Colaborar con el enemigo, la sospecha que envenena los pueblos de Ucrania
Cientos de personas han sido detenidas por delatar a sus vecinos o revelar detalles del ej¨¦rcito ucranio. Aunque son casos minoritarios en medio del entusiasmo patri¨®tico, enturbian las relaciones en las comunidades m¨¢s peque?as
Algo se le hizo raro a Natalia cuando la tarde del 5 de marzo, ocho soldados rusos entraron a patadas en su casa. A diferencia de lo que hab¨ªa sucedido en otras viviendas de Bucha, la localidad cercana a Kiev que simboliza todo el horror de la invasi¨®n rusa, a la suya entraron de forma m¨¢s violenta y con un grupo m¨¢s numeroso. Mientras a las casas de sus vecinos acced¨ªan en parejas, a su vivienda ¡ªde una planta con jard¨ªn en la calle Yablonska¡ª entraron ocho soldados muy agresivos que buscaban a su marido. ¡°Alguien del pueblo hab¨ªa avisado a los rusos de que mi esposo era soldado, as¨ª que r¨¢pidamente empezaron a buscar armas, pero por suerte las hab¨ªamos enterrado. A ¨¦l le ataron las manos y le pidieron su tel¨¦fono y una vez que lo tuvieron comenzaron a revisar las fotos y los mensajes¡±, recuerda Natalia, que prefiere no dar su apellido, frente a la puerta de su casa. ¡°En el tel¨¦fono hab¨ªa mensajes que mi esposo hab¨ªa enviado a sus superiores detallando el n¨²mero de tanques que hab¨ªa en Bucha, cuantos soldados hab¨ªa visto o el armamento que utilizaban y eso irrit¨® mucho a los soldados rusos, que dijeron que lo iba a fusilar¡±, explica.
Los casos de presuntos colaboradores con las fuerzas rusas son minoritarios frente a la sensaci¨®n de unidad patri¨®tica que hasta ahora ha generado en todo el pa¨ªs la agresi¨®n de Mosc¨². Aun as¨ª, para desterrarlos las autoridades ucranias est¨¢ realizando redadas entre supuestos cooperadores que hayan ayudado o proporcionado informaci¨®n en las partes que estuvieron ocupadas por el ej¨¦rcito de Vlad¨ªmir Putin.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), un c¨¦ntrico edificio de la capital protegido con sacos de arena y mantas de camuflaje, trabaja con la polic¨ªa, las unidades de Defensa Territorial y el Servicio de Emergencia del Estado para encontrar a los presuntos colaboradores y procesarlos por traici¨®n a la patria. ¡°Estos hechos existen y estamos trabajando en ello¡±, confirm¨® al peri¨®dico local Kyiv Independent Oleksandr Omelianenko, jefe de polic¨ªa en el distrito de Buchanskyi, en la provincia de Kiev.
Hace dos semanas, el 7 de abril, el portavoz de SBU, Artiom Dehtiarenko, anunci¨® que se identificaron 33 presuntos colaboradores en la provincia de Kiev y una semana despu¨¦s, el 15 de abril, ya se hab¨ªa detenido a m¨¢s de 300 presuntos colaboradores. Desde entonces, la SBU ha seguido anunciando m¨¢s arrestos. La gran duda de las autoridades es saber cu¨¢ntas de estas delaciones se produjeron por lealtad a Mosc¨², por coacci¨®n o por tortura. Actualmente, la b¨²squeda principal se centra en localidades como Bucha o Irpin, que pasaron un mes bajo ocupaci¨®n rusa y donde los combates fueron m¨¢s duros.
¡°Saber que tu familia ha sido delatada por un vecino o alguien cercano deja una sensaci¨®n muy extra?a. No quiero ni pensar en que gente de mi pueblo puede colaborar con algo as¨ª¡±, dice Natalia resignada justo cuando una brigada de cinco polic¨ªas recorre cada casa de la calle Yablonska recogiendo testimonios de este tipo. Entre otras cosas, quieren averiguar c¨®mo se confeccion¨® las listas que los rusos tra¨ªan con los nombres y direcciones de vecinos vinculados a las tropas ucranias, a movimientos sociales de defensa de la patria o simplemente m¨¢s reticentes a la presencia rusa.
En el marco de esta oleada de redadas en busca de colaboracionistas, una de las capturas m¨¢s importantes fue la de Viktor Medvedchuk, cofundador de un partido prorruso y muy cercano a la familia de Putin, quien incluso es padrino de una de sus hijas. Durante d¨¦cadas Medvedchuk fue uno de los hombres del Kremlin en Ucrania y se hizo millonario con ello hasta que hace casi un a?o fue acusado de alta traici¨®n y condenado a arresto domiciliario. Cuando Rusia comenz¨® la guerra intent¨® escapar, hasta que el 12 de abril fue detenido cuando iba vestido con un uniforme del Ej¨¦rcito ucranio.
Otro caso reciente de un supuesto colaboracionista detenido se anunci¨® el 14 de abril cuando la polic¨ªa detuvo en Bucha a un vecino de 62 a?os natural de Krivoig Rog, un municipio cercano a la frontera con Rusia. Sus vecinos lo acusaron de ayudar a las fuerzas rusas a patrullar la ciudad o proporcionando datos sobre posiciones del Ej¨¦rcito ucranio.
De las acusaciones no se libra ni el alcalde de Bucha. Algunos vecinos se?alaron Anatoli Fedoruk de ser el P¨¦tain ucranio por las sospechas denunciadas por los vecinos. Miembros de los comit¨¦s de Defensa territorial han acusado a Fedoruk de haber desaparecido durante los d¨ªas m¨¢s oscuros de marzo cuando se produjo la represi¨®n m¨¢s salvaje.
Las noticias que llegan de ciudades cerca del frente hacen referencia a sospechas similares. Izyum, en la regi¨®n de Kharviv, que lleg¨® a tener 50.000 habitantes, ha estado ocupada por los rusos durante semanas y muchas de las v¨ªctimas fueron enterradas en los patios familiares. La prensa local recoge la historia de un vecino que ejerci¨® como ¡°corrector de fuego¡±, un colaborador que desde el terreno ayuda al ej¨¦rcito ruso a orientar los misiles. El hombre fue apedreado hasta la muerte por la poblaci¨®n y el cad¨¢ver qued¨® en el suelo durante tres semanas, public¨® ayer el diario Pravda.
La persecuci¨®n a los vecinos sospechosos es muy clara en municipios cercanos a la capital, pero m¨¢s difusa en las regiones de Donetsk y Lugansk, donde el origen familiar se diluye con las fronteras y decenas de personas fueron detenidas y luego liberadas al no haber podido demostrar delito alguno. Pero el despertar patri¨®tico y la persecuci¨®n que ha provocado la guerra no se limita a los vecinos, sino que se extiende en las redes sociales y a los grupos de Telegram que contribuyen con informaci¨®n o apoyo a los rusos. Hasta las estatuas que recuerdan la amistad entre los dos pueblos han sido derribadas en distintos puntos del pa¨ªs y recientemente se ha modificado la legislaci¨®n para juzgar y condenar a quien proporcione ayuda al ej¨¦rcito invasor.
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