes para aviones de combate. La ¨²ltima entrega de armas de Ucrania a Rusia registrada en la base de datos del SIPRI se realiz¨® en 2018.
Ucrania solo sum¨® el 0,1% de las importaciones globales en el ¨²ltimo lustro
Los datos publicados este lunes por el SIPRI muestran que las importaciones de Ucrania de armamento entre 2017 y 2021 solo equivalieron al 0,1% de las compras globales. Sin embargo, desde el pasado enero, Occidente comenzó a suministrar armas a Kiev ante la amenaza de Moscú, y los esfuerzos se han redoblado en los últimos días, aunque EE UU y sus aliados europeos actúan con prudencia y cautela por temor a una réplica del Kremlin.
A pesar de que las importaciones de Ucrania han sido muy escasas desde 2014, destaca la compra de una docena de drones turcos que se han convertido en imprescindibles para el Ejército ucranio en su lucha por frenar la expansión de las tropas rusas. En los últimos días, los Bayraktar —cuya eficiencia ya había quedado demostrada en Siria, Libia o Nagorno Karabaj— han destrozado lanzaderas de misiles, tanques y convoyes de suministro, según el Pentágono. Ucrania comenzó a utilizar los aviones no tripulados de fabricación turca para atacar a los rebeldes del Donbás el pasado otoño. Semanas después, Kiev anunció un acuerdo para adquirir otros 24 drones; y en febrero, unos días antes del inicio de la ofensiva rusa, Ankara anunció que instalaría en Ucrania un centro para producir más Bayraktar y formar pilotos.
Wezeman cree que el volumen de armamento importado por Ucrania en los últimos cinco años habría sido muchísimo mayor si la situación económica no hubiera resultado asfixiante para el Gobierno de Kiev. El experto también recalca que los planes del Ejército ucranio estaban centrados en lidiar con las milicias de las provincias rebeldes de Donetsk y Lugansk, no con un ataque a gran escala de una superpotencia militar.
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