Scholz sufre su primera gran derrota parlamentaria al ser rechazada su propuesta de vacunaci¨®n obligatoria
El proyecto del canciller de imponer por ley la inmunizaci¨®n contra la covid a los mayores de 60 a?os no logra ser aprobado en el Bundestag. Sus socios de coalici¨®n se oponen
El canciller alem¨¢n, Olaf Scholz, ha vivido este jueves su primera gran derrota parlamentaria desde que asumi¨® el cargo en diciembre pasado. El Bundestag ha votado en contra de un proyecto de ley que quer¨ªa obligar a los mayores de 60 a?os a recibir la vacuna contra la covid-19. No ha habido consenso ni entre las filas de la coalici¨®n de socialdem¨®cratas, verdes y liberales. Tras meses de negociaciones, progresivas rebajas en las expectativas y la presentaci¨®n de un texto final muy descafeinado, el resultado de la votaci¨®n supone un fracaso para Scholz y para su ministro de Sanidad, el tambi¨¦n socialdem¨®crata Karl Lauterbach.
Tambi¨¦n es un contratiempo para la campa?a de vacunaci¨®n en Alemania, que lleva meses estancada varios puntos porcentuales por debajo de otros pa¨ªses de Europa occidental como Francia, Italia y Espa?a. El 23% de la poblaci¨®n alemana sigue sin inmunizarse pese a todas las campa?as de las autoridades y los intentos de forzar a los m¨¢s reticentes a recibir el pinchazo prohibi¨¦ndoles durante meses la entrada en cafeter¨ªas, restaurantes, teatros, cines y cualquier otro lugar cerrado de ocio o cultura.
Scholz se comprometi¨® en diciembre pasado a impulsar la vacunaci¨®n obligatoria para todos los adultos. Inicialmente dijo que pretend¨ªa que entrara en vigor en marzo, pero enseguida comprob¨® que no contaba con el apoyo ni de los miembros del tripartito. De la obligaci¨®n para todos los mayores de 18 se pas¨® a un borrador que exig¨ªa el pinchazo solo a los mayores de 50, pero finalmente, a unos pocos d¨ªas de la votaci¨®n, y en vista de que no hab¨ªa una mayor¨ªa parlamentaria, se pas¨® a conformarse con los mayores de 60.
De los 683 diputados que votaron, 378 lo hicieron en contra del proyecto de ley y 296 a favor. Los partidos hab¨ªan dado libertad de voto al tratarse de una cuesti¨®n delicada en un pa¨ªs reticente a forzar decisiones que afectan a la salud y a la libertad de sus ciudadanos. El debate se prolong¨® durante cuatro horas.
Hasta la cuarta ola de la pandemia, entre noviembre y diciembre pasados, la vacunaci¨®n obligatoria ni se planteaba en Alemania. El propio Scholz reconoci¨® que hab¨ªa cambiado de opini¨®n en vista de las bajas tasas de inmunizaci¨®n en el pa¨ªs. La excanciller, Angela Merkel, tambi¨¦n estaba a favor de forzar los pinchazos. El pa¨ªs vive ahora una situaci¨®n parad¨®jica: ya pr¨¢cticamente no hay restricciones en vigor, pese a que el n¨²mero de contagios diarios es todav¨ªa muy elevado tras haber alcanzado el r¨¦cord en marzo. La incidencia semanal es de casi 1.300 casos por 100.000 habitantes, frente a los menos de 200 de Espa?a.
Los diputados del partido de ultraderecha Alternativa para Alemana (AfD), que defiende tesis negacionistas y se ha manifestado en contra de pr¨¢cticamente todas las medidas para luchar contra la pandemia, se levantaron a aplaudir cuando sali¨® el resultado de la votaci¨®n. El fallido proyecto de ley es un rev¨¦s importante para Scholz porque deja en entredicho su capacidad de liderazgo entre sus propios socios de Gobierno. El canciller, preocupado por el resultado de la votaci¨®n, hab¨ªa hecho volver antes de tiempo a su ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, de la reuni¨®n de la OTAN en Bruselas en la que estaba participando. Era consciente de que no pod¨ªa perder ning¨²n voto.
El ministro de Sanidad, Karl Lauterbach, el otro gran derrotado, asegur¨® que, sin la ley, luchar contra la pandemia ser¨¢ mucho m¨¢s complicado el pr¨®ximo oto?o. En la sesi¨®n de la c¨¢mara baja del Parlamento alem¨¢n se votaron otras tres mociones con distintas propuestas, como el asesoramiento obligatorio para los que rechacen vacunarse, que tampoco salieron adelante.
Lauterbach ha sido muy criticado en los ¨²ltimos d¨ªas por sus cambios de opini¨®n. La semana pasada anunci¨® que iba a suprimir la obligatoriedad del aislamiento para los contagiados de coronavirus, para desdecirse un par de d¨ªas despu¨¦s en un talk show de la televisi¨®n p¨²blica. El ministro, una de las figuras m¨¢s medi¨¢ticas del SPD por sus frecuentes intervenciones en medios de comunicaci¨®n, tambi¨¦n suele ser acusado de alarmista. En el debate previo a la votaci¨®n, Lauterbach, m¨¦dico de formaci¨®n, volvi¨® a hacer la pregunta ret¨®rica que suele emplear en los debates televisivos: ¡°?Realmente quieren los alemanes acostumbrarse a tener varios centenares de muertes por covid al d¨ªa?¡±.
El alarmismo de Lauterbach es una cuesti¨®n de opiniones. Muchos vir¨®logos y epidemi¨®logos se han hecho preguntas similares tras decaer la mayor parte de las restricciones impuestas durante la pandemia, como la obligaci¨®n de llevar mascarilla en lugares p¨²blicos cerrados. El ministro, muy activo tambi¨¦n en su cuenta de Twitter, en la que intercambia opiniones con otros usuarios, lleva meses alertando de que hay m¨¢s de dos millones de alemanes mayores de 60 a?os no vacunados. El riesgo de que sufran casos graves de covid y de que puedan causar un colapso del tensionado sistema sanitario alem¨¢n podr¨ªa reducirse si se vacunaran, argumenta.
La vacunaci¨®n s¨ª es obligatoria en Alemania para los empleados de hospitales y residencias de mayores desde mediados de marzo, aunque la mayor¨ªa de Estados federados han reconocido que no se est¨¢ cumpliendo, en algunos casos porque hay escasez de personal y, en otros, por la lentitud del proceso de comprobaci¨®n del estado vacunal. A diferencia de Espa?a, los datos de salud de los alemanes no est¨¢n informatizados y no existe una base de datos en la que consultar si tienen los pinchazos. Esa carencia explica, en parte, el caso de un ciudadano que recibi¨® dosis de la vacuna al menos 87 veces solo en el estado de Sajonia sin ser detectado. Las autoridades creen que lo hizo para vender los certificados de vacunaci¨®n.
La discusi¨®n no est¨¢ cerrada porque todav¨ªa hay muchos diputados que creen necesario mejorar la tasa de vacunaci¨®n, aunque el proceso deber¨¢ volver a empezar de cero. Si llega una nueva ola de coronavirus en oto?o, el debate se reactivar¨¢. Y algunos, como la diputada del FDP Katrin Helling-Plahr, partidaria de la vacunaci¨®n obligatoria, quisieron avisar de ello este jueves: ¡°El pr¨®ximo invierno, nadie podr¨¢ decir que no lo vio venir, esta vez no¡±.
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