EE UU aparca el acuerdo nuclear con Ir¨¢n mientras Europa busca energ¨ªa alternativa a Rusia
Washington vacila en levantar las sanciones a los Guardianes de la Revoluci¨®n iran¨ª ante la presi¨®n de Israel y los pa¨ªses del Golfo
La guerra de Ucrania, en la que interviene una potencia at¨®mica, ha relegado a segundo plano la reactivaci¨®n del acuerdo nuclear con Ir¨¢n, suscrito en 2015. Tras casi un a?o de negociaciones indirectas con Estados Unidos, pr¨¢cticamente culminadas en un texto pactado en Viena (Austria), su firma ha quedado bloqueada desde hace un mes en medio de discrepancias entre ambas partes y de la presi¨®n de Israel, Arabia Saud¨ª y Emiratos ?rabes Unidos, aliados estrat¨¦gicos de Washington en Oriente Pr¨®ximo.
El Gobierno de Teher¨¢n responsabiliza a Washington de que siga en el limbo la conclusi¨®n del acuerdo, por el que aspira a reanudar las exportaciones de petr¨®leo a Occidente a cambio de volver a someter a control internacional su programa nuclear. Para Europa, que da por v¨¢lida la resurrecci¨®n del pacto suspendido por el presidente Donald Trump en 2018, el establecimiento de v¨ªas de suministro de energ¨ªa alternativas a Rusia resulta clave para afrontar las consecuencias econ¨®micas del conflicto armado.
¡°No sabemos si vamos a llegar o no a un acuerdo¡±, reconoci¨® el lunes el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iran¨ª, Said Jatibzade, citado por la agencia Efe. ¡°La ventana de oportunidad no estar¨¢ abierta para siempre¡±, advirti¨® el responsable diplom¨¢tico. El l¨ªder supremo iran¨ª, el ayatol¨¢ Ali Jameni, exhort¨® el martes a no vincular el futuro del pa¨ªs al ¨¦xito o el fracaso de las conversaciones nucleares. ¡°La negociaci¨®n va bien¡±, asegur¨® sin ofrecer m¨¢s aclaraciones tras una reuni¨®n con altos cargos.
Las grandes potencias ratificaron en 2015 el denominado Plan de Acci¨®n Integral Conjunto (JCPOA, por sus siglas en ingl¨¦s), avalado por China, Francia, el Reino Unido, Alemania, Rusia y EE UU, y con la intermediaci¨®n de la Uni¨®n Europea, con el objetivo de impedir que Teher¨¢n pudiera dotarse a medio plazo del arma at¨®mica.
Desde abril del a?o pasado, la Administraci¨®n del presidente Joe Biden ¨Cvicepresidente del tambi¨¦n dem¨®crata Barack Obama cuando se firm¨® el pacto original¨C se hab¨ªa esforzado en reavivar su vigencia, en cumplimiento de una de sus promesas de la campa?a electoral en la que derrot¨® al republicano Trump.
Israel y los pa¨ªses del Golfo temen, sin embargo, que los multimillonarios ingresos de las exportaciones de crudo y el desbloqueo de ingentes fondos iran¨ªes congelados en bancos occidentales sirvan para financiar a las milicias chi¨ªes aliadas de Teher¨¢n: el partido liban¨¦s Hezbol¨¢ y los rebeldes Huthi de Yemen. Las acciones armadas de ambos grupos en Oriente Pr¨®ximo est¨¢n coordinadas por los Guardianes de la Revoluci¨®n de Ir¨¢n, a trav¨¦s de su cuerpo expedicionario de ¨¦lite, la Fuerza Al Quds.
Tras suspender el acuerdo nuclear y reimponer las sanciones econ¨®micas a Teher¨¢n, el republicano Trump orden¨® en 2019 la inclusi¨®n de los Guardianes de la Revoluci¨®n en la lista de organizaciones terroristas extranjeras que elabora EE UU. La decisi¨®n de castigar a todo un cuerpo de las fuerzas de seguridad de un pa¨ªs soberano, que adem¨¢s controla sectores claves del poder pol¨ªtico y econ¨®mico en Ir¨¢n, no tuvo precedentes en los anales de Washington.
Para Teher¨¢n, la salida de los Guardianes de la Revoluci¨®n de la lista de grupos terroristas representa una l¨ªnea roja que puede hacer descarrilar el acuerdo nuclear ya pactado. La diplomacia estadounidense replica que esa medida no formaba parte del texto suscrito en 2015, mientras intenta buscar una f¨®rmula aceptable para los dirigentes iran¨ªes, a fin de que no fracasen las negociaciones. En principio, seg¨²n fuentes de la Administraci¨®n estadounidense citadas por el analista David Ignatius en The Washington Post, se trataba de diferenciar entre la Fuerza al Quds, que seguir¨ªa figurando en la lista, y el conjunto de la Guardia Revolucionaria, que quedar¨ªa excluida.
As¨ª lo dio a entender el pasado jueves en el Senado el jefe de la Junta de Estado Mayor de EE UU, el general Mark Milley, quien cit¨® espec¨ªficamente al cuerpo expedicionario como grupo terrorista, informa Reuters. El secretario de Estado, Antony Blinken, fue m¨¢s expl¨ªcito al calificar como ¡°terrorista¡± en su totalidad a la Guardia Revolucionaria en declaraciones al canal de televisi¨®n NBC. ¡°No soy demasiado optimista sobre la perspectiva de lograr la conclusi¨®n del acuerdo [nuclear]¡±, remach¨® el jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken se reuni¨® a finales del mes pasado en el sur de Israel con los ministros de Exteriores israel¨ª y los de cuatro pa¨ªses ¨¢rabes, que acordaron la puesta en marcha de una ¡°arquitectura regional de seguridad¡± para hacer frente a Ir¨¢n. El primer ministro israel¨ª, Naftali Bennett, conden¨® entonces la reactivaci¨®n del acuerdo, que consider¨® ¡°m¨¢s d¨¦bil a¨²n que el original de 2015¡å.
Plan B de Israel si no hay un pacto
El ministro de Defensa israel¨ª, el exgeneral Benny Gantz, ha llamado este martes a formar una ¡°alianza regional de cooperaci¨®n en materia de inteligencia¡±, en el caso de que el Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) deje de supervisar el programa nuclear iran¨ª tras un fracaso de las negociaciones de Viena. ¡°Si no hay acuerdo, tenemos que pasar a un plan B para incrementar la colaboraci¨®n de los servicios de inteligencia¡±, dijo en una intervenci¨®n virtual ante un foro de seguridad de EE UU. ¡°Creo que es factible un ataque a¨¦reo para destruir el programa at¨®mico iran¨ª¡±, asegur¨® a su vez el exgeneral Amos Yadlin, analista militar y exjefe de la inteligencia militar israel¨ª, al diario Haaretz.
La pugna sobre los Guardianes de la Revoluci¨®n puede arruinar una negociaci¨®n ya ultimada. Pero tambi¨¦n puede tratarse de la baza final, la ¨²ltima disputa escenificada sobre la mesa de di¨¢logo de Viena. Ir¨¢n necesita recuperar con urgencia los ingresos del gas y el petr¨®leo en un momento en el que Europa busca diversificar sus fuentes de suministro para reducir la dependencia energ¨¦tica de los hidrocarburos de Mosc¨².
Rusia, cuya misi¨®n de recuperar parte del uranio enriquecido iran¨ª es determinante para el ¨¦xito del acuerdo nuclear de 2015, estuvo a punto de vetarlo. En marzo exigi¨® que las represalias econ¨®micas por su intervenci¨®n militar en Ucrania no afectaran a sus relaciones bilaterales con Teher¨¢n. Su ministro de Asuntos Exteriores, Sergu¨¦i Lavrov, asegur¨® que hab¨ªa recibido ¡°garant¨ªas por escrito¡± para poder seguir cumpliendo su papel en el acuerdo nuclear ¡°mediante empresas y t¨¦cnicos¡± rusos tras la visita de su hom¨®logo iran¨ª a Mosc¨².
Estados Unidos, por su parte, ha comprobado tambi¨¦n que un acuerdo imperfecto con Teher¨¢n es mejor que ning¨²n acuerdo. Tras desvincularse del pacto de 2015 a causa de la ruptura por parte de EE UU, el programa nuclear iran¨ª dispone ahora, seg¨²n los inspectores del OIEA, de m¨¢s de 32 kilos de uranio enriquecido al 60%, cerca del nivel del 90% exigido para su uso en armas at¨®micas. La pol¨ªtica de ¡°m¨¢xima presi¨®n¡± dise?ada por Trump obtuvo este patente resultado adverso: en 2018 Ir¨¢n solo contaba con una peque?a cantidad de uranio enriquecido al 3,67%.
Garant¨ªas del Congreso estadounidense
El Gobierno iran¨ª tambi¨¦n exige que Estados Unidos ¡°ofrezca garant¨ªas suplementarias¡± respaldadas por el Congreso de que no se volver¨¢ a suspender otra vez el acuerdo, que da luz verde a sus exportaciones de crudo a Occidente, tras un vuelco de mayor¨ªas en las C¨¢maras en las elecciones legislativas de noviembre o un relevo radical en la Casa Blanca en las presidenciales de 2024. Adem¨¢s, reclama el levantamiento urgente de parte de las sanciones, con el consiguiente desbloqueo de fondos intervenidos, como paso previo a la firma del acuerdo nuclear y ¡°gesto de buena voluntad¡±.
Sigue toda la informaci¨®n internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.